Valencia, Francisco de. Zamora, c. 1522-1523 – 21.X.1606. Militar y consejero del Consejo de Guerra.
Nació en el seno de una familia de tradición militar. Hijo de Diego de Valencia y de Teresa de Guzmán y Barrientes. Sirvió al duque de Alba durante las campañas de Italia (1554-1558). En 1555 fue oficial auxiliar en misiones de reconocimiento de las posiciones enemigas. Por aquel entonces Alba consolidó una Escuela Militar que perduró durante años. Incorporó a Francisco de Valencia a esta escuela junto a hombres como Sancho de Londoño y Francisco Verdugo por medio del patrocinio y la fidelidad a su persona. Le nombró embajador extraordinario ante Cosme de Médicis, duque de Florencia, con el fin de acordar una actuación conjunta contra el papa Pablo IV.
En la década de 1560 participó en las campañas navales en el Mediterráneo. En 1561 estuvo destacado en La Goleta, Túnez, en 1563 colaboró junto el ingeniero Juan Bautista Salvago, en la mejora de las fortificaciones de Orán. En 1564 fue nombrado alcaide de la fortaleza de Mazalquivir dependiente del gobernador de Orán. Todas estas acciones en el Mediterráneo le brindaron la merced de vestir el hábito de caballero de la Orden de Malta; también fue caballero hijodalgo de Zamora desde el año 1569, y cofrade de los caballeros de San Ildefonso de Zamora. Fue hecho prisionero por corsarios berberiscos y llevado a los baños de Argel, donde coincidió con Rodrigo Cervantes y le dio cartas de recomendación dirigidas a los virreyes de Valencia y Mallorca; fue rescatado en Tetuán junto a Antonio de Toledo, futuro conde de Alba, en 1577, tras el pago de 7000 ducados ambos regresaron a España.
En 1580, el Consejo de Guerra de Felipe II, debido a las peticiones del duque de Alba, encargado de llevar a cabo la invasión de Portugal, le encomendó la misión de mandar un tercio durante las operaciones. Poco después, y a pesar de la oposición de su superior, Felipe II le hizo consejero militar del duque de Medina Sidonia, responsable de controlar el Algarve portugués.
Ascendió dentro de la jerarquía de la Orden de San Juan. En 1584 ocupó el cargo de procurador del Tesoro, en 1586 fue nombrado lugarteniente del gran canciller y bailío de las Nueve Villas y el 9 de enero de 1587 pasó a serlo de Lora, uno de los bailiajes más importantes de la Orden en Andalucía debido a las grandes rentas que poseía. Casó con María de Mazariegos y Losada.
En 1598 fue nombrado consejero del Consejo de Guerra, y ocupó la plaza hasta 1605. Durante este período se dedicó a la organización militar de la Monarquía hispánica y sus necesidades, tanto prácticas como teóricas, como lo atestigua la aprobación que dio el 11 de enero de 1599 al libro Examen de fortificación de Diego González de Medina Barba. Su entrada en el Consejo fue a consecuencia de las reformas que se dieron en su interior durante las décadas de 1580 y 1590, cuando los asuntos de la guerra pasaron a manos de profesionales que llevaron a cabo una reestructuración del sistema. Se retiró del servicio público debido a su mala salud, por lo que volvió a su tierra. Falleció el 21 de octubre de 1606 y fue enterrado en la capilla de San Bernardo, en la Catedral de Zamora.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar, Libros Registro, lib. 3, fol. 155v.; lib.15, fol. 213v.; Archivo General de Simancas, Consejo de Estado, leg. 1126, leg. 1387, fol. 131; leg. 1152 y leg. 1154.
M. Fernández de Navarrete, Vida de Miguel de Cervantes Saavedra, Madrid, Imprenta Real, 1819, págs. 384-385; J. Suárez Inclán, Guerra de anexión en Portugal durante el reinado de Felipe II, vol. II, Madrid, Imprenta y Litografía del Depósito de la Guerra, 1898, pág. 370; P. Williams, The Court and Councils of Philip III of Spain, tesis doctoral, London, 1973, pág. 424 (inéd.); L. Cabrera de Córdoba, Historia de Felipe II, Rey de España, Salamanca, Junta de Castilla y León, 1998 (2.ª ed.), págs. 72, 108, 115, 119, 128, 144, 280 y 1579; P. Williams, “Don Diego de Brochero y Anaya (c. 1535-1625) Corsario, almirante y administrador”, en La Orden de Malta, la mar y la Armada, en Cuadernos Monográficos del Instituto de Historia y Cultura Naval 37 (2000), págs. 8-9.
Eduardo de Mesa Gallego
