Villaespesa, Francisco de. Teruel, s. XIV – Olite (Navarra), 21.I.1421. Clérigo, doctor en decretos y consejero de Carlos II y Carlos III de Navarra, canciller de Navarra.
Francisco o Francés Sánchez de las Vacas cambió su apellido por el de Villaespesa, por ser un lugar cercano a Teruel, ciudad en que nació. Este clérigo aragonés, que acabaría por tomar esposa, fue durante cuarenta años uno de los más destacados personajes de la Corte navarra, en calidad de integrante del íntimo círculo de colaboradores políticos y personales de Carlos III el Noble.
Se supone que llegó a Navarra el año 1381, formando parte del séquito del cardenal y legado papal bajo Clemente VII de Aviñón, Pedro de Luna, y que era ya entonces doctor en decretos. Hasta ser nombrado consejero del infante primogénito, el futuro Carlos III (1385), formó parte del grupo de hombres de confianza del Malo, debido probablemente a su nivel cultural y a la manifestación de una temprana y honda fidelidad a la casa real.
Acompañó al infante en su empresa portuguesa (1385) y asistió a los funerales de Carlos II, convirtiéndose, poco a poco, en brazo derecho y principal apoyo del nuevo Rey. Así, llevó a cabo numerosas misiones, embajadas y gestiones del más alto grado en Francia ante Carlos VI y Benedicto XIII, en Bearn, en Aragón y en Castilla; le fueron encomendados, por ejemplo, los asuntos del regreso a Navarra de Leonor de Castilla, el desposorio de la infanta Blanca con Martín de Sicilia y los de otras infantas, así como la adhesión navarra al papa aviñonés, durante el Cisma.
El año 1396 abandona el estado clerical y desposa a Isabel de Ujué, miembro de un linaje tudelano de alcurnia. El matrimonio tuvo varios hijos, pero sólo sobrevivieron cuatro mujeres, que fueron bautizadas con los nombres de miembros de la familia real: Leonor, Blanca, Isabel y María; así ocurrió también con sus hijos fallecidos: Carlos y Juan. Francisco casó a sus hijas con miembros de ilustres linajes: a María con Pierres de Peralta el Viejo; a Blanca con Juan de Asiáin; a Isabel con Sancho Enríquez de Lacarra y a Leonor con Beltrán de Ezpeleta.
Meses antes de su boda, y probablemente a causa de las constantes ausencias de Martín de Zalba, el Monarca le nombró canciller del reino en sustitución de éste (20 de enero de 1396). El texto del nombramiento, que se conserva, manifiesta de forma elocuente el afecto y sintonía existente entre el Rey y Francés, que ostentó el cargo hasta su muerte.
Disfrutó de prebendas, dádivas y favores reales, recibiendo el disfrute parcial y temporal de las rentas de Oteiza de la Solana, Villatuerta, Oco, Etayo, Barasoain y Falces.
Murió en Olite, donde había comprado una casa en el entorno de la Corte real y donde hizo testamento pocos días antes de fallecer. Su esposa había muerto a finales del año 1418. Ambos están enterrados en la capilla de San Gil de la Catedral de Tudela, en un mausoleo de inspiración borgoñona, en el que destacan las esculturas yacentes del matrimonio, completado por una serie de destacados relieves. El conjunto funerario está presidido por un retablo del pintor aragonés Bonanat Zaortiga, que representa a los dos esposos al pie de la Virgen de la Esperanza.
Bibl.: J. R. Castro, “El canciller Villaespesa. Bosquejo biográfico”, en Príncipe de Viana, 10 (1949), págs. 129-226; J. R. Castro, Carlos III el Noble, rey de Navarra, Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 1967, índice onomástico; J. M.ª Lacarra de Miguel, Historia política del reino de Navarra desde sus orígenes hasta su incorporación a Castilla, vol. III, Pamplona, Caja de Ahorros de Navarra, 1973, págs. 168-180; M. L. Melero Moneo, “Bonanat Zaortiga: aproximación al estudio del retablo de Nuestra Señora de la Esperanza de Tudela (Navarra)”, en VV. AA., El Arte aragonés y su relación con lo hispano e internacional. Actas del III Coloquio de Arte Aragonés. Huesca, 19-21 diciembre 1983, Huesca, Diputación Provincial, 1985, págs. 155-170; E. Ramírez Vaquero, Solidaridades nobiliarias y conflictos políticos en Navarra (1387-1464), Pamplona, Gobierno de Navarra, 1990, págs. 60, 102, 165, 168, 170, 189, 198, 337, 344, 345; J. Martínez de Aguirre y F. Menéndez Pidal, Emblemas heráldicos en el arte medieval navarro, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1996, págs. 234-235, 393-397; J. Martínez de Aguirre, “La capilla funeraria en la Navarra medieval”, en VV. AA., Actas del XIV Congreso Nacional de Historia del Arte. Correspondencia e Integración de las Artes. Málaga 18-21 septiembre 2002, vol. III, Málaga (en prensa).
Julia Pavón Benito
