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Domingo Petrarca

Biografía

Petrarca, Domingo. ¿Vizcaya?, 1690 – Buenos Aires (Argentina), 1736. Ingeniero militar.

El 3 de marzo de 1716 era nombrado teniente reformado, e iba agregado al Regimiento de Infantería de Santiago con el empleo de ayudante de Ingenieros (según un Real Decreto del 29 de noviembre de 1716), entregándosele 100 pesos de ayuda de costa para el viaje a Buenos Aires. Llegaba a la plaza en compañía del gobernador recién electo, el mariscal de campo don Bruno Mauricio de Zabala. El nombramiento de Petrarca se debió a Zabala quien, al ser nombrado gobernador de Buenos Aires, le fue ordenado, el 7 de mayo de 1716, que concluyese la fortificación de dicha ciudad. Zabala, que se encontraba entonces en Madrid, se dirigió al licenciado Diego Morales, Secretario del Consejo de Indias, con respecto a Nueva España, con fecha 1 de junio de 1716, exponiéndole la necesidad de que pasase a Buenos Aires un “Ingeniero de conocida experiencia por ser muchos los adelantos que hay en dicha facultad, para lo cual podría informar don Próspero de Verboom, Teniente General de los Ejércitos, por el conocimiento que tiene de los que actualmente están bajo sus órdenes”.

Con fecha 13 de noviembre de 1717 el rey le encargaba a Zabala, nuevamente, la fortificación de Montevideo y Maldonado. Casi un año después, el 25 de octubre de 1718 el rey prevenía a Zabala que, habiendo roto España con Inglaterra, podrían los ingleses intentar apoderarse de Montevideo para interrumpir el comercio entre España y Buenos Aires. Consecuentemente, se le ordenaba fortificar Montevideo, para lo cual debían pasar a dicha plaza los dos ingenieros de Buenos Aires, los cuales, tras el reconocimiento del lugar, resolverían la manera de ponerlo en condiciones de defensa. Los ingenieros afectados por el despacho real eran José Bermúdez y Petrarca, el cual, había sido graduado de capitán e ingeniero ordinario en 13 de agosto de 1718. Para cumplir con lo dispuesto por Felipe V, el gobernador Zabala en compañía de Petrarca se dirigió a la costa norte del río de la Plata, a fin de estudiar y elegir sobre el terreno los lugares más apropiados para las nuevas fundaciones.

El resultado del reconocimiento fue la confección por parte de Petrarca, en 1719, de un mapa general del Río de la Plata y un plano de la ensenada de Montevideo. En el plano de la bahía de Montevideo se señalan los lugares que a juicio de Petrarca eran los más indicados para ser fortificados (la isla de Ratas y la península donde posteriormente se construyó la ciudad), si bien no se indican cuáles obras debían construirse. En el mismo año de 1719 proyectaba el edifico del Cabildo de Buenos Aires.

A fines de 1723, el gobernador Zavala recibe la noticia de que los portugueses habían desembarcado en la península de Montevideo e iniciaban la construcción de un reducto de tierra con varias piezas de artillería. Organizada por Zabala una expedición por mar y tierra para desalojarlos el 19 de enero de 1724, lograba su propósito, al retirarse los portugueses a Río de Janeiro sin presentar batalla. Zabala pedía a Petrarca que realizara delimitaciones en Montevideo para fortificar y poblar la Bahía del mismo nombre, como forma de mantener esas tierras tras el desalojo de los portugueses. El rey Felipe V le había sugerido insistentemente al gobernador de Buenos Aires, poblar estas zonas de la llamada bahía de Montevideo: “[…] para que ni Portugueses, ni otra nación alguna se apodere ni fortifique estos parajes y que solicitéis poblarlos y fortificarlos vos en la forma y con la brevedad que pudiéredes dándome cuenta de lo que sobre esto obréis”.

Además de diseñar la ciudad, donde se alojarían las nuevas familias y una batería al noroeste de la península, para controlar la entrada de navíos a la ensenada (futuro fuerte San José), también se ocupó de una construcción que, en el año 1724, se denominó “El fuerte”, ubicada donde hoy día se encuentra la plaza Zabala en Montevideo. Este lugar fue la Casa de Gobierno hasta su demolición en 1880.

Entre los años de 1728 y 1729, realizaba un informe sobre la suficiencia del espacio para carga y descarga de navíos en Buenos Aires y la planta y elevación de las Cajas Reales y sala para poner las armas en el segundo plano en el fuerte de Buenos Aires. También en 1729 dibujaba el mapa de la situación de la Guardia (fuerte) Antigua y Nueva del Riachuelo del puerto de Buenos Aires. La guardia nueva se realizó porque la antigua estaba expuesta a todas las crecidas del rio; por el contrario, la nueva se sitúa en un terreno más eminente con lo que estaba a resguardo de las crecidas del río, además de ser el lugar idóneo para vigilar todas las entradas y salidas para lo que no servía la anterior.

Como cartógrafo, en 1719, Domingo Petrarca realizó el primer levamiento topográfico de la ensenada de Montevideo, donde se indican los manantiales de agua dulce y el terreno propicio para edificar y poblar. Así fue como se eligió el territorio de la península hoy conocido como barrio de la “Ciudad Vieja” para establecer el primer núcleo poblacional. En 1724 Petrarca dibujaba el mapa de la ensenada con sus bajos y sondas. Entre 1727 y 1730, Petrarca dibujó de nuevo la ensenada de Montevideo, también la planta del fuerte de San Felipe y realizó el perfil del mismo, trazando la planta para arreglar las proporciones con que éste debía ser construido en la gola de la península.

Su actividad cartográfica sería igualmente intensa en Buenos Aires: plano de la fachada de las Casas Reales, hechas dentro del castillo; plano del monasterio que había de hacer en Buenos Aires el Dr. Dionisio de Torres Briceño, y que no se hizo por su muerte; entre 1729 y 1736, planta del castillo de San Miguel de Buenos Aires; mapa de la ensenada que llaman de Barragán en el rio de la Plata, con indicación de las brazas que tiene de fondo y una explicación de su descubrimiento y ventajosas condiciones; planta de la ensenada que llamaban de Barragán, Argentina; en 1736, plano de la Colonia Sacramento con sus contornos hasta media legua o poco más de circunferencia, y los ataques y baterías que se comenzaron a abrir el 10 de noviembre de 1735 y situación de las fuerzas españolas.

Como urbanista y arquitecto, planificaba la ciudad de Montevideo de acuerdo con las disposiciones en las Leyes de Indias, en forma de damero, formado por espacios cuadrangulares, cuyos lados medían una cuadra (85,90 metros) y estaban circunscriptos por calles de doce varas de ancho (10,00 metros). La orientación de la cuadrícula respondía al asoleamiento estudiado por Petrarca, de manera que cada acera recibiese sombra, aún al mediodía. También en Buenos Aires, realizaba para el Cabildo de la ciudad, el 28 de enero de 1722, el trazado de nuevos planos del edificio con dos plantas; siendo al final gratificado con 50 pesos.

Aún sin terminar las obras de fortificación de Buenos Aires y Montevideo, encargaban a Petrarca que redactara un proyecto para construir un edificio destinado a Cajas Reales y Contaduría. El 6 de junio de 1727 los oficiales reales dirigían escrito al Rey exponiendo la ruina del edificio, y que el “Ingeniero de esta Plaza”, como consecuencia de una orden del Gobernador, había dibujado una “planta de la vivienda precisa que se necesita con la expresión del costo que puede tener su fábrica, lo que habiéndose ejecutado, halla por cuenta tendrá de costo hasta siete mil pesos […]”. Dicho plano, titulado Plano lineal y vista de la fachada de la caxa, está firmado en Buenos Aires, “dentro del Castillo en marzo día 2 de 1727”. Después de la construcción de las Cajas Reales, intervenía Petrarca en el monasterio de las Monjas Catalinas y en la iglesia de San Nicolás.

Petrarca fallecía, en medio de extrema pobreza, el 12 de agosto de 1736, en la ciudad de Buenos Aires.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Expedientes Personales.

H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Publicaciones y ediciones de la Universidad de Barcelona, 1983; H. Capel et al., De Palas a Minerva, Barcelona, SERVAL-CSIC, 1988; R. L. Trías, Uruguay, Defensas y Comunicaciones en el período hispano, Origen, Vida y Obra de los Ingenieros Militares Españoles, Madrid, Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, 1989;  J. A. Calderón Quijano, Las Fortificaciones españolas en América y Filipinas, Madrid, MAPFRE, 1996; R. Gutiérrez, Arquitectura y urbanismo en Iberoamérica, Madrid, Cátedra, 2002; R. Gutiérrez, Fortificaciones en Iberoamérica, Madrid, El Viso, 2005; L. Oliva Gerstner, “La Plaza de Montevideo y el proyecto del Ingeniero Militar Joseph García Martínez de Cáceres (1802)”, en Biblio 3W. Revista bibliográfica de geografía y ciencias sociales, 11, 658 (20 de junio de 2006); A. Codina Álvarez y M.ª V. Mata Otero, “La arquitectura militar y las tendencias estilísticas neoclásicas en la Banda Oriental”, en 4º Seminario Regional de Ciudades Fortificadas 15 y 16 de Mayo de 2008 [en línea], disponible en http://www.fortalezas.ufsc.br/6seminario/index.php; “Fuerte San José – Fuerte de Gobierno – Plaza Zabala”, en Más Historia [en línea], disponible en http://mas-historia.blogspot.com/2018/01/.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

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