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Lícer López de la Torre Ayllón y Villerías

Biografía

López de la Torre Ayllón y Villerías, Lícer. Alcalá de Henares (Madrid), 26.VIII.1841 – Madrid, 10.II.1921. General de brigada de Ingenieros.

Ingresó a los diecisiete años de edad (1 de agosto de 1858) en la Academia de Ingenieros de Guadalajara, siendo promovido a teniente en agosto de 1863 con el número uno de su promoción. Destinado al Primer Regimiento, de guarnición en Madrid, pasaba posteriormente a la Academia del Cuerpo como ayudante de profesor. Ascendido a capitán en diciembre de 1864, fue destinado al 2º Regimiento (creado en 1860), que había sustituido al 1º en Madrid. En septiembre de 1865 era destacado con su compañía a Mahón, para las obras del castillo de La Mola, regresando en julio de 1866.

El 24 de septiembre de 1868 marchaba con su compañía a formar parte del ejército leal a la reina y el 28 asistió a la batalla de Alcolea a las órdenes del general en jefe marqués de Novaliches. Terminadas aquellas operaciones y disuelto el ejército del que formaba parte, emprendió el regreso a Madrid. Por el mérito que contrajo en ese hecho de armas, se le concedió el 18 de noviembre el grado de comandante de Ejército.

El 6 de marzo de 1870 marchaba con su batallón a Valencia y un mes más tarde salía para Barcelona con motivo del alzamiento republicano. Llegaba el 6 de abril a San Feliú de Llobregat, después de recomponer la vía férrea y continuó a Barcelona, sosteniendo en La Bordeta (Lérida) un encuentro con los sublevados. El 9 se halló en el ataque de la villa de Gracia, que fue tomada. Embarcaba el 29 con su compañía para Mahón, donde quedó destacado, incorporándose el 17 de diciembre a su Regimiento en Madrid.

En abril de 1874 era nombrado en comisión ayudante secretario del comandante general de Ingenieros del Tercer Cuerpo de Ejército del Norte; el 7 se presentó en su destino y entró en campaña durante la Tercera Guerra Carlista, ocupándose en el levantamiento de planos e itinerarios y en reconocimientos facultativos para el establecimiento de torres telegráficas. Participó en las acciones de Otañez, Las Muñecas, Peñas de Galdames y Villarreal, por las que le fue concedido el empleo de comandante de Ejército (los oficiales de Ingenieros, Artillería y Estado Mayor podían ascender en tres escalas: la de su Cuerpo, por antigüedad, y por méritos, en las de grado del Ejército y efectivo en el mismo).

Tomaba parte, posteriormente, en los combates de Monte Muro y en el librado en las inmediaciones de Estella, a las órdenes del general marqués del Duero. Disuelto el Segundo Cuerpo de Ejército el 3 de julio, quedó agregado a la comandancia general de Ingenieros de dicho ejército y se encargó del establecimiento de torres telegráficas, del estudio e instalación de estaciones ópticas y de la instrucción del personal que había de manejarlas. En recompensa del mérito contraído en Monte Muro le fue concedido el grado de teniente coronel de Ejército, con la fecha del 30 de noviembre.

Continuó en campaña durante todo el año 1875, concurriendo primeramente a las operaciones del 1 al 3 de febrero para el levantamiento del bloqueo de Pamplona y ocupación de Monte Esquinza, por las que se le concedió la cruz roja de 2ª clase del Mérito Militar. Los días 29 y 30 de julio asistió a la acción de Villarreal y el 14 de agosto a las operaciones que se llevaron a cabo para la destrucción de las obras de defensa ejecutadas por los carlistas en las alturas de Restia y al combate sostenido con tal motivo. Reparó el puente de Abechuco, volado por el enemigo, y estableció las líneas de telegrafía óptica de Logroño y Laguardia, de Tafalla a Pamplona, por Larraga, Monte-Esquinza y Puente la Reina, así como la de Miranda de Ebro y Vitoria. En enero de 1876, realizaba los reconocimientos de Morillas y Subijana en Álava.

Era promovido el 4 de febrero de 1876 a comandante de Ingenieros, siendo destinado al distrito de Cataluña, de donde pasó a la Dirección Subinspección de la isla de Cuba con el empleo de teniente coronel de Ingenieros (en Ultramar recibían un ascenso que perdían al volver a la Península). Por Real Orden de 6 de octubre se le concedió el grado de coronel de Ejército en premio a los méritos contraídos en las diferentes operaciones a las que había asistido con el Ejército del Norte, y especialmente por el servicio que prestó estableciendo las líneas de telegrafía óptica de La Rioja, Álava y Navarra.

Desembarcó en La Habana el día 17 de febrero de 1877, fue destinado a la Comandancia de Santa Clara y poco después a mandar el Primer Batallón del Regimiento de Ingenieros, de nueva creación. Regresó a España en febrero de 1879, conservando el empleo de teniente coronel de Ejército y comandante en la escala del Cuerpo.

El 15 de abril de 1882, encontrándose en la Comandancia de Sevilla, el ministerio de Estado concedía la Cruz de Isabel la Católica a López de la Torre, en recompensa al mérito contraído al redactar un proyecto de establecimiento penal para la plaza de Melilla. El proyecto, de gran envergadura, contaba con diversos edificios y capilla, dispuestos simétricamente en torno a un espacio común en la alcazaba.

Ascendió a teniente coronel de Ingenieros en septiembre de 1883 y fue destinado al Segundo Regimiento, de guarnición en Sevilla, de donde pasó a mandar el Batallón de Telégrafos. Por un Real Decreto de 15 de diciembre de 1884, el rey Alfonso XII ordenaba que la 4ª Compañía del Batallón de Telégrafos fuera de Alumbrado y Aerostación, debiendo “[…] la conservación, inflación y manejo de los globos aerostáticos”.

Poco después de recibirse el primer material de aerostación (el globo de la marca Yon), la reina regente doña María Cristina se personó el 27 de junio de 1889, sin previo aviso, en la Casa de Campo donde la 4ª Compañía del Batallón de Telégrafos hacía prácticas y maniobras de inflado. Sin dudarlo un instante, la reina subió a la barquilla con el coronel López de la Torre Ayllón, aún jefe del Batallón de Telégrafos, y realizó una ascensión. Ayllón había sido promovido a coronel de Ingenieros en febrero de 1889.

Fue destinado al mando del Tercer Regimiento de Reserva, y en diciembre 1889 se le concedió la cruz de 3ª clase del Mérito Militar, designada para premiar servicios especiales, en recompensa de los ensayos realizados por él con el material aerostático.

Pasaba posteriormente al Ministerio de la Guerra, en el que permaneció hasta 1901, desempeñando, entre otros cargos, el de jefe del Depósito Topográfico. Entre las distintas comisiones que durante este período desempeñó, debe citarse la de redacción de proyectos de cuarteles para Infantería.

El 24 de abril de 1901 fue nombrado comandante general de Ingenieros de Castilla la Vieja, y el 12 de agosto del mismo año ascendió a general de brigada, con destino a la 2ª Región como comandante general.

Por Real Decreto de 10 de octubre de 1903 fue nombrado comandante general de Ingenieros de la 1ª Región, desempeñando a la vez el cargo de presidente de la Junta Facultativa de Ingenieros. También desempeñó las funciones de presidente de la Comisión de Reforma del Reglamento de Obras y las de vocal de la Junta Consultiva de urbanización y obras del Ministerio de la Gobernación.

En virtud de nueva organización, fue nombrado en noviembre de 1904 comandante general de Ingenieros del Primer Cuerpo de Ejército, cargo en el que continuó hasta su pase a la reserva, ocurrido en 30 de agosto del mismo año. Continuó residiendo en Madrid hasta su fallecimiento.

Poseía las siguientes condecoraciones: Gran Cruz, placa y Cruz de San Hermenegildo; placa blanca, cruces roja y blanca del Mérito Militar; Cruz de Isabel la Católica; Gran Cruz del Dragón de Annam; medallas de Alfonso XII y Alfonso XIII, de Bilbao, de la Guerra Civil y de la Diputación Provincial de Madrid. Era benemérito de la Patria.

 

Fuentes y Bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. Personales.

Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros de Ejército, 1863-1905; VV. AA. Estudio Histórico del Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Imprenta del Cuerpo de Ingenieros, 1911; “Necrología. El General de Brigada D. Lícer López de la Torre Ayllón y Villería”, en Memorial de Ingenieros del Ejército, 38, 7 (1921), págs. 280-283; A. Bravo Nieto, La Ciudad de Melilla y sus autores. Diccionario Biográfico de Arquitectos e Ingenieros (finales del siglo XIX y primera mitad del XX), Melilla, 1997; “Servicio de aeroestación”, en Ingenieros militares [en línea], disponible en https://ingenierosmilitares.es/aeroestacion.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

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