Lugo, Francisco de. Madrid, 1579 – Valladolid, 17.XII.1652. Teólogo y escritor jesuita (SI).
Fue el mayor de cuatro hermanos, uno de ellos el cardenal Juan de Lugo. En el año 1599 consiguió en la Universidad de Sevilla, ciudad de su domicilio paterno, la licenciatura en Artes. Estudiaba Leyes en Salamanca cuando ingresó en el noviciado de la Compañía de Jesús de esta ciudad. Allí mismo cursó sus estudios de Teología, que concluyó en 1606. Hizo el año de retiro espiritual denominado “tercera probación” (1606-1607) en León, al tiempo que ejercía su ministerio sacerdotal en la ciudad. Enseñó Gramática (1608-1610) en León, Filosofía (1610-1612) en Palencia y Teología (1615-1618) en Santiago de Compostela.
El 5 de marzo de 1619 zarpó de Sanlúcar de Barrameda y, llegado al Nuevo Reino de Granada, enseñó Teología (1619-1623) en Santafé de Bogotá. Pasó luego a México, donde estuvo un tiempo desocupado, hasta que enseñó Teología en el colegio de San Pedro y San Pablo. A su vuelta de México a España la flota española, en la que viajaba, cayó en manos de piratas holandeses (septiembre de 1628) en Cuba. Luego pudo escapar a México, pero perdió buena parte de sus manuscritos. Fue instructor de tercera probación en Tepotzotlán, hasta su regreso a Sevilla (agosto de 1630).
De nuevo, profesor de Teología en San Ignacio de Valladolid (1633), fue nombrado rector del colegio de Segovia en abril de 1635, pero, a petición del padre general Mucio Vitelleschi, fue confesor (noviembre de 1636) del obispo de Osma, Martín Carrillo (a quien en Roma no le permitieron que entrase en la Compañía de Jesús), así como superior de la comunidad jesuítica. Trasladado Carrillo a la sede de Granada (1641), Lugo pasó a Madrid (1642) para preparar sus publicaciones. Rector de San Ignacio de Valladolid (1645), fue elegido para la Congregación General VIII de los jesuitas (1645-1646) en Roma, donde quedó como revisor de libros y consultor teólogo del padre general (1645-1650). De nuevo en Valladolid (1650), fue rector de San Ignacio desde 1651 hasta su muerte. Con notables dotes de gobierno, Vitelleschi lo estimó mucho, como mostraba en sus abundantes cartas.
Los tratados teológicos que de él se conservan le aseguran un puesto digno entre los autores de segundo orden. El cardenal Juan de Lugo dejó de publicar varios de sus tratados teológicos por deferencia hacia su hermano Francisco, que se había adelantado en la publicación de ellos y que le parecían “excelentes”. Aspiró a una renovación de la teología armonizando lo bello de lo nuevo con la firmeza de lo antiguo.
Obras de ~: Opusculum de sacramentis in genere, Vallisoleti, 1638; Decursus praevius ad Theologiam Moralem sive de principiis moralibus actuum humanorum, Matriti, 1642; In Primam Partem D. Thomae: I. De Deo, II. De Trinitate, III. De angelis, Lugduni, 1647; De septem Ecclesiae sacramentis, t. I, Venetiis, 1652.
Bibl.: C. Somervogel, Bibliothéque de la Compagnie de Jésus, vol. V, Bruxelles-Paris, O. Schepens y A. Picard, 1890- 1932, pág. 175; F. Zambrano, Diccionario bio-bibliográfico de la Compañía de Jesús en México, t. VIII, México, Jus [1967], págs. 786-792; E. Olivares, “Francisco de Lugo (1579-1652).
Datos biográficos y escritos. Bibliografía”, en Archivo Teológico Granadino, 48 (1985), págs. 5-62.
Carlos Baciero González, SI