Cuartero Medina, Mariano. Zaragoza, 22.III.1813 – Jaro (Filipinas), 16.VII.1884. Religioso dominico (OP), prelado y escritor.
Ingresó como novicio en el convento de Predicadores de Zaragoza, donde profesó en marzo de 1829.
Prosiguió sus estudios eclesiásticos en el convento de Ocaña, donde también ejerció como profesor de Filosofía.
En 1840 embarcó para Filipinas y llegó a las islas un año después. Durante su estancia en el archipiélago desempeñó diversos ministerios, entre ellos, misionero en Nueva Vizcaya, profesor de Filosofía y Teología en la Universidad de Santo Tomás, prior del convento de Santo Tomás de Manila, y socio del obispo de Cebú. De regreso a España, en 1855 fue procurador de la provincia del Santo Rosario de Filipinas en España y Roma, y a partir de 1858, rector del Colegio Misionero de Ultramar de Ocaña, cargo que ostentó hasta 1864, año en que se le designó procurador de su Orden.
En 1867 fue nombrado primer obispo de la recién erigida diócesis de Santa Isabel de Jaro (Iloilo, Filipinas) y tras recibir del Papa su nombramiento canónico fue consagrado en el colegio de Ocaña en noviembre del mismo año. La creación de la nueva diócesis de Jaro había sido una meta de la Iglesia de Filipinas desde hacía siglos y se consiguió finalmente gracias a las gestiones del obispo de Cebú, el dominico Romaldo Jimeno. La nueva diócesis incluía la isla de Panay —con las provincias de Iloilo, Capiz, Antique y Aklan—, la isla de Negros y sus adyacentes, así como la península de Zamboanga y provincia de Davao (isla de Mindanao). En 1873 se quejaba Cuartero al arzobispo de Manila de los sacrificios que tenían que abordar los párrocos de su distrito para atender tan extenso territorio.
De su ministerio, durante los dieciséis años que estuvo al frente de la diócesis, cabe subrayar la construcción del palacio episcopal y de la catedral (iniciada en 1869 y finalizada en 1874), así como el seminario de San Vicente Ferrer y el cementerio.
Junto a su buena gestión como primer obispo de Jaro, hay que destacar sus cualidades para aprender las diferentes lenguas autóctonas y su obra como filósofo e historiador. Aparte de numerosos trabajos, aún sin publicar, colaboró en la obra Flora Filipina.
Obras de ~: Enciclopedia visaya de teología e historia sagrada, s. f.; Gramática Panayana, s. f.; Diccionario visayo, s. f.; De magtotoom sa balay, s. f.
Bibl.: J. Montero Vidal, Historia general de Filipinas, t. III, Madrid, Est. Tipográfico de la Viuda e Hijos de Tello, 1895; A. Pirala, Historia Contemporánea, Guerra Civil, Anales desde 1843 hasta el fallecimiento de Alfonso XII, t. VI, Madrid, Felipe González Rojas, 1895; S. Pons y Torres, En defensa del clero filipino, Manila, 1900; A. Molina, Historia de Filipinas, t. II, Madrid, Mapfre, 1985; M. González Pola, Obispos Dominicos en Filipinas, Madrid, Instituto Pontificio de Filosofía y Teología, 1991; L. Gutiérrez, Historia de la Iglesia en Filipinas, Madrid, Mapfre, 1992; A. Castellanos, “Los dominicos en el contexto anticlerical de la Revolución de Filipinas”, en Actas del VI Congreso Internacional de los Dominicos en Hispanoamérica y Filipinas a raíz de la guerra de 1898, Bayamón (Puerto Rico)-Salamanca, Instituto de Estudios Históricos Juan Alejo de Arizmendi-Editorial San Esteban, 1998, págs. 231-251.
Alicia Castellanos Escudier