Pérez del Muro, José. Miranda del Arga (Navarra), 1646 – Cartago (Costa Rica), 11.V.1713. Alcalde ordinario de Cartago.
Nació en 1646 en la villa de Miranda del Arga, en Navarra, y murió en Cartago, Costa Rica, el 11 de mayo de 1713. Sus padres fueron Juan Pérez de Muro y Águeda Martínez de Barbinzana. Casó el 14 de agosto de 1666 en Cartago con Mariana de Echavarría Navarro (hija de Juan de Echavarría Navarro y Ana de Retes y Vázquez de Coronado). En varias ocasiones sirvió el cargo de alcalde ordinario de Cartago y también por varios años el de teniente gobernador de la provincia.
Fue viudo de Mariana de Echavarría Navarro, con quien tuvo por hijas a Josefa y Águeda, la primera casada con Diego de Barros y Carvajal y la segunda con el maese de campo José de Casasola y Córdoba.
En la apertura de su testamento se mencionó que tuvo por esclavos a Manuela, mulata de 24 años, Micaela, de 5, y Manuel, al pecho, hijos de la primera; Ambrosía, negra de 20 años y José su hijo, de 5; Juana, negra bozal de 30; Gregorio, negro bozal de 30; Cristóbal como el anterior; Domingo, negro viejo de más de 60; Manuel, negro de la misma edad; Juan, negro de 50; Francisco, negro viejo; Antonio, negro viejo; y Pedro José, negro criollo de 18 años. Tenía, además, dos asientos de cacao frutal en Matina, con 5.500 árboles. Era dueño de una casa en la ciudad y un solar por la parte de oriente de la ermita del Señor San Nicolás, el cual mandó que se adjudicara a dicha ermita por tenérselo prometido. Su apoderado en Panamá fue el capitán Gabriel de Urriola Echavarría. Entre los bienes de José Pérez estaban también dos zurrones de pimienta de Chiapa que pesaron seis arrobas veintiuna libras que le había remitido el capitán Simón de Balmaceda, alcalde ordinario de León, en Nicaragua, para que los vendiera en esa ciudad. En su testamento dejó indicado que a su sobrino, el licenciado José de Velasco, con el fin de ayudarlo a conseguir el estado sacerdotal, le plantó una arboleda de cacao en Matina de 3360 árboles y, mientras fructificaba, se obligó a darle cada año 325 pesos para su manutención y gastos.
Fundó una capellanía por su alma y la de su mujer y la de sus padres y demás. Por su obligación dio veinticinco misas rezadas en el día de santa Ana, san José y la aparición de san Miguel.
Fuentes y bibl.: Archivo Nacional de Costa Rica, Índice de los Protocolos de Cartago, n.° 872, f.116, 11.V.1713.
V. Sanabria, Genealogías de Cartago hasta 1850, t. II, San José, 1957; R. Obregón, De nuestra historia, los gobernadores de la colonia, San José, Universidad de Costa Rica, 1979.
Carmela Velázquez
