Anda y Salazar, Juan Francisco de. Vitoria (Álava), c. 1737 – Ciudad de México (México), 1802. Letrado, alcalde del crimen y oidor en Indias.
Perteneció a una familia que en el siglo xviii estuvo muy ligada a la historia de Filipinas, pues era sobrino de Simón de Anda y Salazar, gobernador que fuera de aquellas islas en dos ocasiones.
Inició sus estudios de Filosofía y Teología en el Convento de Santo Domingo de la ciudad de Vitoria, y de allí pasó a Granada, donde ingresó al Colegio del Sacro Monte, graduándose de bachiller y licenciado en Derecho Canónico por su universidad, tras lo cual se avecindó en Madrid, donde ingresó a la Academia de Jurisprudencia Práctica y fue recibido como abogado por los Reales Consejos en 1762 incorporándose al Real Colegio de Abogados de la Corte, y en el año siguiente servía como relator en el Consejo de Guerra.
Por Real Decreto del 4 de diciembre de 1769, fue nombrado oidor de la Real Audiencia de Filipinas para ocupar la vacante del jubilado Manuel Galbán y Ventura, pero sólo con goce de medio salario mientras viviera este ministro, despachándosele su título por real provisión fechada en Aranjuez el 14 de diciembre del mismo año. Por Real Cédula fechada en Madrid el 13 de diciembre de 1769 se ordenaba al presidente de la Casa de la Contratación que le dejare pasar a su destino en compañía de un criado, la ropa de su uso y dos cajones de libros, y así el 4 de abril del año siguiente se le daba la licencia respectiva para que marchara a Manila a bordo de la fragata Astrea.
Arribó a Manila en julio de 1770 y el día 23 de dicho mes tomó posesión de su oficio, al que entró con goce de salario entero en virtud de real cédula librada el 12 de junio de 1774, manteniéndose tres años más en las Filipinas, pues en 1777 regresó a los reinos de España, en compañía de dos criados naturales de la provincia de Cagayán, sin que pueda pasarse en silencio que en aquel viaje, se embarcó un elefante a bordo de la fragata Palas, al mando de Pablo Lasaña, bestia que estuvo al cuidado de un malabar durante la travesía.
Ese año de 1777, sobre consulta del Consejo de Cámara del 28 de mayo de 1777 se le hizo merced de plaza de oidor de la Real Audiencia de Guadalajara, librándosele su título por real provisión fechada en Madrid el 17 de julio de 1777, pero no viajó a este destino, porque, sobre nueva consulta de Cámara del 26 de junio de 1778, fue promovido a una alcaldía del crimen de la Real Audiencia de México, para la vacante del ascendido don Juan Antonio de Uruñuela y Aransay, despachándosele su título por real provisión fechada en Madrid el 4 de agosto de aquel año.
El 31 de marzo de 1780 se le concedió licencia para que se trasladara a la Nueva España en compañía de sus dos criados filipinos y del indígena malabar, que había cuidado del citado elefante, y arribó a ciudad de México a principios de noviembre de dicho año, pues tomó posesión de su plaza el día 3 de ese mes.
Llevaba cinco años en el servicio de su alcaldía del crimen cuando fue ascendido a plaza de oidor en el mismo tribunal virreinal para reemplazar al fallecido licenciado Francisco Gómez Algarín, oficio del que se le libró título en San Ildefonso el 14 de septiembre de 1785 y del que tomó posesión el 14 de enero siguiente.
Permaneció en México hasta su muerte, y en los años anteriores a ella se desempeñó como juez privativo conservador del marquesado del Valle.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Contratación, 5513, n. 2; Contratación, 5525, n. 1, r. 23; Filipinas, 343, l. 12, fol. 458v.-462r.; Filipinas, 273, n. 54; Filipinas, 522; Guadalajara, 303; México, 1639, 1640; Archivo General de la Nación de México, Reales Cédulas, 185, exp. 67, fol. 1r.
M. Burkholder y D. S. Chandler, Biographical Dictionary of Audiencia Ministers in the Americas, 1687-1821, Westport, Greenwood Press, 1982, págs. 13-14; J. Fayard, Los ministros del Consejo Real de Castilla (1621-1788). Informes biográficos, Madrid, Hidalguía-Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Salazar y Castro, 1982, pág. 182; M. Burkholder y D. S. Chandler, De la impotencia a la autoridad, México, Fondo de Cultura Económica, 1984, págs. 272, 336, 376, 390 y 398; T. Sanciñena Asurmendi, La Audiencia de México en el reinado de Carlos III, México, Instituto de Investigaciones Jurídicas-Universidad Nacional Autónoma, 1999, págs. 29, 47 y 48.
Javier Barrientos Grandon
