Martínez de Galinsoga y García Valero, Ignacio Mariano. Lorca (Murcia), 1.II.1757 – Toledo, 24.XI.1797. Médico y botánico.
Hijo de un maestro de cirujano de origen andaluz (Oria, Almería), su madre, Alberta, pertenecía a la pequeña nobleza lorquina.
En 1766 comenzó sus estudios en el Convento de San Francisco de su localidad natal, donde su hermano Josef Damián, diecisiete años mayor que él, había profesado como fraile. En junio de 1769 finalizó los estudios de Filosofía con gran aprovechamiento.
Se trasladó a la Corte, fue profesor de Anatomía en el Hospital General y tras obtener diversos premios, en 1778 aprobó el examen y obtuvo el título de Cirujano Latino ante el tribunal del Protomedicato.
En 1779 fue nombrado por el marqués de Olías cirujano del Regimiento Provincial de Valladolid.
Aprovechando su estancia en la ciudad, se matriculó en la Universidad, donde obtuvo el grado de bachiller en Medicina con excelentes calificaciones. Impartió clases como catedrático sustituto de Anatomía.
En Valladolid, el joven bachiller, “rubio y de ojos garzos”, conoció a Joaquina Robleda y López, hija de un boticario de Las Navas del Marqués, con la que se casaría por poderes en marzo de 1781.
Sirvió como cirujano en los Hospitales de la Sangre durante el sitio de Gibraltar y en el Hospital de la Merced, a propuesta del proto-médico Mauricio Echandi.
Asistió en Madrid (1787, 1788, 1789) a las cátedras de Botánica, Química y Matemáticas, obteniendo importantes premios académicos.
En diversas ocasiones fue encargado por el Rey para la búsqueda de amas de cría de los infantes, como era costumbre en la época. Como recompensa a la eficacia de sus gestiones fue nombrado médico de la Real Familia (1789) y médico de cámara (1790). Posteriormente fue nombrado alcalde examinador supernumerario de Medicina en el Protomedicato, inspector de las aguas minerales del reino e inspector de Específicos.
En 1791 fue nombrado primer médico de cámara de la Reina, vicepresidente del Tribunal del Protomedicato y protomédico general de los Reales Ejércitos.
La reina María Luisa le encargó personalmente “la asistencia y cuidado de sus muy amados hijos los Serenísimos Señores Príncipe nuestro Señor, Infante é Infantas”.
Al año siguiente, a instancias de la Reina, fue nombrado intendente y juez privativo del Real Jardín Botánico de Madrid y del Real Laboratorio Químico.
Ese mismo año se le concedieron honores del Consejo de Hacienda y fue nombrado médico supernumerario del Santo Oficio de la Inquisición de Corte.
El inquisidor general Agustín Rubín de Ceballos le concedió permiso para la posesión y lectura de libros prohibidos.
En aquellos años mantuvo relación con los más ilustres médicos y científicos de la época e impulsó ante el gobierno la creación del Estudio Real de Medicina Práctica, que se estableció por Cédula de 23 de noviembre de 1795 y del que fue nombrado director. La unión de este colegio con el de Cirugía de San Carlos daría origen, años más tarde, a la Facultad de Medicina de Madrid.
Asimismo, fue nombrado presidente del recién creado Real Colegio de Medicina de Madrid.
En diciembre de 1795 fue recibido como caballero de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III.
Sus colegas Hipólito Ruiz y José Pavón le distinguieron dando su nombre (Galinsoga) a un género de plantas descritas por ellos por primera vez.
Entre 1795 y 1797 ingresó en la Real Sociedad Económica de Madrid, la Real Sociedad de Amigos del País de Sevilla, la Real Academia Matritense, la Médico- Práctica de Barcelona, la de Sevilla, el Colegio de Medicina y Cirugía de Zaragoza y la Academia de Cirugía de Valladolid.
Murió en Toledo el 24 de noviembre de 1797, a la edad de cuarenta años y fue enterrado en el convento de Santo Domingo.
Obras de ~: Demostración mecánica de los efectos que produce el uso de las cotillas, Madrid, Imprenta Real, 1784.
Fuentes y bibl.: Archivo de la Universidad de Valladolid, Exps. académicos, Valladolid, 1778-1780; Archivo Histórico de Protocolos, Testamento, Madrid, 1787; Archivo General de Palacio, Exp. personal; Archivo del Real Jardín Botánico (Madrid), Correspondencia; Archivo Histórico Nacional, Ordenanzas que S.M. manda observar para la enseñanza de la Medicina Práctica en las cátedras nuevamente establecidas en el Hospital General de Madrid con la denominación de Estudio Real de Medicina Práctica, Madrid, Imprenta Real, 1795; Archivo de Santo Domingo el Antiguo, Toledo, Estado-Carlos III, exp. 916, 1797.
F. Piguillem, Discurso que al empezar sus lecciones de Medicina Práctica leyó a sus discípulos el día 1 de junio de 1817, Barcelona, Agustín Roca, 1817, pág. 12; F. Janer, Elogio histórico de Francisco Salvá, Barcelona, Imprenta de Joaquín Verdaguer, 1830; L. Comenge y Ferrer, Clínica Egregia. Apuntes históricos. Prólogo del Dr. A. Pulido, Barcelona, Imprenta de Henrich y Cía., 1895, pág. 65; P. Iborra, Historia del Protomedicato en España (1477-1822), Valladolid, Universidad, Secretariado de Publicaciones, 1987; M. S. Campos Díez, El Real Tribunal del Protomedicato Castellano (siglos xiv-xix), Ciudad Real, Universidad de Castilla-La Mancha, 1999; A. González Bueno, Tres botánicos de la Ilustración, Madrid, Editorial Nivola, 2002, pág. 67.
Antonio Sanz Martínez de Galinsoga
