Salinas, Plácido de. Mondragón (Guipúzcoa), c. 1520 – Montserrat (Barcelona), 1594. Benedictino (OSB), abad general de
Nació en el seno de una noble familia vizcaína, pero nada se sabe de él hasta su ingreso en 1543 en el monasterio de San Benito de Valladolid, cabeza de la congregación benedictina del mismo nombre. Profesó al año siguiente y fue enviado a estudiar al Monasterio de Santa María
En 1565 fue elegido abad de Irache, participando en calidad de tal con asiento y voto en las Cortes de Navarra, celebradas en 1567. En 1568 fue nombrado definidor y secretario general de la Congregación, consiguiendo de Felipe II importantes limosnas para la restauración del Monasterio de San Benito de Valladolid. Finalmente, el 18 de mayo de 1571 fue elegido general de la Congregación de San Benito de Valladolid. Durante su mandato prosiguió las obras de reforma del monasterio vallisoletano y obtuvo del papa Gregorio XIII una bula con diversos privilegios para la Congregación, pero como entre ellos figurara la facultad de modificar la concordia hecha entre el Monasterio de San Benito de Valladolid y la congregación sobre la elección de general, objeto de permanentes disputas, fray Plácido decidió retener el documento papal.
Quizás por esta razón o por otras más graves que se desconocen, fray Plácido fue severamente penitenciado en el capítulo de 1574, al terminar el tiempo de su generalato. Se retiró entonces a una de las ermitas de Montserrat y allí permaneció hasta que en 1579 fue nombrado abad de San Vicente de Salamanca. Rehabilitado plenamente, en 1580 fue elegido abad de San Esteban de Ribas de Sil (Orense) y en 1583 abad otra vez de San Vicente de Salamanca. En 1590 fue electo abad de Montserrat. Le cupo la dicha de terminar la obra de la iglesia nueva, consagrada por su mandato el 2 de febrero de 1592. Ese mismo año renunció a la dignidad abacial y se retiró a la ermita de San Juan, donde murió a finales de 1594.
Bibl.: E. Zaragoza Pascual, Los Generales de la Congregación de San Benito de Valladolid (1568-1613), Silos, Stvdia Silensia, 1980, págs. 53-67.
Miguel C. Vivancos Gómez, OSB
