Briceño de la Cueva, Íñigo. Almería, 1568 – 1629. Militar, capitán general de la costa del reino de Granada, gobernador.
Tanto por línea paterna como materna, Íñigo procedía de dos influyentes familias de Almería, que habían venido a la conquista. Era hijo de Jerónimo Briceño de Mendoza (Almería, 1529-1590), quien había desempeñado importantes cargos civiles y militares (corregidor, general de los puertos de Asturias), y de Micaela de la Cueva (fallecida en 1596, Almería), hija de Jerónimo de la Cueva, capitán de Almería y comendador de Carrizosa.
Sus hermanos, Jerónimo y Cristóbal, capitanes, fallecieron relativamente jóvenes, heredando Íñigo el importante mayorazgo que habían mejorado sus padres.
Al igual que sus hermanos, Íñigo destacó muy pronto en la carrera militar, amparado en el apoyo del marqués de Mondéjar, capitán general del reino de Granada, quien lo había sacado de la pila bautismal en la iglesia de Santiago de Almería.
El cursus honorum de Íñigo Briceño fue fulminante: regidor de la ciudad de Guadix, corregidor de las Cuatro Villas de Cantabria, caballero de la Orden de Santiago desde 1610, veedor de la gente de guerra de la costa del reino de Granada en su sector de levante desde 1590, capitán general de la costa del reino de Granada, miembro del Consejo de Guerra, electo gobernador y capitán general de Orán. Uno de los sucesos más espinosos que tuvo que afrontar fue el asalto turco a Adra en 1620. A Briceño se debe el levantamiento del primer plano que se conserva de la ciudad de Almería por Juan de Oviedo (1621), ingeniero que le acompañó en la visita que hizo a la costa del reino de Granada tras el asalto con el fin de mejorar el sistema defensivo.
Estuvo casado con María de Bazán y Guzmán, natural de Guadix, hija de Diego de Bazán y Guzmán, de la casa del marqués de Santa Cruz y duques de Sesa, y de Gerónima de Benavides, descendiente de la casa de los condes de Santisteban y marqueses de Jabalquinto.
Este matrimonio era dueño de Villanueva de las Torres de Alicún (Guadix), cuyo señorío compró Íñigo en 1627 por 3.200 ducados.
Fallecido en 1629, sus descendientes continuaron una brillante carrera militar: su hijo Jerónimo Briceño y Bazán (Almería, 1615-?, 1669), también caballero de la Orden de Santiago en 1625, fue maestre de campo y señor de Villanueva de las Torres, y su nieto Carlos Briceño Coloma y Bazán (fallecido en 1693) fue primer marqués de Villanueva de las Torres, maestre de campo del Tercio de Saboya y gobernador de la ciudad de Lodi en el Milanesado (Italia).
Por su trascendencia para la ciudad de Almería y su comarca, debe mencionarse que la falta de sucesión directa en el mayorazgo determinó que se hiciesen realidad, a finales del siglo xvii e inicios del xviii, las cláusulas testamentarias de Jerónimo Briceño de Mendoza y su mujer: la fundación de cuatro obras pías y un convento. Se creó el primer monte de piedad de Almería, con mil fanegas de trigo para los pobres, una dotación para casar cuatro huérfanas cada año, otra dotación para que anualmente se rescatasen cuatro cautivos de Almería y su término, y la entrega cada Navidad de seis mantos a otras tantas mujeres honradas; con el resto de los bienes del mayorazgo se fundó en la ciudad de Almería un monasterio femenino de la Orden de Santa Clara.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional (Madrid), Órdenes Militares, Pruebas de caballeros de la Orden de Santiago, piezas 1237, 1238 y 1239; Archivo General de Simancas, Guerra y Marina, leg. 872; Real Academia de la Historia, Colección Salazar y Castro, M-57.
J. L. Ruz Márquez, Los escudos de Almería. Heráldica y Genealogía de los linajes almerienses, Almería, J. L. Ruz, 1986, pág. 25; A. Jiménez Estrella, Poder, ejército y gobierno en el siglo xvi. La capitanía general del Reino de Granada y sus agentes, Granada, Universidad, 2004, pág. 472; A. Muñoz Buendía, “Briceño, los”, en VV. AA., Diccionario Biográfico de Almería, Almería, Instituto de Estudios Almerienses-Fundación Cajamar, 2006, págs. 71-73.
Antonio Muñoz Buendía
