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Benito González del Valle y Fernández Galán

Biografía

González del Valle y Fernández Galán, Benito. Madrid, 17.VI.1869 – 9.VII.1952. Arquitecto.

Nació en Madrid en el seno de una familia hidalga —vinculada al marquesado de Campo Ameno— y oriunda de Asturias, pero afincada en la capital desde finales del siglo xix. Cursó sus estudios en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, en la que se tituló muy joven (con sólo veintitrés años) el 26 de agosto de 1892. Por tanto, su sustrato formativo fue esencialmente ecléctico, aunque en poco tiempo supo desarrollar un estilo propio caracterizado por una reinterpretación progresiva, y en clave modernista, de las fórmulas antiguas —que siempre asumió de un modo muy depurado y sobrio—, alcanzando con ello resultados casi de vanguardia. En apenas quince años, entre 1897 y 1912, su arquitectura evolucionó rápidamente desde el más ortodoxo eclecticismo decimonónico, presente en sus trabajos iniciales, hasta una sorprendente modernidad basada en el secesionismo vienés, que alcanzó la máxima expresión en el edificio conocido como Casa de los Lagartos.

Durante su primera etapa de ejercicio profesional, hasta 1901, González del Valle no destacó especialmente entre el grupo de arquitectos de su promoción, desempeñando, al igual que muchos de sus compañeros, algunos cometidos burocráticos de importancia menor. Inmediatamente después de acabar la carrera se afilió a la Sociedad Central de Arquitectos, de cuya junta de gobierno pasó a formar parte en 1893 con el cargo de secretario de la sección artística. Ese mismo año fue nombrado oficial 2.º de la inspección técnica del Ministerio de Hacienda para Sevilla, lo que le obligó a pasar una temporada en la capital andaluza.

A su vuelta ingresó en el cuerpo de arquitectos municipales del Ayuntamiento de Madrid, pero poco después renunció voluntariamente al puesto. Sus primeras realizaciones, proyectadas entre 1897 y 1901, denotan la influencia de la arquitectura decimonónica y no aportan grandes novedades, aunque sí se observa en ellas un notable gusto por la claridad volumétrica y la contención decorativa, que se generalizarán en obras posteriores. Así se aprecia en el palacete del conde de Vilana (1897-1899) de la calle Covarrubias —de factura simple y un tanto convencional—, el conjunto de edificios de viviendas (1899-1901) de la calle del Pez —típico ejemplo de arquitectura doméstica madrileña finisecular— y el desaparecido palacete del marqués de Mochales (1901-1903) —cuyo historicismo medievalista modernizado acusa ya un carácter premodernista—.

A partir de 1902 inició un período de intensa actividad en el que se suceden una serie de obras de mayor interés. Sobresale por méritos propios el singular panteón de José de la Cámara (1902), temprana asunción de criterios formales secesionistas que convierten a esta construcción pétrea en una de las creaciones más originales del modernismo madrileño. Inmediatamente después ejecutó una trilogía de edificios de viviendas en las calles Ortega y Gasset (1902-1903), Ruiz de Alarcón (1902-1904) y Espalter (1903-1905) (actualmente demolido) —estos dos últimos para su padre José González del Valle—, en los que un sobrio eclecticismo se ve aderezado con elegantes toques decorativos modernistas. De 1904 es su malogrado proyecto para la sede de la Sociedad Azucarera Española, muy atrevido en sus planteamientos compositivos y ornamentales, que fue reemplazado definitivamente por el mucho más clásico de Enrique María Repullés y Vargas. Esta etapa se cierra con la reforma del edificio de viviendas de José Peña Chávarri (1905-1906) en la calle Lagasca, cuya fachada representa, por la plasticidad de sus miradores y el diseño de sus acabados ornamentales, una peculiar asimilación de influencias procedentes del art nouveau internacional.

Su corta labor culmina con la realización del edificio de viviendas de la calle Mejía Lequerica (1911- 1912), llamado popularmente Casa de los Lagartos a consecuencia de los reptiles que, a modo de ménsulas, se sitúan bajo la cornisa. La obra constituye un llamativo ejercicio de modernidad, absolutamente novedoso en el paisaje urbano madrileño, que destaca por la fidelidad con que adopta principios extraídos del modernismo secesionista. La uniformidad de la fachada, la rotunda volumetría, los muros lisos, los vanos recortados y la estilización geométrica de los esgrafiados son rasgos que vinculan claramente este edificio con las creaciones más conocidas de la Secesión vienesa.

Tras este trabajo excepcional González del Valle se alejó casi totalmente de la práctica arquitectónica, dedicándose a otro tipo de encargos y cometidos. Participó con poco éxito en varios concursos para erigir algunos monumentos conmemorativos, fue miembro del jurado en el polémico concurso para construir el Ministerio de Marina (1916-1918) —que le condecoró con la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco—, desempeñó distintos puestos burocráticos en varios organismos de la Administración del Estado (el Banco de España, el Ministerio de Hacienda, el de Gracia y Justicia y la Dirección de Penales), y finalmente, durante el período de la Segunda República, llegó a ser arquitecto de la Presidencia del Consejo de Ministros. Precisamente su vinculación con el Gobierno republicano le apartó de la vida pública tras la Guerra Civil. Fue entonces, jubilado forzosamente, cuando pudo dedicarse a su gran afición, la poesía, a la que se entregó hasta su muerte acaecida en julio de 1952 con ochenta y tres años recién cumplidos.

 

Obras de ~: Palacete del conde de Vilana en la calle Nicasio Gallego, Madrid, 1897-1899 (reformado); Tres edificios de viviendas para José y Urbano Peña Chávarri en la calle Pez con Pozas y Minas, Madrid, 1899-1901; Palacete del marqués de Mochales en la calle Ortega y Gasset, Madrid, 1901-1903 (desapar.); Panteón de José de la Cámara en el cementerio sacramental de San Justo, Madrid, 1902; Viviendas para Romualdo Chávarri en la calle Ortega y Gasset, Madrid, 1902-1903; Viviendas para José González del Valle en la calle Ruiz de Alarcón, Madrid, 1902-1904; con M. de Olabarría, Reforma de las viviendas de Pablo del Pozo en el paseo de la Castellana, Madrid, 1903-1905; Viviendas para José González del Valle en la calle Espalter, Madrid, 1903-1905 (desapar.); Proyecto para la sede de la Sociedad Azucarera Española en la calle Juan de Mena, Madrid, 1904 (no realizado); Reforma de las viviendas de José Peña Chávarri en la calle Lagasca, Madrid, 1905-1906; con M. Trilles y P. Estany (escultores), Anteproyecto de monumento a las Cortes de Cádiz, 1911 (no realizado); Viviendas para José María Creus (Casa de los Lagartos) en la calle Mejía Lequerica, Madrid, 1911-1912; con M. Jalvo Millán, Círculo Obrero de Trubia, Asturias, 1912; con G. Borrón (escultor), Anteproyecto de monumento a Cervantes, 1915 (no realizado).

Escritos: Versos 1940-1945, Madrid, Tipográfica Clásica Española, 1946.

 

Bibl.: B. de Pantorba, Historia y crítica de la Exposiciones Nacionales de Bellas Artes celebradas en España, Madrid, Alcor, 1948 (reed., Madrid, Jesús Ramón García-Rama, 1980); F. J. Pérez Rojas, “Sobre tres singulares edificios madrileños (1911-1919)”, en Villa de Madrid, 75 (1983), págs. 25-34; J. R. Alonso Pereira, Madrid 1898-1931 de corte a metrópoli, Madrid, Comunidad de Madrid, 1985, págs. 68-69; C. Saguar Quer, Arquitectura funeraria madrileña del siglo xix, Madrid, Universidad Complutense, 1989; “Arquitectura modernista en los cementerios de Madrid”, en Goya, 217-218 (1990), págs. 65-67; A. Urrutia Núñez, “Bibliografía básica de arquitectura en Madrid. Siglos xix y xx”, en Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte de la Universidad Autónoma de Madrid, 3 (1991), págs. 199-266; Ó. da Rocha Aranda, El arquitecto madrileño Benito González del Valle (1869-1952), trabajo de doctorado, Madrid, 1996 (inéd.); A. U rrutia Núñez, Arquitectura española siglo xx, Madrid, Cátedra, 1997, págs. 129-130; VV. AA., Arquitectura de Madrid: casco histórico y ensanches, Madrid, Fundación Cultural Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, 2003; Ó. da Rocha Aranda y R. Muñoz Fajardo, Madrid Modernista. Guía de arquitectura, Madrid, Tébar, 2006.

 

Óscar da Rocha Aranda