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Rafael Antonio Castellanos Quiroz

Biografía

Castellanos Quiroz, Rafael Antonio. Santiago de Guatemala (Guatemala), c. 1725 – Guatemala de la Asunción (Guatemala), VIII.1791. Músico, compositor, maestro de capilla de la catedral de Guatemala.

Desde muy niño se inició en la música. Entre 1745 y 1765 auxilió a su tío Manuel Joseph de Quiroz (? 1765) mientras adquiría con él una sólida formación, familiarizándose con el repertorio y estilo de la música española peninsular y virreinal del momento.

A la muerte de su tío, fue designado maestro de capilla de la catedral de Guatemala, a la vez que conserva su sueldo como violinista; siguió así hasta su muerte.

La obra suya más antigua conservada es una de las Lamentaciones de Jeremías, Aleph Quomodo, de 1740, para voz aguda y órgano, cuando era “menor discípulo” de su tío (unos quince años), pero en la que muestra la solidez en que se formaba. A los veinte años, el joven Rafael ingresó en el coro de la catedral metropolitana como cantor, puesto que mantuvo durante dos decenios. La Navidad de 1779 se festejó en la Nueva Guatemala, construida de nuevo y en distinta ubicación que la Antigua Guatemala, destruida en el catastrófico terremoto llamado “de Santa Marta”; en ese festejo estrenó una cómica tonada a dúo, titulada Un francés y un gallego. Hacia 1781 tuvo problemas de salud y disminuyó su productividad, que era abrumadora. Se retiraba al cercano poblado de San Juan Amatitlán —hoy, Amatitlán— para su recuperación y lo acompañaban sus discípulos, pues, como todo maestro de capilla, tenía siempre tres o cuatro alumnos en su propia casa. Todavía entre 1786 y 1789 compuso diversos villancicos a la Ascensión. El responso Qui Lazarum es de 1789, y los villancicos La Ascensión triunfante y Ay, que sube a los cielos son de 1791. Falleció en un impreciso día de principios de agosto de 1791. En su testamento legó a la catedral todas sus partituras, sus libros de coros, clarinetes y un bajón. Fue un magnífico maestro de capilla, de producción abundante, preocupado de la renovación de cantores, instrumentistas e instrumentos, comprando composiciones de los compositores italianos y españoles de la, por entonces, vanguardia, y manteniendo correspondencia con otros maestros de capilla, como Ignacio Jerusalem.

Pero Castellanos mostró, sobre todo, sus preferencias, por el villancico al estilo español, no solamente el dedicado a la Natividad, sino a cualquier festividad litúrgica (Ascensión, Corpus, Asunción, Concepción) y a cualquier santo (san Pedro, santa Cecilia, santa Rosa de Lima, etc.). Se canta en español, dejando el latín para la música sacra del estilo antiguo (Semana Santa, música funeral, lamentaciones, etc.). No hay compositor de la América española que haya destacado tanto por sus villancicos (todos los conservados se citan más adelante por orden alfabético de sus títulos, que son los primeros versos). Castellanos fue, en el villancico, un renovador, con una riqueza inusitada de variedades y posibilidades al tiempo que incorporaba elementos de la música vernácula guatemalteca.

A esto llama el máximo experto en Castellanos, Dieter Lehnhoff, “música barroca hispanoamericana”.

Castellanos incluyó giros indígenas y ritmos asociados a la música popular, como, por ejemplo, en los titulados Pastores alegres y Negros de Guaranganá. Dentro de su amplia gama de villancicos, incluye la jácara y el “negro” o “negrillo”. Así, se encuentran villancicos “de indios”, “de gallegos”, “de extranjeros”. Hay también insólitos textos bélico-alegóricos (dedicados a santa Cecilia) e inclusive los llamados “de filósofos” o los de tipo “de diálogo”. En Pues mi Dios ha nacido a penar (de 1773), los dos tiples discuten sobre si se debe dejar dormir o despertar al Niño Dios, dejando irresoluta la secuencia pues el villancico termina con un “¡Sí!”, “¡No!”, al unísono.

Obras de ~: En latín: Aleph, Quomodo, Jerusalen, para voz, 1740; Venite adoremus, a 4 v., violines, bajo continuo, 1773; Regem apostolorum, 3 v., violines, bajo continuo, 1774; Subvenite, 4 v., trompas, flautas, oboes, bajo continuo, 1788; Qui Lazarum, 4 v., violines, trompas, oboes, 1789; Domine quando veneris, 7 v., violines, flautas, oboes, trompas, 1789; Liberame Domine de Visis Infernim, 4 v., violines, bajo continuo. En español [villancicos para distintas ocasiones]: A Belén aquesta noche; A Cecilia celebren; Adalides bizarros; Afuela, afuela; Ah de los cielos; Ah pastoras; Airosa contienda; A la nave, a la nave; Alarma tocad; A la tierra de María; Albricias cuidadosas; Al cordero humanado; Al demonio unas bayas darle quisiera; Allá va una xacarana; Al norte fixa; Al pronóstico nuevo; Al son de los timbales; Ángeles del cielo; Antón; Antón no quiere este año cantar; Aquel contador divino; Arca misteriosa; A sinola aplima mía; Astroma grande; Atención de mis voces; Atención que un extrangero; A un Dios humanado; Ausencia tirana; Ausente del alma mía; Ay que se sube a los cielos; Ay ténganmele; Bato con Bras y Bartolo; Bato, vamos al portal; Bendito el Señor; Cambiad el triste llanto; Cántase de María; Claro Pastor divino; Como ha llegado el Señor; Compren llen los boneticos; Conformes los astros; Con regocijo y contento; Cuatro infantes bonacillos; De alabanzas y elogios; Decidme flores; Dejando tristes los campos; De la Asunción de Nuestra Señora; De la omnipotente señora sois el brazo peregrino; De los prodigios que son; Desde el instante primero; De un maestro de escuela de cuentas; De Virgen y prudente los relieves; Dice el Génesis sagrado; Diga plimiya; Divino Atlante; Dixit Dominus; Dulces philomenas; El Alcalde de Belén; El negro maytinero; El verbo con la palabra; En Adán todos pecaron; En esdrújulos claros; En tropa esta Noche Buena; Es la fee de Pedro; Esta hostia soberana; Esta noche, es noche y día; Gertrudis, siempre hermosa; Gilguerillo qué alegre penetras; Gilgueros acorde; Gitanillas vienen; Graciosas las flores; Ha de pucha; Hoy al sacro banquete de amor; Hoy el Domine; Hoy sube a los cielos; Jesús, María y Joseph; La Ascensión triunfante; Las trompas más sonoras; La viuda de Onofre; Libertad de las gentes; Llegad Reyes dichosos; Llevando el compás; Lo neglo que somos gente buena; Los aires con chiflos (2 distintos: de 1766 y 1776, ¿duplicidad?); Los muchachos esta noche; Los músicos de Belén; Mariposita bella; Mercaderes del cielo; Mil veces venturoso; Montes de Palestina; Nace el supremo autor de la sabiduría; Navecita que al mar de Levante conduces; Negros de Guaranganá; Ocupen alegres; Oh admirable sacramento; Oh, alma dichosa; Oh pastor que has perdido; Oh tu claviculario; Oigan, oigan; Oygan desprenden; Oygan una xacarilla; Oygan un silogismo; Pajarillos alegres picos de oro; Para qué te disfrazas; Pastor amante; Pastorcitos del alma; Pastores alegres; Perder el mundo; Pescador, es Noche Buena; Por el diafono elemento; Por valles y montes; Pues la iglesia señores; Pues mi Dios ha nacido a penar; Quédate en paz; Qué es esto; Qué tormenta; Resonad instrumentos; Roma es, Pedro tu silla; Salvador de mi vida; Señores, yo soy Pascual; Sepan del cielo; Serafines alados; Si de Rosa el nombre; Si eres Phenix sagrado; Silencio, atención; Si perfecciona al Altísimo; Si por la primera culpa; Si son tantas las prendas de Pedro; Sólo conoce lo humano; Su jardín estrena la rosa; Tened, tened dueño; Tierno llorar; Todo era confusión; Todos al demonio en fiesta de Nuestra Señora; Triste caudal de lágrimas; Un francés y un gallego; Un pastor muy xacarero; Vaya de xácara amigos; Vaya de xácara nueva; Vuestros timbres Señor; Ya Jesús sube triunphante; Yo he venido Francisquini; Zéfiros blandos.

 

Bibl.: A. Paz y Salgado, Las luces del cielo de la iglesia difundidas en el Emisferio de Guathemala, México, Imprenta de María de Rivera, 1747; R. Stevenson, Renaissance and Baroque Musical Sources in theAmericas, Washington, General Secretariat, Organization of American Status, 1970, págs. 94-95; “Guathemala Cathedral to 1803”, en Inter-American Music Review (Los Angeles), vol. II (1980), págs. 42-52; D. Lehnhoff (ed.), Música de la época colonial en Guatemala. Primera antología, Antigua Guatemala (Guatemala), Plumsock Mesoamerican Studies, 1986; The Villancicos of the Guatemalan Componer Raphael Antonio Castellanos (d. 1791). A Selective Edition and Critical Commentary, tesis doctoral, Washington, The Catholic University of America, 1992; “El maestro de capilla en Guatemala durante el siglo xviii”, en Encuentro 8, IX-XII (1992), págs. 63-64; “La Música”, en Historia General de Guatemala, vol. III, Guatemala, Asociación de Amigos del País, Fundación para la Cultura y el Desarrollo, 1994, págs. 543-547; con A. E. Lemmon, “Castellanos Quiroz, Rápale Antonio” [por “Quiróz”], en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la Música España e Hispanoamericana, vol. VIII, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 2001, págs. 1067-1068.

 

Fernando Rodríguez de la Torre

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