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Ramón Estalella y Pujolá

Biografía

Estalella y Pujolá, Ramón. Madrid, 9.VI.1893 – 9.IV.1986. Diplomático y pintor hispano-cubano.

Fue uno de los cinco vástagos de Dolores Pujolá y de Antonio Estalella —hijo de emigrantes catalanes afincados en Cuba—, los cuales, tras la independencia de la isla, se arruinaron, por lo que su padre decidió escoger la nacionalidad cubana y ejercer como cónsul en Barcelona. El resto de la familia residió en Madrid, donde Ramón estudió en el colegio de San Miguel y en la Universidad Central de Madrid, doctorándose en Derecho. Compatibilizó sus estudios con la vida bohemia e intelectual madrileña, formándose como pintor en los estudios de Eduardo Chicharro y de José María López Mezquita, siendo tertuliano de la Cripta de Pombo. Ramón Estalella ingresó en el Cuerpo Diplomático de Cuba, viajando a La Habana en 1924 para revalidar su título de doctor en Derecho Público, donde expuso individualmente, por primera vez, una serie de pinturas al año siguiente. Destinado a la Legación de Cuba en España, contrajo matrimonio con Ana Manso de Zúñiga y Montesino en 1929.

Bajo el régimen republicano, Estalella continuó alternando el mundo diplomático con el artístico, ascendiendo de canciller a secretario de tercera clase y, más tarde, de segunda, conforme se afianzaba la sede diplomática. Al estallar la Guerra Civil, junto a sus inmediatos superiores, Manuel S. Pichardo y José María Chacón, decidió proteger en su embajada y anexos a cientos de españoles, amenazados por la represión desatada en la zona republicana, al igual que la mayor parte de las representaciones diplomáticas y consulares extranjeras. El 26 de marzo de 1937, Ramón Estalella fue nombrado encargado de negocios ad interim, con la responsabilidad de proteger y alimentar a más de quinientos asilados. Durante ese año organizó la evacuación —vía Levante y Marsella— de las mujeres, niños y hombres mayores de cuarenta y cinco años en expediciones colectivas o en pequeños grupos. Sin embargo, el Gobierno republicano se negó a facilitar la salida de los hombres en edad militar, por lo cual Ramón Estalella decidió lograr un canje de sus refugiados por prisioneros republicanos de la zona nacional. A lo largo de 1938 realizó intensas negociaciones con las autoridades de las dos Españas, recibiendo ayuda de La Cruz Roja, Francia y Gran Bretaña, logrando finalmente el único canje masivo de la Guerra Civil: ciento cincuenta asilados por ciento cincuenta prisioneros republicanos intercambiados el 22 de noviembre. El éxito de la operación hizo que el diplomático cubano recibiera más propuestas de canje de ambos contendientes. Al final de la guerra, Estalella aceptó refugiar a un grupo de republicanos, logrando la evacuación legal de algunos y la clandestina de otros, en su propio coche, trasladándoles hasta la frontera portuguesa, entre 1939 y 1940. Negoció el reconocimiento cubano del régimen franquista a cambio de ciertas concesiones económicas y la libertad de brigadistas cubanos, encarcelados en San Pedro de Cardeña. Al negarse México a reconocer a las nuevas autoridades españolas, recayó en la embajada de Cuba, y en su encargado de negocios, la tramitación de los asuntos referidos a este país y la defensa de las propiedades de los españoles exiliados, acogidos por el presidente Cárdenas. Estos republicanos lograron que se concediera a Ramón Estalella la Cruz del Águila Azteca como reconocimiento de su labor (8 de enero de 1952). Anteriormente, los refugiados nacionales habían logrado para el mismo la encomienda de la Orden de Isabel la Católica (28 de marzo de 1942).

Estalella continuó su labor en España y en Chile, siendo expulsado en dos ocasiones del cuerpo diplomático: una por el presidente Batista y, definitivamente, por Fidel Castro. A partir de 1960, sin la pensión por lo que había cotizado tantos años, se concentró en su carrera artística, logrando importantes éxitos de crítica, mientras el Gobierno español le concedía la nacionalidad de la tierra cuyas gentes había protegido sin distinción de ideologías políticas.

Ramón Estalella y Pujolá fue miembro de la Academia de Artes y Letras de Cuba, de la Academia Hispanoamericana de Artes y Letras de Cádiz, de la Sociedad Cubana de Beneficencia, de la Asociación de Pintores y Escultores de España y socio de honor del Centro Cubano en España. Además de las condecoraciones citadas obtuvo la Cruz de la Orden de Cristo de Portugal, la Encomienda de la Orden de Carlos Manuel de Céspedes y la Cruz de la Orden de la Cruz Roja cubana. Como pintor consiguió la medalla del Salón de Otoño y el premio del Ayuntamiento de Madrid en 1962, además del Primer Premio de la XIII exposición de Temas sobre Madrid en 1976, exponiendo —entre 1916 y 1986— en treinta y tres ocasiones. Varias de sus obras están incluidas en el inventario general de bienes muebles del Patrimonio Histórico Español y en los fondos de los museos de arte contemporáneo de Toledo, Segovia, Ateneo de Madrid, Santo Domingo, La Habana y Santiago de Chile. El 28 de abril de 1989 se creó la fundación Ramón Estalella en Madrid, abriendo una oficina de representación en Washington en diciembre de 1991, con el objetivo de custodiar su archivo personal y difundir su obra artística.

 

Obras de ~: Puesta de Sol, 1915; La Habana, 1947; Castillo del Morro, 1948; Paisaje castellano, 1951; Puente sobre el Tajo, 1962; Ría de Vigo, 1968; Patio de la Casa de los Rueda, 1970; Pueblo Vasco, 1972; Puerta de Alcalá, 1975; La flor de la jara, 1980; RACE, 1981; Peñas buitreras, 1985.

 

Bibl.: VV. AA., Catálogo de la Exposición Ramón Estalella y su tiempo, Madrid, Centro Cultural del Conde Duque, 1992; A. M. Moral Roncal, El asilo diplomático en la Guerra Civil Española, Madrid, Actas, 2001; Cuba ante la Guerra Civil Española. La acción diplomática de Ramón Estalella, Madrid, Biblioteca Nueva, 2003; R. Estalella Manso de Zúñiga, “Tabaco, azúcar y humanitarismo: el asilo político cubano durante la Guerra Civil Española”, en Aportes. Revista de Historia Contemporánea, 59 (marzo de 2005), págs. 58-74.

 

Antonio Manuel Moral Roncal