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Josep Maria de Sagarra de Castellarnau

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Biografía

Sagarra de Castellarnau, Josep Maria de. Barcelona, 5.III.1894 – 27.IX.1961. Poeta, narrador, periodista y dramaturgo.

Nació en una casa señorial de la calle de Mercaders, en el seno de una familia de la pequeña aristocracia barcelonesa. Su padre, Ferran de Sagarra i de Siscar, historiador y sigilógrafo, tenía entre sus ascendientes a políticos, eclesiásticos y escritores. Su madre provenía de un linaje catalán documentado en el siglo xi.

En sus primeros años le influyó mucho el ambiente doméstico, con una biblioteca de cuatro siglos, y sobre todo las estancias veraniegas en la finca que su familia poseía en Santa Coloma de Gramenet, cerca de Barcelona. Cursó el bachillerato en el Colegio de los Jesuitas, donde pronto destacó como rapsoda y autor de poesías de tema religioso o histórico. A los quince años publicó, por mediación de Josep Carner, su primer soneto y otras composiciones poéticas en revistas literarias, y se conviertió en lector asiduo de los grandes clásicos (Homero, Dante, Ariosto, Shakespeare, Molière, Racine) y de los más importantes escritores catalanes y españoles.

En 1910, con dieciséis años, reunió en tres cuadernos más de trescientos sonetos, que no llegó a publicar.Ingresó en la Facultad de Derecho y se inscribió en el Ateneu Barcelonès, donde formó parte de la peña literaria más importante de la ciudad, frecuentada por escritores de la talla de Eugeni d’Ors, Francesc Pujols y Josep Pla. Las tertulias de la entidad resultaron decisivas para su formación literaria, y en 1913 obtuvo una distinción en los Juegos Florales de Barcelona con el poema narrativo “Joan de l’Ós”, comenzado durante un reciente viaje a Italia. En 1914 publicó, bajo la influencia de Joan Maragall y Joan Alcover, su Primer llibre de poemes, al que siguió, el año siguiente, El Mal Caçador, donde se percibía aún más el eco de la poesía maragalliana.

En 1916, se inscribió en el Instituto Diplomático y Consular, y pasó dos años en Madrid, donde se relacionó con destacadas figuras de la intelectualidad española. Abandonada la carrera diplomática, regresó a Barcelona en 1918, y estrenó su primera obra dramática, Rondalla d’esparvers, quizá influido por Romance de lobos de Valle-Inclán. En 1919 publicó su primera novela, Paulina Buxareu, en la línea de la novela psicológica. Entre marzo de 1920 y enero de 1921, a propuesta de Ortega y Gasset, vivió en Berlín —y recorrió el centro de Europa— como corresponsal del diario madrileño El Sol. Sus crónicas son vivas, frescas y atentas a la dura realidad de la Alemania vencida. De nuevo en Barcelona, en 1922 fundó, con Bofill, Carner, Foix y otros intelectuales, Acció Catalana, un partido catalanista a la izquierda de la Lliga de Cambó. Este mismo año empezó a colaborar regularmente en el diario La Publicitat, donde se encargó de la crítica teatral y publicó cerca de doscientos artículos en los que renovó la prosa catalana con estilo ameno y chispeante. También en 1922 publicó, por encargo de la Mancomunitat, un librito sobre las costumbres de los pájaros, Els ocells amics, que acercó la naturaleza a los lectores —escolares, sobre todo— facilitándoles los nombres específicos de estos animales, cuyos hábitos conocía bien. En 1924, dio a conocer Tres contes —como los Trois contes de Flaubert—: David i Jonatàs, El cas del doctor Hipòlit y Maria Pia. Y en 1929 publicó Cafè, copa i puro, una selección de sus artículos en La Publicitat.

Entre 1920 y 1925, publicó varios libros poéticos con la canción como único género: Cançons d’abril i de novembre, Cançons de taverna i d’oblit, Cançons de rem i de vela y Cançons de totes les hores. En todos ellos utilizó un lenguaje plástico y vivo, demostrando una gran facilidad versificadora, y en 1928 sacó a la luz un extenso poema —de casi diez mil versos— titulado El Comte Arnau, que, por su temática y estilo, no fue muy bien acogido por la crítica. En cambio, sus novelas All i salobre (1929) y, sobre todo, Vida privada (1932) —con influencias de Marcel Proust y Aldous Huxley—, constituyen una destacada aportación a la novela catalana de la época, género literario que los noucentistes se resistían a practicar.

Con todas estas obras, Sagarra obtuvo popularidad y prestigio, que no cesó de acrecentar con su extensa producción teatral —más de cuarenta títulos— dentro de una gran variedad de géneros, en prosa y en verso: L’estudiant i la pubilla (1921), El foc de les ginesteres (1923), Les veus de la terra (1923), Fidelitat (1924), La follia del desig (1925), Marçal Prior (1926), Un estudiant de Vic (1927), La Llúcia i la Ramoneta (1928), Les llàgrimes d’Angelina (1929), La filla del Carmesí (1929), La corona d’espines (1932), L’Hostal de la Glòria (1932), El Cafè de la Marina (1933), La Rambla de les Floristes (1935), etc. Tradujo para la escena obras de Goldoni (Molière), Molière (L’escola dels marits, George Dandin —convertida en El senyor Pupurull—) y Pirandello (El barret de cascavells, 1923), y vertió al catalán Marius (1931) del provenzal Marcel Pagnol, con quien Sagarra tenía algunas concomitancias. Participó también en el teatro de revista, escribiendo textos para obras como Yes-yes (1925), Oui-oui (1926), Joy-Joy (1926) o Charivari (1927).

Hasta la Guerra Civil siguió publicando poesía: El poema de Nadal (1931) —del que hizo una lectura pública en el Palau de la Música—; La rosa de cristall (1933), un excelente poemario amoroso; Àncores i estrelles (1936), composiciones de tema marinero, como lo habían sido las Cançons de rem i de vela. Entre 1929 y 1936 firmó la sección “L’aperitiu” en el semanario Mirador, de la que publicó, en 1947, una generosa selección. Colaboró también en la prensa satírica —El Be Negre—, donde publicó, sobre todo, poesías de intención política y de una gran causticidad.

En octubre de 1936, peligrando su vida en Barcelona, se marchó a París. Se casó con Mercè Devesa y, entre enero y julio de 1937, viajó con ella a la Polinesia, donde escribió dos magníficos libros: el poemario Entre l’equador i els tròpics, que publicó en 1946, y La ruta blava, un excelente libro de viajes, que dio a conocer, en 1942 y en castellano, con el título de El camino azul. Pasó los tres años siguientes en Francia, donde tradujo, en verso y en catalán, La Divina Comèdia —que había empezado a traducir en 1936— por encargo de Francesc Cambó. En 1940, volvió a Barcelona, y, bajo el mecenazgo del financiero Félix Millet, continuó vertiendo al catalán a dramaturgos clásicos como Shakespeare —de quien tradujo, en verso, todo su teatro—, Molière —del que adaptó L’avare (El senyor Perramon, 1960)—, y Gogol (La boda, convertida en El fiscal Requesens, 1961).

En 1946, retomó el contacto con el público catalán con El prestigi dels morts, drama realista, y en la misma línea estrena La fortuna de Sílvia (1947), Galatea (1948) y Ocells i llops (1948), sin conseguir el favor de los espectadores, que le obligaron a volver a su anterior fórmula del poema dramático: L’hereu i la forastera (1949), Les vinyes del Priorat (1950), L’amor viu a dispesa (1952) y L’alcova vermella (1952). Cedió ante el melodrama, ya en prosa, obteniendo algún que otro éxito, como La ferida lluminosa (1954), de implicaciones religiosas, que se representó también en Madrid.

Entre 1942 y 1945, escribió El poema de Montserrat, una obra extensísima, dieciséis mil versos, que vio la luz en edición de bibliófilo (1950-1955) y en edición popular (1956). Volvió a ejercer el periodismo, forzosamente en castellano, publicando artículos en La Vanguardia Española y en el semanario Destino, que recogió parcialmente en un libro (Cola de gallo, 1959). La obra más importante de sus últimos años es, sin duda, un primer volumen de sabrosas y extensas Memòries (1954), donde se muestra como un gran prosista y un testimonio excepcional de la época evocada (hasta 1918). El libro, que no tendrá continuación, puede considerarse la cúspide de su carrera de escritor y su testamento literario.

El mismo año devino miembro de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona, y en 1959, tras la muerte de Carles Riba, fue elegido presidente de la Secció Filològica del Institut d’Estudis Catalans, de la que era miembro desde 1942. En mayo de 1961 recibió la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, y murió, tras una larga agonía, el 27 de septiembre. Su obra, que nunca ha dejado de ser popular, ha sido traducida al castellano, al francés y al italiano.

 

Obras de ~: Obra poética (1912-1937), Barcelona, Selecta, 1947; Obres completes: Teatre, epílogo de J. Carbonell, Barcelona, Selecta, 1948-1964, 4 vols.; Dante Alihieri, La Divina Comèdia: Infern, traducció i comentaris de ~, Barcelona, Alpha, 1955; Obres completes: Poesia, pról. de O. Saltor, Barcelona, Selecta, 1962; Obres completes: Prosa, pról. de D. Guansé, Barcelona, Selecta, 1967; Joan Enric, Barcelona- San Boi de Llobregat (Barcelona), Institut del Teatre-Edicions del Mall, 1985; Obres completes. Traduccions. Teatre de Shakespeare, Barcelona, Editorial Selecta-Catalònia, 1986-1990, 3 vols.; Crítiques de teatre: La Publicitat, 1922-1927, Barcelona, Institut del Teatre de la Diputació, Edicions 62, 1987; Obra completa, ed. crít. de N. Garolera, València, Tres i Quatre, 1994-, 19 vols.; Cartas europeas. Crónicas en “El Sol”, 1920-1928, ed. y pról. de N. Garolera, Barcelona, Destino, 2001; L’ànima de les coses. Articles a “La Publicitat” (1922- 1929), ed. y present. de N. Garolera, Barcelona, Quaderns Crema, 2001.

 

Bibl.: J. Folguera, “Josep M.ª de Sagarra”, en Les noves valors de la poesia catalana, Barcelona, Publicacions de La Revista, 1919, págs. 79-88; J. Pla, “Josep Maria de Sagarra, dramaturg”, en La Nova Revista”, I, 1 (1927), págs. 25-36; “Josep M. de Sagarra”, en Homenots. Segona sèrie, Barcelona, Selecta, 1958, págs. 123-161; J. M. Espinàs, Sagarra, Barcelona, Alcides, 1962; O. Saltor, “El poeta Josep M. de Sagarra”, en J. M.ª de Sagarra, Obres completes: Poesia, op. cit., págs. XVIIXLVII; J. Carbonell, “L’obra dramàtica de Josep M. de Sagarra”, en J. M.ª de Sagarra, Obres completes: Teatre, vol. 4, op. cit., págs. 1345-1406; J. Molas, “El cas Sagarra”, en La literatura catalana de postguerra, Barcelona, R. Dalmau, 1966, págs. 39-53; D. Guansé, “L’obra en prosa de Josep M. de Sagarra”, en J. M.ª de Sagarra, Obres completes: Prosa, op. cit., págs. XIII-XXXI; M. Serrahima, “Josep Maria de Sagarra”, en Dotze mestres, Barcelona, Destino, 1972, págs. 333-365; L. Permanyer, Sagarra, vist pels seus íntims, Barcelona, Edhasa, 1982; vv. AA., Josep Maria de Sagarra, home de teatre (1894- 1994), Barcelona, Generalitat de Catalunya, 1994; VV. AA., Sagarra i Barcelona, Barcelona, Ajuntament, 1995; J. Llavina, “Introducció a la poesia de Josep Maria de Sagarra”, en Obra completa 1. Poesía 1, ed. crít. de N. Garolera con la colaboración de J. Llavina, Valencia Edicions 3 i 4, 1996, págs. XIIIXXXVII; M. Nunes, “Introducció a la prosa de Josep Maria de Sagarra”, en Obra completa, vol. VI, Valencia, Eliseu Climent, 1999, págs. VII-XXXIX.

 

Narcís Garolera