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Felipe de Tasis Quiñones

Biografía

Tasis Quiñones, Felipe de. Madrid, c. 1574 – Fitero (Navarra), 13.III.1615. Monje del Císter (OCist.), general reformador y abad perpetuo de Fitero.

Nació en un hogar de la nobleza: su padre, Juan de Tasis, era conde de Villamediana y correo mayor de Felipe II, y su madre, Ana de Quiñones, también descendía de la nobleza. Ingresó a los dieciocho años en el monasterio de Herrera (Burgos), imponiéndole el hábito fray Andrés de Salinas.

Estudio Filosofía en Meira (Lugo), en la última década del siglo XVI, en un curso cuyos alumnos fueron todos personajes destacados en la Orden o brillaron en la jerarquía de la Iglesia. Pasó a cursar Teología en Alcalá, con el maestro, fray Pedro de Lorca, uno de los más afamados maestros que tuvo la Orden.

Una vez terminados los estudios, regresó a su comunidad. En 1605, fray Andrés de Salinas le nombró prior del monasterio. Gracias a fray Pedro de Lorca, la persona más influyente de la Congregación de Castilla, elevado al generalato durante el trienio 1605-1608, fue nombrado prior del colegio de Alcalá en 1607, y en 1611 le ascendieron a abad.

Fray Pedro de Lorca tuvo que solicitar una dispensa de edad a Roma para poder nombrar a Tasis como su sucesor al frente de la Congregación de Castilla. De su gobierno se dijo que “se hizo formidable por su energía, heredada sin duda de sus antepasados nobles, sobre todo por cuanto se sentía en cualquier momento apoyado en la corte de Felipe III. Era benigno y suave con los dóciles, en cambio, descargaba todo su furor contra los rebeldes y contumaces”. Finalizado el trienio se tuvo el capítulo general en mayo, procediéndose a las elecciones de superiores según las orientaciones dadas por Tasis, como era costumbre. Entonces, el rey, al notar que estaba libre, teniendo que proveer el cargo de abad perpetuo de Fitero —por muerte de fray Fermín de Ibero— nombró a fray Felipe para sucederle. Cargo que ocuparía poco tiempo, pues murió el 13 de marzo de 1615.

 

Fuentes y bibl.: R. Calderón, Tumbo mayor de Herrera, s. f. (Archivo Histórico Nacional [AHN], ms. 365-B); Tumbo pequeño del monasterio de Herrera, s. f. (AHN, leg. 1106, pág. 5, ms. 1621, fols. 86-88); L. de Estrada, Exordio y progresos de la Observancia Regular de la Orden de San Bernardo, ms., s. f., fol. 87v.

A. de Yepes, Corónica general de la orden de San Benito, t. VII, Valladolid, Francisco Fernández de Córdoba, 1618, pág. 313; A. Manrique, Anales Cistercienses. Compendium Observantiae Hispaniae, t. IV, Lugduni, Iacobi Cardón, 1659, passim; V. la Fuente, España Sagrada, t. L, Madrid, Imprenta de José Rodríguez, 1866, pág. 199; D. Yáñez Neira, “Un joven de la nobleza española en el monasterio de Herrera, 1574-1974”, en Hidalguía, XXII (1974), págs. 861-880.

  

 Damián Yáñez Neira, OCSO