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Cristòfol de Potau i D'Oller

Biografía

Potau i d’Oller, Cristòfol de. Señor de Sarral y de Cabra. Valencia, 1647 – Pamplona (Navarra), 1706. Magistrado.

Hijo de Joseph de Potau, asesor de la Bailía de Cataluña, se implicó mucho durante el conflicto de los Segadores, defendiendo la presencia de la Monarquía en Tarragona. Fue catedrático de la Universidad de Barcelona y accedió a la Real Audiencia de Cataluña a finales de 1680 al conseguir una plaza de juez de lo penal.

Contó con el decidido apoyo del Consejo de Aragón y de la terna elaborada por las tres salas de la alta institución judicial. Durante el corto período de tiempo que ejerció como juez de lo penal se implicó, siguiendo las instrucciones del virrey duque de Bournonville, en la pacificación la Pobla de Lillet. Comportamiento que facilitó, sin duda, un año más tarde su ascenso a oidor de la sala del canciller y un mes antes de este nombramiento es mencionado en una consulta para proveer una vacante de oidor en la sala del regente. A pesar de ser el juez penal más moderno, gozó del decidido apoyo del virrey, quien lo propuso en segundo lugar de su terna y el Consejo de Aragón al final de la suya.

El regente Joan Bautista Pastor también le incluye en su voto particular. Participó, sin éxito, en 1691 en dos consultas para proveer una vacante de regente de la Cancillería y de abogado fiscal patrimonial. Ha legado una obra titulada Articulis juris [...] decisionibus regii senatus intextis, ac variis constitutionibus Cathaloniae penitus illustratis, publicada en 1660.

A finales del siglo xvii estuvo presente en determinadas zonas conflictivas del Principado, por ejemplo en el Port Alfacs de Tortosa y en el sitio francés de Gerona, gastando 14.000 reales en este último acontecimiento.

Unos años antes de iniciarse la Guerra de Sucesión, aún bajo el reinado de Carlos II, intentó infructuosamente acceder al Consejo de Aragón. Incluso llegó a presentar un memorial en 1695 para conseguir la futura de una regencia del citado Consejo.

El marqués de Gaztañaga incluso escribió una carta a favor de sus aspiraciones. Pretensiones que chocaron con la decidida postura en contra del Consejo de Aragón, que desde hacía mucho tiempo estaba en contra de la concesión de futuras. Tuvo asimismo un protagonismo indudable en la defensa de la causa austracista. Las autoridades catalanas ya sabían de sus simpatías en aquellos momentos decisivos para la Monarquía hispánica. Felipe V intentó atraerlo a su causa concediéndole en 1703 el título de conde de Vallcabra, pero continuó con su apoyo al archiduque; y su hijo Joseph Faust de Potau obtuvo el título de marqués de manos de este último en 1706. En un contexto cada vez más tenso optó por la defensa del Consejo de Ciento ante la pretensión del virrey Velasco de acabar con el carácter secreto de sus deliberaciones.

Por este motivo fue requerido a Madrid para dar explicaciones de su actitud y acto seguido fue desterrado a Pamplona, donde murió.

 

Fuentes y bibl.: Archivo de la Corona de Aragón, Consejo de Aragón, leg. 225, doc. n.º 109 (consulta efectuada el 19 de diciembre de 1680); leg. 225, doc. n.º 113 (consulta efectuada el 24 de diciembre de 1681); leg. 219, doc. n.º 34 (consulta efectuada el 22-29 de agosto de 1695); leg. 224, doc. n.º 24 (consulta efectuada el 29 de agosto de 1695).

P. Molas Ribalta, Catalunya i la Casa d’Àustria, Barcelona, ed. Curial, 1996, págs. 138-139.

 

Miguel Ángel Martínez Rodríguez