Su familia procedía del pueblo marinero de El Masnou —el Maresme— y a los ocho años quedó huérfano de padre. Aunque pudo estudiar en los jesuitas, tuvo que dejar su carrera universitaria y trabajar en una tienda de ultramarinos y en una fábrica. Desde muy joven practicaba el tenis y en 1917 fue uno de los fundadores del club deportivo Junior (Sarrià-Barcelona).

En 1931 ingresó en la recién creada Federació de Joves Cristians de Catalunya (FJCC), que reunía a jóvenes católicos de distintas procedencias. Influido por la Juventud Obrera Cristiana (JOC) belga de Cardijn, creó grupos de formación y estudio y su apostolado pretendía reconquistar espiritualmente a Cataluña e incidir en indiferentes y no practicantes. Millet presidió siempre la FJCC, la cual llegó a tener diez mil afiliados, de los que unos centenares fueron asesinados en 1936 por los anarquistas. En 1935 Millet fue nombrado director del diario católico El Matí y a finales de julio de 1936 fue perseguido a muerte por su militancia católica. Gracias a un pasaporte de la Generalidad de Cataluña pudo marchar por vía marítima y recalar en Marsella. [...]