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Francisco Varas y Valdés

Biografía

Varas y Valdés, Francisco. ?, s. m. s. XVII – 1752. Consejero del Consejo de Indias y teniente general.

Se desconocen los primeros años de la carrera profesional de Varas y Valdés y cómo llegó a alcanzar el puesto de juez oficial de la Casa de Contratación de Sevilla. Sin embargo, se sabe que Varas y Valdés se trasladó ocasionalmente a Cádiz en 1711 con el fin de revisar los derechos y recibos de armadas y flotas provenientes de las Indias. En 1714, cuando la creación de las dependencias de Marina en esta ciudad comenzaron a realizarse, se instaló definitivamente en ella recibiendo, el 22 de enero de 1715, el cargo de intendente de Marina y Comercio. Sus trabajos se centraron principalmente en la supervisión de las obras portuarias y en el buen funcionamiento de la bahía.

Varas y Valdés disfrutó de la confianza del futuro ministro de Marina, José Patiño, quien por aquel entonces ejercía como intendente general de Marina y presidente de la Casa de Contratación de Sevilla.

Quizá este grado de unión entre ambos personajes fuese la causa de la elección de Varas y Valdés como presidente de la Casa de Contratación en dos ocasiones, 1719 y 1725, en sustitución de Patiño.

Pero no sólo Varas y Valdés contó con el patronazgo de Patiño, también su trayectoria laboral aparece vinculada con otro ministro de Marina, Zenón de Somodevilla y Bengoechea, marqués de la Ensenada.

Posiblemente ambos hombres se conociesen de Cádiz, cuando trabajaban juntos a las órdenes de Patiño.

Sea como fuere, lo cierto es que Varas y Valdés colaboró estrechamente con el ministro Ensenada en varios de sus principales proyectos gubernamentales relacionados con la Marina. Así, por ejemplo, desempeñó una gran labor en el astillero de La Carraca (Cádiz) supervisando las obras y consiguiendo los materiales humanos y técnicos necesarios para la política de rearma naval proyectada por Ensenada.

También Varas y Valdés colaboró estrechamente con el ministro en la política represiva llevada a cabo contra la población gitana. Como intendente, debía instalarlos en los arsenales de Cádiz y Cartagena y supervisar los trabajos forzosos a los que se le sometió.

La situación se le presentó muy complicada y su correspondencia demuestra su impotencia por controlar a esta “desventurada raza”. Los gitanos se fugaban constantemente, incluso algunos llegaron a amotinarse, y Varas y Valdés comentaba su pesar por no poder controlarlos. Además, el marqués de la Ensenada contó con su colaboración para otra de sus grandes empresas: la comercialización del palo de tinta de Campeche. La idea era traer esta materia prima desde Ultramar y poder vendérsela desde España a los ingleses iniciando una guerra comercial en toda regla. Uno de los puertos elegidos era Cádiz, lugar en donde Varas y Valdés confesaba al ministro disponer ya de sujetos interesados en la compra y contar con todos los medios necesarios para la comercialización del palo de tinta.

Varas y Valdés compaginó sus funciones como colaborador del marqués de la Ensenada con sus puestos de camarista de la Cámara de Indias (nombrado el 13 de abril de 1742) y de consejero del Consejo de Indias (1750). El 29 de noviembre de 1751 se le concedieron honores de teniente general en recompensa por los servicios prestados en la Intendencia de Marina.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Secretaría de Marina, leg. 732; Biblioteca Nacional, ms. 3.790.

Guías de Forasteros, años 1744-1752; J. L. Pando Villaroya, La Administración en la Armada Española, Madrid, 1984, págs. 52 y 60; C. González Caizán, La red política del Marqués de la Ensenada, Alicante, Novelda, 2004.

 

Cristina González Caizán

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