Ibáñez de Corbera y Escalante, Joaquín. San Andrés de Luena (Cantabria), 1774 – Santander (Cantabria), 24.IX.1852. Marino.
Vástago de hidalga familia montañesa, como hijo de Joaquín José Ibáñez de Corvera y de la Mora y de María Clara de Escalante Fernández-Soga. Casado con Antonia María de Velarde y Santiyán; con descendencia. Sentó plaza de guardia marina en Ferrol en abril de 1791, y durante su formación navegó en diversos buques y participó en la campaña naval contra la Convención francesa (1793). Alférez de fragata en octubre de 1793, embarcó sucesivamente en el navío San Francisco, en el bergantín Peruano (1794-1795; con este buque navegó a Montevideo y a Lima) y en la fragata Rosalía (en la que regresó a Cádiz). En 1796 pasó al bergantín Atocha, con el que navegó por el estrecho, y luego a la corbeta Descubierta, con la que volvió a Montevideo, sosteniendo allí combates contra buques ingleses. En dos ocasiones (1798 y 1800) navegó hasta las islas Malvinas, y entretanto levantó planos en el Río de la Plata. En 1802 regresó a Cádiz y ascendió a alférez de navío, embarcando en 1804 en la corbeta Mercurio, para enseguida mandar una cañonera en La Graña (Ferrol), ya ascendido a teniente de fragata. En febrero de 1805 embarcó en el navío Príncipe de Asturias, trasbordando poco después al San Juan Nepomuceno, mandado por Churruca, a bordo del cual participó en el combate de Trafalgar, portándose bizarramente a costa de caer prisionero.
Durante la guerra contra los franceses ascendió en 1809 a teniente de navío, y se halló en las operaciones sobre Moguer y Huelva, y en el sitio de Cádiz (1810‑1812), al mando de la goleta Patriota. En 1813 volvió a las Antillas, distinguiéndose mucho al mando del bergantín Descubridor en un combate ocurrido en Cayo Ginchos (Bahamas), contra una goleta insurgente de Cartagena de Indias; por este servicio ascendió a capitán de corbeta y se le otorgó la Cruz de la Diadema Real de Marina. Seguidamente mandó la corbeta María Isabel, con base en La Habana, persiguiendo piratas y corsarios por todas aquellas aguas (1817-1821), regresando después a la Península. En mayo de 1823 se incorporó a Ferrol como 2.º jefe del Arsenal, y al poco tiempo se le dio el mando de la fragata Lealtad, pero la pérdida de vista fue causa de que, con el ascenso a capitán de navío en enero de 1826, se le nombrase comandante de Marina en Santander. Desde ese puesto prestó relevantes y muy señalados servicios durante toda la guerra contra los carlistas (1833-1839), que le valieron el ascenso a brigadier (6 de abril de 1836), el nombramiento de comandante general de las fuerzas navales del Cantábrico (de junio a septiembre de 1837), el ascenso a jefe de escuadra, y, finalmente, la Cruz de 3.ª Clase de la Orden de San Fernando (17 de mayo de 1841). Continuó siendo, hasta finales de 1843, el comandante de Marina de Santander, ciudad en la que residió hasta su muerte.
Fuentes y bibl.: Archivo Museo don Álvaro de Bazán (El Viso del Marqués, Ciudad Real), Cuerpo General, leg. 620/563; Archivo General Militar (Segovia), San Fernando, leg. 1773/535.
F. de P. Pavía, Galería biográfica de los Generales de Marina, t. II, Madrid, Imprenta de F. García y D. Caravera, 1874, págs. 288-296; D. de la Válgoma Díaz-Varela y El Barón de Finestrat, Real Compañía de Guardias Marinas y Colegio Naval, t. IV, Madrid, Instituto Histórico de Marina, 1946, n.º 3444.
Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, marqués de la Floresta