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Francisco Fernández de Navarrete y Rada

Biografía

Fernández de Navarrete y Rada, Francisco. Marqués de Legarda (X); marqués de Ximénez de Tejada (III). Zaragoza, 26.V.1889 – 11.XII.1960. Ingeniero agrónomo.

Hijo primogénito de Micaela de Rada y Mancebo (8.V.1862 – 10.I.1902), hija de Micaela Casta de Mancebo y Ágreda y de Julián de Rada y Crespo; y de Antonio Fernández de Navarrete y Hurtado de Mendoza, IX marqués de Legarda (Ábalos, La Rioja, 16.I.1859 – Madrid, 27.II.1936), hijo de Ramona Hurtado de Mendoza y Otazu (Azcoitia, Guipúzcoa, 10.IX.1826 – Ábalos, La Rioja, 7.IV.1886) y de Eustaquio Fernández de Navarrete y Fernández de Navarrete (Ábalos, La Rioja, 20.IX.1820 – 22.XII.1866).

Estuvo el padre de Francisco Fernández de Navarrete dotado de un carácter activo y emprendedor. Hizo la carrera de Ingeniería de Caminos y desarrolló durante los últimos años del siglo xix y el primer tercio del siglo xx una intensa actividad profesional y empresarial en Aragón y Rioja. Proyectó y realizó distintas obras públicas, de las que es ejemplo el puente de piedra del ferrocarril sobre el Ebro. También, promovió e impulsó distintas iniciativas, como Cementos Portland de Morata de Jalón, así como el ferrocarril de Sádaba a Gallur y Aguas de Panticosa, entre otras. Vinculado desde sus orígenes a Eléctricas Reunidas de Zaragoza, fue miembro de su Consejo de Administración hasta su fallecimiento en 1936. De hecho, la familia Fernández de Navarrete, de origen riojano, tuvo desde el siglo xviii una fuerte implantación en Zaragoza que, como importante centro universitario e industrial y auténtica capital del Valle del Ebro, ejerció siempre una lógica atracción sobre toda la región.

Con estos antecedentes, Francisco Fernández de Navarrete y Rada hizo sus estudios primarios y de bachillerato en los Escolapios de Zaragoza, complementados con los de Humanidades, Lenguas clásicas y modernas y Música. Terminó la carrera de piano y llegó a dominar varios idiomas, aspecto este último, que, unido a su gran curiosidad y afición a la lectura, le permitió adquirir a lo largo de su vida una notable erudición. Cursó en Madrid los estudios de Ingeniería Agronómica en la Escuela de Madrid, graduándose en 1914, con excelente aprovechamiento, por lo que se le concedió una beca para ampliar estudios en los Estados Unidos de América.

En 1916 rehabilitó el título de marqués de Ximénez de Tejada, que fue concedido a su antepasado Pedro Ximénez de Tejada y Eslava por Real Despacho de 31 de julio de 1794 y que Fernández de Navarrete usó a partir de entonces como III poseedor de esta merced.

Ingresó en el Cuerpo de Ingenieros Agrónomos en 1917, desempeñando a lo largo de sus primeros años de vida profesional como ingeniero del Estado distintos cometidos, destacando su etapa como profesor en la Escuela de Agrícola de Córdoba (1918-1921) y sus servicios en la Estación de Ensayo de Máquinas de Madrid y en la Dirección de la Estación de Horticultura de Sevilla (1921-1930).

El 10 de diciembre de 1929 casó en San Sebastián con Casilda López de Montenegro y Hurtado de Mendoza, hija de Clara Isabel Hurtado de Mendoza y Moyua y de Leandro López de Montenegro y Virto de Vera. Fruto de este matrimonio nacieron tres hijos: una hija y dos varones.

En 1930 fue destinado a la Junta Central de Colonización y, tras la supresión de este organismo, al Instituto de Reforma Agraria de Madrid. En estos años publicó algunos trabajos sobre la reforma agraria y sobre los problemas del sector vitícola. A partir de 1935, compaginó estas ocupaciones con actividades docentes, verdadera vocación de su vida, en el Instituto Nacional Agronómico de la capital de España.

Al fallecimiento de su padre en 1936, fue elegido consejero de Eléctricas Reunidas de Zaragoza. En 1937 fue designado secretario del Comité Técnico de Obras Públicas.

En 1941 ganó, por oposición, la cátedra de Física general y Técnica micrográfica de la Escuela Especial de Ingenieros Agrónomos. A partir de este momento, la cátedra absorbió junto a las responsabilidades derivadas de su condición de consejero de Eléctricas Reunidas de Zaragoza, la mayor parte de su actividad profesional. Pocos años después, al producirse el fallecimiento de Ricardo Royo Villanova, fue elegido para ocupar la presidencia de la sociedad, desarrollando durante su mandato una intensa labor tanto en Aragón como en Madrid.

Tras la entrada en vigor en 1948 de la Ley sobre reconocimiento y rehabilitación de títulos nobiliarios pudo suceder en la merced que había poseído su padre y cuyo uso había sido vetado por la República.

Al comenzar la década de 1950, su salud comenzó a quebrantarse, lo que motivó su renuncia voluntaria a la presidencia de la sociedad eléctrica, al entender que no podía dedicarle toda la energía y la atención que precisaba. Por idéntica causa y por prescripción médica hubo de renunciar igualmente a la cátedra en 1954. Sin embargo, desde 1955 hasta su jubilación en 1959 estuvo adscrito al Consejo Superior Agronómico como consejero inspector general del Cuerpo de Ingenieros Agrónomos.

Falleció el 11 de diciembre de 1960 a los setenta y un años de edad, sucediendo sus hijos Francisco y Juan Antonio Fernández de Navarrete y López de Montenegro como XI marqués de Legarda y IV marqués de Ximénez de Tejada, respectivamente, tras la distribución de sus títulos.

 

Obras de ~: “Arriendos rústicos”, en Agricultura, años I y II, n.os 12 y 13 (diciembre de 1929-enero de 1930); “Leyenda perjudicial (la superproducción del vino)”, en Agricultura, año II, n.º 21 (septiembre de 1930); “Del mejoramiento de la vida rural”, en Revista de los Servicios Social-Agrarios, año I (1932); “La reforma agraria en La Rioja”, en Agricultura, año IV, n.º 38 (febrero de 1932); “Comentarios al Estatuto del vino”, en Agricultura, años IV y V, n.os 48 y 50 (diciembre de 1932, febrero de 1933).

 

Bibl.: J. del Cañizo Gómez y C. Roquero de Laburu (dirs.), Bibliografía agronómica española 1855-1955, Madrid, Centenario de las Carreras de Ingeniero Agrónomo y Perito Agrícola y de la Escuela Central de Agricultura, 1957; J. del Cañizo Gómez, Cien promociones de Ingenieros Agrónomos 1861-1960, Madrid, Ediciones del Centenario Agronómico, 1961, pág. 310.

 

Carlos Barciela López y Francisco Fernández de Navarrete y López de Montenegro, marqués de Legarda