Acassuso, Domingo de. Consejo de Zalla, villa de Valmaceda, Angostura (Vizcaya), 15.II.1623 – Buenos Aires (Argentina), 8.II.1727. Militar, funcionario y comerciante.
Era hijo legítimo de Pedro de Acasuso y de María de Terrero y Baluga, ambos vizcaínos. Enrique Udaondo en su Diccionario biográfico colonial argentino señala que Domingo había nacido en Madrid, pero Raúl Molina, en una excelente búsqueda documental, afirma su origen vasco.
Inició en España su carrera militar, pasando al Río de la Plata en compañía del gobernador Alonso de Herrera y Sotomayor en 1681, en los navíos a cargo de Tomás Miluti. Formó parte de la expedición de socorro para tomar la ciudad de Colonia del Sacramento fundada el año anterior por los portugueses en la Banda Oriental, en territorio español, pero que felizmente ya había sido recuperada por los soldados de Buenos Aires y Santa Fe el 7 de agosto de 1680, a las órdenes de Antonio de Vera y Mújica. Acassuso ya era capitán cuando al poco tiempo de su llegada a la ciudad era dueño de una tienda de comercio, con la que negoció con éxito y bien pronto logró un cómodo bienestar económico. Comisionado por el gobernador del Río de la Plata para evitar el contrabando en las barrancas aledañas a la ciudad de Buenos Aires, actual partido de San Isidro, al norte de la ciudad, se enamoró del lugar, convirtiéndose en su benefactor. Empleó gran parte de su dinero en edificar el primer templo a san Isidro Labrador, colocando la piedra fundamental el 19 de octubre de 1706. Fundó una capellanía a favor de esta iglesia en 1708 y designó por capellán a José de Urrueta, reemplazado luego de su renuncia por Hernando Ruiz Corredor. Estaba empeñado en llevar a feliz término la obra de la iglesia de San Nicolás, en la ciudad de Buenos Aires, con un anexo para la Casa de Recogidas de doncellas pobres y huérfanas.
Su fortuna crecía diariamente de forma extraordinaria gracias a sus exitosas transacciones comerciales.
Poseía grandes propiedades en la ciudad: casa grande en la actual esquina de Belgrano y Chacabuco, y otras casas menores; una estancia en San Isidro de gran valía y dotada de ganado, sembradíos y atahonas.
Ocupó varios cargos públicos: tesorero de las Reales Cajas en 1712, alcalde ordinario de segundo voto en 1715, 1716 y 1721 conjuntamente con el juzgado de menores; contador de las Reales Cajas en 1721. Nunca contrajo matrimonio, pero tuvo cuatro hijos naturales que llevaron su apellido y heredaron sus bienes: Tomasa, José, Isidro y Feliciano. Domingo falleció repentinamente cuando se hallaba inspeccionando las obras de la iglesia de San Nicolás. Sobre el origen y la grafía de su apellido se sugiere la consulta de Raúl Molina.
Bibl.: E. Udaondo, Diccionario biográfico colonial argentino, Buenos Aires, Editorial Huarpes, 1945, págs. 24-25; D. Herrera Vargas y B. Dossier Almazan, “Don Domingo Acassuso y el verdadero origen de su devoción a San Isidro Labrador”, en Genealogía. Revista del Instituto de Ciencias Genealógicas Argentinas (Buenos Aires), 17 (1977), págs. 91-97; R. A. Molina, Diccionario biográfico de Buenos Aires (1580-1720), Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 2000, págs. 24-26.
Sandra Olivero
