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Rafael Carrillo de Albornoz y Calva Jiménez de Peralta y Venero

Biografía

Carrillo de Albornoz y Calva Jiménez de Peralta y Venero, Rafael. El Ca­sar de Talamanca (Guadalajara), 14.XI.1824 – ?, s. t. s. XIX. Militar, comandante del Ejército, capitán de Ingenieros.

Ingresó en la Academia de Guadalajara en 1841, terminando sus estudios en la misma el 19 de septiembre de 1846. Promovido a teniente de Ingenieros, fue destinado a una Compañía de Pontoneros del Regimiento del Arma.

En 1847, con el empleo de capitán de Ultramar, se le destinaba a la Dirección-Subinspección de Ingenieros de Filipinas. Los ingenieros del Ejército, entre otras obras, construyeron una serie de escuelas en todo el territorio de Filipinas. Una de las primeras fue proyectada en 1848 por Rafael Carrillo para el pueblo de Santa Catalina, en Ilocos del Sur. También en Ilocos, construía la iglesia de Santa Catalina, acompañada de una casa parroquial en este pueblo a orillas del río Abra. En 1850 pasaba al distrito de Zamboanga como jefe de la Comandancia de Ingenieros. En ese año de 1850 formaba parte de una columna expedicionaria en la isla de Luzón, con la que recorrió lo más abrupto de la isla, siendo recompensado por su valor con el grado de comandante de Infantería. Rafael Carrillo proyectaba el citado año de 1850 una iglesia de materiales ligeros, utilizando madera y nipa, en La Isabela (Zamboanga), donde fue gobernador político militar.

En los años 1851 y 1852, tomó parte igualmente en numerosas expediciones, fundamentalmente en las islas Isabela y Joló, que estaban infectadas de piratas musulmanes, “moros” en el lenguaje de la época. Por Real Orden de 8 de junio de 1851, se le concedía la Cruz de San Fernando de 1ª clase, en recompensa a los méritos contraídos en la citada expedición a Joló en ese mismo año. En la mencionada isla construyó un puente en compañía del capitán de Ingenieros Bernáldez.

En 1855 seguía destinado en Filipinas, como gobernador y jefe de Ingenieros de la isla Isabela, cargo en que se mantuvo hasta 1862, en que salió del país definitivamente para incorporarse a su nuevo destino en el primer Regimiento del Arma. En la citada Isabela, Carrillo en 1851 proyectaba un hospital para ciento cincuenta enfermos.

Había ascendido a capitán de Ingenieros el 20 de junio de 1862. Fue miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País de Filipinas y autor de numerosos trabajos. Además de la Cruz de San Fernando citada, era Caballero de la Orden de Santiago

 

Obras de ~: Itinerario del país recorrido por la columna expedicionaria del Arma en 1850, s.l., 1850; Memoria descriptiva, militar y política de la parte norte de Luzón, Manila, 1850; Observaciones sobre el estado actual de las fortificaciones de la pla­za de Zamboanga y su ciudadela y obras que convendría hacer en el recinto de la plaza para preservarla de un golpe de mano, 1853.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Exps. personales.

W. E. Retana, “Índice de las personas nobles y de otra calidad que han estado en Filipinas (1521-1898)”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, 76 (1920), págs. 485-502; W. E. Retana, Breve Diccionario Biográfico de los Ingenieros Militares que han estado en las Islas Filipinas, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1923; L. de Sequera Martínez, Historial de las Unidades de In­genieros en Ultramar (la Campaña de 1898), Madrid, Talleres del Centro Geográfico del Ejército, 1999; J. Carrillo de Al­bornoz y Galbeño, “Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando pertenecientes al Arma de Ingenieros”, en Memorial del Arma de Ingenieros (Madrid, Ministerio de De­fensa), n.os 63-66 (2001 y 2002); C. Laorden Ramos, Obra Civil en Ultramar del Real Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Ministerio de Defensa, 2008, 2 vols.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño