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Luis Santa Cruz

Biografía

Santa Cruz, Luis. ?, ú. t. s. xv – 1.IV.1529 post. Mazonero de aljez y maestro de obras.

Las primeras referencias documentales conocidas lo sitúan trabajando junto a un hijo en las yeserías de la capilla del Colegio de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) entre 1512 y 1513. Al parecer, Luis y su vástago también tomaron parte en el ornato del claustro del desaparecido Convento de la Madre de Dios de Torrelaguna (Madrid) fundado por el cardenal Cisneros en su villa natal.

Procedentes de Toledo, donde estaban avecindados, Luis y su hermano Juan llegaron a Zaragoza en la primavera de 1514 para incorporarse a las obras emprendidas tanto en la iglesia como en algunas de las dependencias de la panda meridional del claustro mayor del Monasterio de Santa Engracia. Culminado este proyecto, las carreras de los dos hermanos se bifurcaron para siempre. Mientras que Juan se trasladó al Monasterio Jerónimo de Santa María de la Armedilla en Cogeces del Monte (Valladolid) para proseguir las obras iniciadas por el maestro Hanequin, Luis se estableció en Zaragoza y, más tarde, en Huesca, desarrollando a partir de ese momento una intensa actividad profesional en tierras aragonesas.

A finales de 1516 cancelaba una capitulación relativa a ciertos cometidos efectuados en la desaparecida iglesia parroquial de Rafales (Huesca) y en marzo del año siguiente ajustaba la edificación de la capilla de la cofradía de la Transfiguración a los pies de la iglesia conventual de San Francisco de Zaragoza. Unos meses más tarde, en junio de 1517, el concejo de Barbastro (Huesca) le confió las obras del nuevo templo colegial de la localidad. No obstante, el acuerdo se anuló en agosto del año siguiente y los regidores municipales suscribieron otro con Juan de Sariñena que, asimismo, sería sustituido por el maestro de cantería Juan de Segura antes de 1528. Todo indica que la rescisión obedeció a que los de Barbastro no precisaban los servicios de un maestro de aljez, pues al final optaron por erigir una fábrica de cantería. En todo caso, Luis Santa Cruz retornaría a la ciudad del Vero en 1528 para emitir un dictamen sobre la marcha del proyecto en compañía de Juan de Sariñena y Juan Lucas Botero el Viejo.

De 1520 es una imprecisa referencia contenida en el pacto suscrito entre la comunidad de monjas cistercienses de Casbas (Huesca) y el carpintero Damián Aibar para efectuar algunas obras en el refectorio monástico, entre ellas una predicadera de aljez cuya ejecución se comprometió a ceder al “maestro Santa Cruz, o a otro que sea buen oficial”, proponiéndose como modelo “la que esta en Montearagon”. Esta noticia demuestra que las monjas de Casbas tenían conocimiento de las habilidades profesionales de Luis Santa Cruz —quizás ya había trabajado para ellas— y, de hecho, unos años más tarde, en 1528, requirieron sus servicios para ciertas obras de alcance desconocido avenidas en la suma de 2300 sueldos.

El púlpito de Casbas no se conserva y del de Montearagón tan sólo resta parte del arco de aljez que lo enmarcaba. No obstante, estos vestigios recuerdan en su diseño y articulación general a los trabajos de yeso atribuidos a Luis Santa Cruz en la capilla del Colegio de San Ildefonso de la Universidad alcalaína y han permitido adjudicarle otras obras de similar naturaleza que incorporan motivos ornamentales de evidente raigambre islámica, extraños en el contexto artístico aragonés del momento, pero estrechamente relacionados con los utilizados en el ámbito toledano para entonces. Es el caso de la portada y la capilla del Sepulcro de la sala capitular del Monasterio de Sigena (Huesca) —destruida durante la Guerra Civil, pero conocida a partir de fotografías antiguas—, el arco de ingreso de la dedicada a San Fabián y San Sebastián en el claustro de la colegial de Alquézar (Huesca) y la portada de la antigua capilla de Nuestra Señora del Carmen de la iglesia de San Pedro de Alagón (Zaragoza), ahora transformada en pórtico de ingreso al templo.

En mayo de 1521 rubricó un acuerdo con el concejo de Labata (Huesca) para la remodelación de la iglesia parroquial de la localidad y, cuatro años más tarde se encontraba en Zaragoza, delegando en su esposa, Isabel de Embún, y en su hijo Francisco la representación familiar en la concertación de las capitulaciones matrimoniales de su hija Leonor con el maestro de casas Juan de Villabona, con el que contrató la construcción de la iglesia de San Pedro de Torralba de Aragón (Huesca) en 1528. Luis Santa Cruz acompañó a su hijo Francisco en la suscripción de sus capitulaciones matrimoniales con Jerónima Gombau, firmadas en Zaragoza el 16 de agosto de ese mismo año y, de nuevo en Huesca, legitimó el acuerdo nupcial de su hija Jerónima con Juan de Villabona el 1 de abril de 1529, un acto notarial que constituye la última referencia conocida del artífice.

 

Obras de ~: Yeserías de la capilla del Colegio de San Ildefonso de la Universidad, Alcalá de Henares (Madrid), 1512-1513; Ornato del claustro del convento de la Madre de Dios, Torrelaguna (Madrid), c. 1513-1514 (desapar.); con J. Santa Cruz, Obras en la iglesia y en la panda meridional del claustro del Monasterio de Santa Engracia, Zaragoza, 1514-1516 (desapar.); Reforma de la iglesia parroquial, Rafales (Huesca), c. 1516 (desapar.); Edificación de la capilla de la cofradía de la Transfiguración de la iglesia conventual de San Francisco, Zaragoza, 1517 (desapar.); Remodelación de la iglesia parroquial, Labata (Huesca), 1521 (desapar.); Obras en el Monasterio cisterciense, Casbas (Huesca), 1528; con J. de Villabona, Construcción de la iglesia parroquial, Torralba de Aragón (Huesca), 1528.

 

Bibl.: C. Gómez Urdáñez, Arquitectura civil en Zaragoza, vol. II, Zaragoza, Ayuntamiento, Delegación de Acción Cultural, Publicaciones, 1988, págs. 249-250; J. Criado Mainar y J. Ibáñez Fernández, “Francisco Santa Cruz (1526-1571), mazonero de aljez”, en Artigrama (Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza), 17 (2002), págs. 223- 273; J. Ibáñez Fernández, Arquitectura aragonesa del siglo xvi. Propuestas de renovación en tiempos de Hernando de Aragón, Zaragoza, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Institución Fernando el Católico-Diputación de Zaragoza, Instituto de Estudios Turolenses, 2005, págs. 27-28; J. Criado Mainar y J. Ibáñez Fernández, Sobre campo de azul y carmín. Programas de ornamentación arquitectónica al romano del Primer Renacimiento aragonés, Zaragoza, Fundación Teresa de Jesús, 2006, págs. 116-132.

 

Javier Ibáñez Fernández