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Teresa Guerra

Biografía

Guerra, Teresa. Osuna (Sevilla), f. s. xvii – ¿Cádiz?, m. s. xviii. Poeta.

Los escasos datos biográficos que se conocen están en la edición de su libro Obras poéticas, que a diferentes asuntos ha escrito doña (Madrid, 1725). Allí dice haber nacido en Osuna, aunque era vecina de la ciudad de Cádiz. La creación poética parece haber sido temprana, y después la continuó en el ambiente de una tertulia gaditana, por lo que fue aceptada como “poetisa”, nombre que utilizaba habitualmente para definir su oficio, situación que le llenó de inseguridades y le llevó a justificarse. En la dedicatoria puso su libro bajo la protección de Francisca Bibiana Pérez de Guzmán, duquesa de Osuna, que acaso posibilitó su impresión en Madrid. En el prólogo al lector añade, disculpando su osadía: “Nunca fue mi intención manifestar al público lo que por tantas razones debí dar al silencio; pero las repetidas, corteses instancias de una atención política me obligaron a declarar por fuerza, lo que a tu parecer no tendrá gracia [...] Mas si por ventura, su breve contenido, por ser de una Mujer, adecúa con tu gusto, con la misma razón no puede serte grato, si no niegas la pasión de nuestro sexo”. Excelente le pareció a Diego Torres Villarroel que firmaba la aprobación del libro: “No he conocido poesías más sanas que las que dicta esta Décima Musa”; hablaba de “dulzura” y de “versos bien humorados”; como al censor Francisco López, de los Reales Consejos, que la aprobaba sin recelos alabando “la hermosura de esta obra, cuya admirable artificiosa variedad adquiere de justicia la pulcritud, une a esta perfección lo excelso de sus poesías, la de su inimitable erudición, por lo que merece ser colocado su metro sobre las alas de aquel generoso Penacho [...]”.

Cultivó temas hagiográficos (“Al martirio de San Justo y San Pastor”) y religiosos (“A una imagen de Cristo crucificado”), pero donde mejor se desenvolvía era en los asuntos circunstanciales (“Un día que llovía”, “A una señora su amiga en ocasión de cumplir años”) o sobre cosas curiosas de la vida, desviando a veces su interés hacia motivos chuscos y aun groseros. Empleó un tono gracioso y desenfadado, inusual en la literatura femenina de este tipo, pero que agradaba a los autores de coplas populares como Eugenio Gerardo Lobo o Torres Villarroel.

Era una rimadora fácil de romances, décimas y sonetos, con una musicalidad unas veces en exceso violenta y otras poco acertada. Practicó un denso estilo barroco, en el que cabían los juegos de palabras, los calambures, una cierta oscuridad en consonancia con sus venerados Góngora y Quevedo.

Rigurosamente prosaica en sus composiciones más narrativas, rebajaba entonces la categoría lírica de sus versos.

 

Obras de ~: Obras poéticas que a diferentes asuntos ha escrito doña [...], Madrid, Librería de Fernando Monje [1725] (en Biblioteca Nacional de España, sign. 2-62375).

 

Bibl.: E. Orozco Díaz, Porcel y el barroquismo literario del siglo xviii, Oviedo, Universidad, Facultad de Filosofía y Letras, 1969; N. Marín López, Poesía y poetas del Setecientos. Torrepalma y la Academia del Trípode, Granada, Universidad, 1971; I. Visedo Orden, Aportación al estudio de la lengua poética en la primera mitad del siglo xviii, Madrid, Universidad Complutense, 1985; F. Aguilar Piñal, Bibliografía de autores españoles del siglo xviii, vol. IV, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1986, pág. 358; R. Reyes, Poesía española del siglo xviii, Madrid, Cátedra, 1988; J. Checa, J. A. Ríos y I. Vallejo, La poesía del siglo xviii, Madrid, Júcar, 1992; E. Palacios Fernández, La mujer y las letras en la España del siglo xviii, Madrid, Ediciones del Laberinto, 2002.

 

Emilio Palacios Fernández