Lagunero Meléndez, Vicente. Valladolid, c. 1786 – ?, s. XIX. Militar y caballero laureado de San Fernando.
Ingresó como soldado en el mes de octubre de 1807 en el Regimiento de Infantería de Castilla, en el que un año después fue ascendido a cabo 2.º. En 1809 entró en operaciones contra los franceses, a los que combatió en las batallas de Medellín y Talavera de la Reina. En el mes de noviembre de ese mismo año fue hecho prisionero en el ataque a El Puente del Arzobispo, consiguiendo fugarse durante su traslado a Madrid e incorporarse a una partida y en enero de 1811 al Regimiento de Húsares Francos de Castilla.
En julio de 1809 había sido ascendido a cabo 1.º, en junio de 1810 a sargento 2.º y en enero de 1811 a sargento 1.º.
Intervino en julio de 1813 en la batalla de Vitoria, pasando en enero del año siguiente al Depósito de Desmontados de Caballería, del que en 1815 se le trasladó al Regimiento de Caballería de Santiago, en el que continuó una vez ascendido al empleo de alférez en febrero de 1817.
En enero de 1820 fue trasladado al Regimiento de Farnesio, participando al año siguiente en la persecución de partidas realistas en Andalucía. En 1822 luchó contra la partida del cura Merino, al que le hizo más de trescientos prisioneros, enfrentándose en abril al general Bessières.
Triunfantes los absolutistas y abolido el sistema constitucional, fue apresado en Cádiz y encarcelado, siendo juzgado en Valladolid en 1826 y considerado indigno de indulto, concediéndosele la expatriación y pasaporte para el extranjero, fijando su residencia en Bayona (Francia). Al año siguiente se trasladó a Portugal, donde fue encerrado durante un año en un pontón en Lisboa. En 1829 se le permitió regresar a España en situación de impurificado, siéndole expedida la licencia indefinida en octubre de 1832 una vez acogido a la amnistía real.
En noviembre de 1834 fue destinado en el Regimiento de La Albuera, en el que causó baja seis meses después por habérsele concedido el retiro, regresando al servicio activo en diciembre de 1835 con el empleo de teniente y destino en el Regimiento de La Albuera.
Se incorporó con su Cuerpo al Ejército de Operaciones del Norte en enero de 1836, prestando servicio de guarnición en la plaza de Viana, de donde salió en el mes de julio en persecución de la expedición del brigadier carlista Basilio García, a la que se enfrentó en Arauzo de Miel y Huerta del Rey (Burgos), y Maranchón (Guadalajara).
De guarnición en Viana, en diciembre de 1837 fue ascendido a capitán y confirmado en su Regimiento, habiendo realizado durante ese año numerosas salidas desde dicha plaza a los pueblos limítrofes, destacando en la acción librada el 3 de octubre a las órdenes del coronel Martín Zurbano en las inmediaciones de Alcanadre, en la que, cargando con sólo tres caballos contra dieciséis contrarios, consiguió liberar al coronel jefe del Regimiento de Infantería de Zaragoza, Joaquín Bayona, a tres oficiales y a cuarenta individuos de tropa que habían caído en poder del enemigo, mereciendo su heroico comportamiento el que por Real Cédula de 26 de febrero de 1839 se le concediese la Cruz de San Fernando de 2.ª Clase, laureada.
Continuó durante 1838 operando en el Norte bajo el mando del coronel Zurbano, hallándose en las acciones de Los Arcos, Arroyabe, Maestu, Santa Cruz de Campezo y Peñacerrada, y luchando contra la expedición de Balmaseda en Quintanar de la Sierra. En julio pasó a operar en la sierra de Burgos, volviendo a enfrentarse a Balmaseda, esta vez en Barbadillo de Herreros, concediéndosele en el mes de septiembre el grado de comandante de escuadrón por méritos de guerra.
En marzo de 1839 luchó contra Balmaseda en Villapadierna (León), siendo recompensado por su distinguida actuación con la Cruz de San Fernando de 1.ª Clase. Seguidamente pasó de operaciones a La Mancha, donde volvió a enfrentarse a la partida de Balmaseda en Peralejos de las Truchas (Guadalajara).
Terminada la guerra, guarneció Madrid y Aranjuez, pasando en el mes de noviembre a Extremadura y en octubre de 1841 al Ejército de Operaciones de Norte, regresando a Badajoz en febrero del año siguiente.
Habiéndose sumado al pronunciamiento de julio de 1843 contra Espartero, fue ascendido por la Junta de Salvación a teniente coronel y nombrado 1.er comandante de Carabineros de la provincia de Badajoz, gracias que no fueron reconocidas por el nuevo Gobierno, que sí le concedió los ascensos a 2.º y 1.er comandante.
En enero de 1844 fue nombrado 2.º jefe de la 11.ª Comandancia de Carabineros, en Málaga, de la que pasó en ese mismo año a la de Mallorca, en 1848 a la de Alicante y al año siguiente a la de Castellón, regresando a la de Alicante en 1851.
En agosto de 1851 fue ascendido a 1.er comandante de Carabineros y destinado como 1.er jefe a la Comandancia de Sevilla, en la que permaneció hasta que en mayo de 1852 se le concedió el retiro para la plaza de Valladolid.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. L-131.
A. de Ceballos-Escalera y Gila, J. L. Isabel Sánchez y L. Ceballos-Escalera y Gila, La Real y Militar Orden de San Fernando, Madrid, Palafox & Pezuela, 2003.
José Luis Isabel Sánchez
