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Francisco Domingo Cuevas

Biografía

Cuevas, Francisco Domingo. Blesa (Teruel), p. t. s. XVII – Badajoz, 1694. Ingeniero mayor de los presidios de Extremadura y teniente general de Artillería.

Debió tener formación académica, pues estudió Matemáticas. Llegó a Extremadura a comienzos del año 1644 como capitán del Real Ejército de Extremadura. Desde esa fecha hasta su muerte en 1694 permaneció en dicha región, salvo un breve periodo en el que se le trasladaba a Navarra y el País Vasco.

Durante su larga estancia en Extremadura desempeñó múltiples cargos tanto militares (capitán de caballería, capitán de infantería, ayudante de ingeniero, ingeniero, ingeniero mayor, maestro de campo supernumerario y teniente de maestre de campo general) como civiles (regidor, alférez mayor, comisario municipal para distintas obras, etc.).

Solicitó plaza de ingeniero en 1644 y, aunque no tenía experiencia y su formación se limitaba a haber estudiado matemáticas, fue admitido, ya que había pocos ingenieros españoles. En efecto, en enero de 1645, el marqués de Torrecuso señalaba que sólo servían en Badajoz dos ingenieros (Francisco de Agüero y Rafael de Médicis), siendo la situación lamentable ya que un ingeniero francés, que fue hecho prisionero en la batalla de Montijo (mayo de 1644), había informado a los portugueses del estado de las fortificaciones en Badajoz. Además, Francisco de Agüero estaba muriéndose y Rafael de Médicis había recibido orden de trasladarse a las plazas de Aroche y Encinasola, por lo que no quedaría en Badajoz persona que tuviera experiencia en fortificaciones.

Finalmente, el traslado de Rafael de Médicis no dejó a Badajoz sin ingeniero pues en 1645 llegaba a Badajoz Francisco Antonio Camassa, jesuita italiano que ocupaba la cátedra de Matemáticas y de “Re militari” del Colegio Imperial en Madrid. Durante su estancia en Badajoz, Camassa intervino en el presupuesto y tramitación de la Atalaya de La Corchuela (que construiría Francisco Domingo) y en un proyecto para fortificar Jerez de los Caballeros (18 de junio de 1645). En diciembre de 1647 trabajaba en Badajoz Juan Santans y Tapia, otro gran ingeniero, pero que al igual que Camassa, no permaneció mucho tiempo en la frontera extremeña.

El nombramiento de Francisco Domingo, que tenía el grado de capitán de Caballería, vendría a paliar la escasez de ingenieros, ejerciendo como ayudante. Su primer trabajo documentado como tal ayudante de ingeniero lo realizaba en 1647 en las fortificaciones de Valencia de Alcántara.

Al tiempo que trabajaba como ingeniero, realizó obras como constructor. La primera obra conocida en la que intervino como tal fue la atalaya de La Corchuela (1645). A lo largo de su carrera realizó otras obras (camino cubierto, 1663; puestos de guardia, 1665). Pese a todo, su situación económica no era desahogada, hasta el punto de que en 1659 se vio obligado a vender su caballo para poder subsistir.

Cuevas también fue alférez mayor del ayuntamiento de Badajoz y en 1665 fue nombrado comisario para inspeccionar y evaluar el estado de la casa que el ayuntamiento había comprado para teatro de comedias. El 10 de diciembre de 1666, fue nombrado nuevamente comisario para supervisar la construcción de las atalayas de Cascajoso y Puente de Gévora o Prado Ruano, debiendo efectuar el correspondiente repartimiento destinado a financiar dichas obras.

En noviembre de 1669 Cuevas estaba al servicio de Luis Ferrer (maestre de campo general y gobernador de las armas de Extremadura) con un sueldo de 65 escudos al mes, pero a causa de las dificultades de la Hacienda Pública, se le bajó el sueldo. Ante su reclamación (Cuevas aducía que había delineado varias fortificaciones de la frontera, asistiendo como ingeniero en las operaciones de Olivenza y Elvas), el 18 de noviembre de 1669 el Consejo de Guerra estudiaba su petición: “Ha se visto en el Consejo un Memorial del capitan Don Francisco Domingo Yngeniero Militar y Alferez mayor de la Ciudad de Badajoz en que se refiere ha servido à servido a vuestra Magd veinte y seis años con la aprobacion particular que consta, y de haver perdido mas de diez y ocho mil Ducados de hacienda con ocasión de la Guerra de Portugal y por tenerla en la Raya de aquel Reyno, y por que, ademas de lo militar ha servido también à vuestra Magd en lo Politico, siendo en el Ayuntamiento de aquella Ciudad el primer voto el suyo, y de los que siempre han obrado con fineza en quanto se ha ofrecido tocante à concesiones, y que quando la aclamacion del Rey nuestro Señor, levanto el Pendon como tal Alferez mayor haviendole causado tan gran funcion gastos muy considerables: Suplica à vuestra Magd en atención a lo referido hallarse estropeado y imposibilitado de poderlo continuar por la guerra y o mantenerse con los cuarenta escudos que se le han señalado por un año se le situen los sesenta y cinco que gozó ultimamente por los dias de su vida…”.

El Consejo de Guerra consideraba ajustada la petición recordando que, “[e]n los Militares no es habitual se les vaje nada de lo que una vez han gozado por gracia adquirida por sus meritos”. La corona no sólo admitía la sugerencia del Consejo, sino que además aclaraba que “la vaja no fue por demerito suyo sino por la estrecheza de la Real hacienda”.

En junio de 1673 fue nombrado alcalde de Santa Hermandad por el Estado Noble y en agosto de 1674, el ayuntamiento volvió a nombrarle comisario, debiendo supervisar las obras en las puertas de la Cabeza de Puente y la puerta de la Aceña, presentando el presupuesto de la obra el 13 de agosto de ese año.

En 1675, en compañía de Luis Ferrer (gobernador de las armas de Extremadura), reconoció las fortificaciones de la frontera. En las cartas que envía Luis Ferrer al Consejo de Guerra se refiere a Francisco Domingo como “Yngeniero militar de esta frontera”. Los trabajos de inspección se concretaron en dos informes (8 de febrero y 1 de marzo de 1675) en los que detallaron el estado de las fortificaciones y también los fondos que debían destinarse a las reparaciones.

También intervino en obras religiosas. El 20 de julio de 1675 hacía públicas las condiciones para levantar la iglesia del convento de las Descalzas que el mismo había proyectado.

Dos años después, en enero de 1677, informaba al ayuntamiento, del coste de las reparaciones del puente del Rivillas, la puerta de Pelambres y “del porttillo q. cae a la puerta de la traición”.

Desde 1677 intervino en las gestiones para la construcción de dos cuarteles en Badajoz (licencia real, financiación, etc). En el Cabildo Municipal del 28 de enero de 1677 presentó la planta de los cuarteles de caballería e infantería que había delineado.

El ingeniero Luis de Venegas y Osorio volvía a Extremadura en 1677 (había estado intermitentemente en otras ocasiones), nombrado ingeniero mayor, desarrollando en ese año una gran actividad (informe sobre el estado de las fortificaciones de la frontera de Extremadura y distintos proyectos para fortificar el frente del Rivillas). Sin embargo, Venegas, encarcelado por el asesinato del capitán de Caballería Manuel de Acuña y por violar la pena de prisión que se le había impuesto, era enviado por el rey a Cartagena de Indias, por lo que Cuevas era nombrado de nuevo ingeniero mayor de Extremadura.

En 1679 trabajaba tanto para la corona como para el ayuntamiento. Para este último diseñó y redactó las condiciones y presupuesto para construir el cuartel de caballería de Santo Domingo. En estas obras también intervino como comisario municipal. Asimismo, redactó las condiciones para reparar el camino cubierto de la ciudad y el fuerte de Pardaleras. En el primer documento aparece como ingeniero militar y en el segundo como ingeniero mayor.

Su actividad fundamental en 1679 se centraba en las fortificaciones abaluartadas de la Trinidad, que trazaba y presupuestaba con fecha de 2 de junio. El proyecto incluía dos baluartes (Trinidad y Santa María), la cortina intermedia, parte de otra y el foso. El proyecto fue reducido, pues en septiembre de 1679 sólo salió a concurso la construcción de un baluarte, una cortina, parte de otra y medio flanco del baluarte de Santa María. Estas obras se completaban con la excavación del foso.

Las obras abaluartadas proseguían en 1680 para interrumpirse después. Aunque se desconocen las causas, estas podrían estar motivadas por la presencia en 1682 de Francisco Domingo en Navarra, donde intervino, al igual que en San Sebastián y Fuenterrabía, en sus fortificaciones. En Navarra realizaba un dibujo de la ciudadela de Pamplona, en el que muestra las partes más importantes de la fortificación, con las medias lunas añadidas a la ciudadela “que están a falta de encamisarlas” es decir, de revestidas de piedra. Por lo que se refiere a los trabajos en San Sebastián, dirigió también, las obras exteriores y hornabeques de las murallas y la fortificación del monte Urgull: Frente de Tierra de San Sebastián, con indicaciones de las reformas a realizar en el proyecto de don Alonso Cepeda para enmendar las obras, Francisco Domingo y Cueba. Respecto a Fuenterrabía, no se llevaron a cabo obras nuevas, aunque Cuevas realizaba un proyecto de fortificación en 1682.

En octubre de 1684 ya se encontraba en Badajoz como ingeniero mayor, y en 1687, como ingeniero mayor de las fronteras de Extremadura, remitía un informe a Melchor Portocarrero, miembro del Consejo Supremo de Guerra, sobre el estado en el que se encontraban las principales plazas de la frontera con Portugal. Al informe lo acompañaban un conjunto de planos coloreados para ayudar a visualizar todos los elementos defensivos que era preciso valorar, incluyendo algunas propuestas de fortificación.

En los años 1688 y 1689 realizó una labor muy intensa. En mayo de 1688 redactó las condiciones para reparar los baluartes de la Torre del Canto y Santo Domingo y las zonas arruinadas de la muralla, y en julio de 1688 redactó las condiciones para reparar el almacén de los afustes de la artillería y en agosto las obras de reconstrucción del fuerte de Montijo.

En 1689 se reanudaban las obras del recinto abaluartado. Francisco Domingo realizaba los proyectos y presupuestos de la muralla comprendida entre el baluarte de la Trinidad y la alcazaba (enero de 1689), así como como para la reparación de los puestos de guardia en abril de 1689.

La salud de Francisco Domingo Cuevas fue deteriorándose con el paso de los años y en una carta del conde de Montijo, Cristóbal Portocarrero, capitán general de Extremadura, fechada el 30 de noviembre de 1691, se dice que “trabaja con el mayor cuidado en la disposición de lo que se va obrando y es muy capaz y de grande inteligencia en la profesion pero está muy anciano y con poca vista y le es de gran molestia la ocupación continua que tiene”.

El último trabajo que se conoce de Francisco Domingo es un informe, de fecha de 10 de septiembre de 1694, dando cuenta del progreso de las obras del recinto abaluartado de Badajoz. Francisco Domingo falleció en 1694, cuando se estaba construyendo la cortina que une los baluartes de San José y San Vicente.

 

Bibl.: J. Almirante, Bibliografía militar de España, Madrid, Imprenta de Manuel Tello, 1876; M.ª Cruz Villalón, “Problemas de la ingeniería militar española en el siglo XVII. La plaza de Badajoz”, en Norba. Revista de arte, 16 (1996), págs. 203-212; V. Echarri Iribarren, Las Murallas y la Ciudadela de Pamplona, Pamplona, Gobierno de Navarra, Departamento de Educación y Cultura, 2000; A. Cámara Muñoz, “La Ciudadela de Pamplona bajo los Austrias”, en Congreso Internacional “Ciudades amuralladas”, vol. I, Pamplona, Gobierno de Navarra-Institución Príncipe de Viana, 2007; Julián García Blanco,”Francisco Domingo y Cueva”, en La muralla de Badajoz. De la cerca medieval a la cerca abaluartada (1679-1700), 16 de julio de 2011 [en línea], disponible en http://murallaabaluartadadebadajoz.blogspot.com/2011/07/7-francisco-domingo-y-cueva.html; V. Echarri Iribarren, “El proyecto de Jorge Próspero Verboom para las fortificaciones de Fuenterrabía en 1725”, en Tiempos Modernos: Revista Electrónica de Historia Moderna, 8, 34 (2017), págs. 202-233; R. Sánchez Rubio e I. Testón Núñez, “Plaças de la frontera de Extremadura en 1687’. Cartografía militar de La Raya en la Biblioteca Nacional de Perú”, en Revista de Estudios Extremeños, 76 (nº extraordinario dedicado a las I Jornadas de Historia Militar de Extremadura) (2020), págs. 137-168; J. García Blanco, “Francisco Domingo y Cueva. Mucho más que un ingeniero militar”, en Asociación Histórico-Militar Alfonso IX, enero de 2021 [en línea], disponible en http://ahmaix.es/wp-content/uploads/2021/01/Articulo-FcoDomingo.pdf.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

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