Palacio, Brahem. ?, s. m. s. xv – ¿1503 ant.? Fustero y maestro de obras.
A pesar de que se desconocen el lugar y la fecha de nacimiento, es posible que se trate del mismo personaje cuyo nombre —Ybrahym Palacio— aparecía entre los de aquellos miembros de la aljama zaragozana que reunían los requisitos de solvencia económica y moral para poder ser designados clavarios de la misma en 1463. Sea como fuere, las referencias documentales sobre su actividad profesional resultan muy escasas.
Su nombre aparece asociado desde fechas muy tempranas a las obras de ampliación de la Seo de Zaragoza, impulsadas desde 1490 por el arzobispo Alonso de Aragón (1475-1520). Así, acudió a visitar los trabajos junto a otros maestros por orden del vicario general de la archidiócesis y de varios miembros del capítulo en el mes de abril de 1494, y regresó cuatro años más tarde, tras la venida a tierra del segundo tramo abovedado de la antigua nave del Evangelio y de uno de los pilares sobre los que se volteaba, aquel del que arranca el coro en este mismo lado. En efecto, Brahem Palacio compareció en la Catedral el 16 de marzo de 1498 para reconocer junto a otros profesionales la apresurada reconstrucción de estos dos elementos y en repetidas ocasiones, a lo largo de septiembre, octubre y noviembre de ese mismo año, para analizar el estado en que había quedado el antiguo cimborrio medieval. En algunas de estas visitas se le identifica como Palacio el Viejo, para distinguirlo de su hijo, Mahoma Palacio, al que las fuentes de fábrica reconocen, con frecuencia, como Palacio el Joven.
Su presencia continuada en la Seo zaragozana no le impediría asumir otros compromisos profesionales a lo largo de estos años y así, se sabe que trabajó para Miguel Ximénez de Urrea, conde de Aranda, que reconoció adeudarle la respetable cantidad de 6723 sueldos mediante una carta de comanda expedida en Épila (Zaragoza), cabeza del señorío del aristócrata, el 14 de mayo de 1496.
Aunque se desconocen el lugar y la fecha de su fallecimiento, resulta significativo que su nombre no figure entre los de los fundadores de la cofradía organizada por los moros zaragozanos dedicados a la construcción, instituida a partir del privilegio otorgado para su creación por Fernando el Católico el 30 de marzo de 1503.
Bibl.: C. Gómez Urdáñez, Arquitectura civil en Zaragoza, vol. II, Zaragoza, Ayuntamiento, 1988, pág. 233; J. Ibáñez Fernández, Arquitectura aragonesa del siglo xvi. Propuestas de renovación en tiempos de Hernando de Aragón, Zaragoza, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Institución Fernando el Católico-Instituto de Estudios Turolenses, 2005, págs. 193-205; “Los cimborrios aragoneses del Quinientos: una revisión necesaria”, en VV. AA., Actas del X Simposio Internacional de Mudejarismo (celebrado en Teruel 14, 15 y 16 de septiembre de 2005), Teruel, Instituto de Estudios Turolenses, 2006.
Javier Ibáñez Fernández