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Diego Fernández de Serpa

Biografía

Fernández de Serpa, Diego. Palos de la Frontera (Huelva), 1508 – Quebrada de las Hoces (Venezuela), 1570. Conquistador y primer gobernador de la provincia de Nueva Andalucía.

Se desconoce su biografía durante su etapa española, salvo el hecho de que fue oficial de carpintería, pues como tal llegó a Cubagua entre 1524 y 1528.

Era la época del esplendor de la extracción de perlas en esta isla. Las noticias sobre las riquezas del Perú le decidieron a abandonar la isla hacia 1535. Pasó por Santafé de Bogotá y llegó a Quito, donde permaneció ocho años. Decidió entonces regresar a España y en 1544 embarcó en Panamá con destino a la Península. Permaneció poco tiempo en Europa y volvió a América.

En 1546 desembarcó en Santa Marta y tres años después en la isla Margarita, donde se dedicó al negocio de recoger ganado para llevarlo al Nuevo Reino de Granada. Las noticias sobre el fantástico Dorado le incentivaron a convertirse en conquistador. Viajó a Santo Domingo y presentó un plan para poblar la Guayana. La Audiencia le nombró (3 de agosto de 1549) capitán de la conquista de la Guayana, un territorio que iba desde el Marañón o río Amazonas hasta el río Huyaparí u Orinoco. Se le dieron instrucciones precisas sobre el buen trato a los indios y la fundación de poblaciones.

Serpa se trasladó a Maracapana para preparar su expedición. Reclutó tropas y compró armas, municiones y ganado, pero la Audiencia dominicana le prohibió realizarla el 20 de octubre de 1549. Debe recordarse que la Corona tenía ya maduro el plan de suspender las conquistas a partir de 1550, en conformidad con las reclamaciones formuladas por clérigos y juristas. Fernández de Serpa se dirigió entonces a Santo Domingo para quejarse (1550) de que se le incumpliera el compromiso establecido. Debieron contestarle con ambigüedades, pues volvió a Maracapana dispuesto a esperar. El 4 de junio de 1551 recibió una invitación de Juan de Villegas para que fuese a El Tocuyo, donde le ofrecían encomiendas de indios y tierras. Serpa aceptó y se trasladó a dicha población con los hombres y los animales que tenía listos para ir a la Guayana. Fue un largo viaje de seis meses por media Venezuela. Llegó a El Tocuyo a fines de 1551, a tiempo para participar en la fundación de Nueva Segovia de Barquisimeto al año siguiente (1553) y a participar en la represión contra el negro Miguel, que se había alzado en la nueva población (1552). Todo parecía indicar que iba a radicarse definidamente en El Tocuyo o en Barquisimeto, pero de pronto decidió abandonar Venezuela y dirigirse al reino de Quito, concretamente a la Nueva Zamora, donde estaba su hermano Ginés. Esta población había surgido por intereses mineros y estaba en pleno trópico, alejada de todas las vías de comunicación. No le agradó y tomó la decisión de volver a España, cosa que efectuó pasando por Cartagena. El 30 de mayo de 1565 estaba ya en Madrid. Movió sus amistades en la Corte y finalmente logró una capitulación, fechada en Aranjuez el 15 de mayo de 1568, por la cual se le nombraba gobernador de la provincia de Nueva Andalucía. Era una gobernación nueva situada en el oriente de Venezuela, que ocupaba los actuales estados de Anzoátegui, Monagas y Sucre. Sus límites iban desde el río Unare, 76 leguas hasta la Punta de Paria o Boca del Drago y bajaba luego al O. y SO. Había 300 leguas hasta el río Orinoco, y en el E., desde el río Orinoco hasta el Esequivo. Comprendía, así, las provincias de Guayana, Caura, Cumanagotos, Chacopata y Meta.

Serpa recibió autorización para conquistar Guayana, las dos riberas del Caura y sus tierras cercanas, hasta 20 leguas al sur del Orinoco y recibió las instrucciones oportunas para poblar e introducir en dicho territorio frutales, ganados, etc. El conquistador había logrado así su sueño de poder encontrar los secretos de la Guayana, donde suponía que podía encontrarse el misterioso y esquivo Dorado que todos habían buscado inútilmente.

Fernández de Serpa tuvo muchas dificultades para reclutar los hombres que necesitaba y los pertrechos.

Tenía prisa por llegar a su gobernación y decidió zarpar a América con los que tenía a principios de 1569.

Por este motivo se rebeló la tripulación de uno de los buques, el Cedro, que regresó a la Península. Fernández de Serpa tuvo que regresar asimismo y fue encarcelado por haber incumplido su ofrecimiento. Tuvo que esperar hasta agosto de ese año 1569 para zarpar de nuevo.

Llegó a Margarita el 4 de octubre (1569) y desde allí bajó al golfo de Cariaco y a su costa, donde existía un poblado de chozas en el que vivían diecisiete familias.

Era la Nueva Córdoba, que él refundó nuevamente el 23 de noviembre de 1569, trasladándola al pie de los cerros. Le dio el nombre indígena de Cumaná, que sigue teniendo, y mandó elegir su Cabildo. Tras esto envió varias expediciones hacia el interior en busca de oro y sal, reflejos de la riqueza que se halló en el país de los chibchas. Serpa perteneció a una nueva generación de doradistas. En 1569 mandó al capitán Francisco Martínez que fundara una población para que sirviera de plataforma a la expedición que pensaba dirigir hacia el territorio del Orinoco explorado por Orellana, según afirma el Dr. Ramos. La estableció en el sitio de El Salado, junto al río Nevera, y la bautizó con el nombre de Santiago de los Caballeros (hoy morro de Barcelona).

Trasladado a ésta, preparó su gran entrada en mayo de 1570 con 400 soldados de Caballería e Infantería.

Tomó rumbo sur, hacia el Orinoco. Los naturales opusieron una tenaz resistencia a los españoles y los cumanagotos y chacopatas, dirigidos por su cacique Antonio Barrasa, le tendieron una emboscada cerca de la quebrada de Las Hoces, donde Diego Fernández de Serpa murió a causa de una herida de flecha.

 

Bibl.: J. Oviedo y Baños, Historia de la conquista y población de la Provincia de Venezuela, Madrid, Gregorio Hermosilla, 1723: L. A. Sucre, Fernández de Serpa y la fundación de Cumaná, Caracas, Litografía Tipografía Mercantil, 1929; J. de Castellanos, Elegías de varones ilustres de Indias, Bogotá, Editorial ABC, 1955, 4 vols.; P. Aguado, Recopilación Historial, Bogotá, Empresa Nacional de Publicaciones, 1956- 1957; G. Fernández de Oviedo, Historia General y natural de las Indias, ed. y est. prelim. de J. Pérez de Tudela Bueso, Madrid, Atlas, 1959, 5 vols. (Biblioteca de Autores Españoles); P. Simón, Noticias historiales de la conquista de Tierrafirme en las Indias Occidentales, Bogotá, Biblioteca Banco Popular, 1963, 7 vols.; G. Morón, Historia de Venezuela, Caracas, Italgráfica, 1971, 5 vols.; D. Ramos, El mito del Dorado. Su génesis y proceso, Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1973; J. M. López Ruiz, Hernández de Serpa y su “hueste” de 1569 con destino a la Nueva Andalucía, Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1974; VV. AA., Diccionario de Historia de Venezuela, Caracas, Fundación Polar, 1988, 3 vols.

 

Manuel Lucena Salmoral