Cueva y Mendoza, Antonio de la. Señor de La Adrada. Cuéllar (Segovia), c. 1472 – La Adrada (Ávila), 13.III.1530. Noble, corregidor de Córdoba y Granada, gobernador de Galicia.
Segundo hijo varón de los I duques de Alburquerque, Beltrán de la Cueva y Mencía de Mendoza, cuarto en orden de nacimiento, Antonio debió de nacer hacia 1472, pues no se le menciona en el primer testamento paterno. Fue hermano entero del II duque de Alburquerque, Brianda de la Cueva, Mayor de la Cueva e Íñigo de la Cueva, así como hermanastro del III conde de Siruela y de Pedro de la Cueva.
Su condición de segundogénito no le privó de recibir un mayorazgo propio, el de la villa abulense de La Adrada, a pesar de lo cual cifró sus esperanzas de medro en el servicio a la Corona, donde desarrolló una larga carrera. Esta se inicia con su asiento como contino de la reina Isabel la Católica el 20 de julio de 1488, funciones que desarrolló hasta al menos 1494, en que desaparece de los pagos. En este empleo tuvo una participación destacada en la guerra de Granada, según el testimonio de Hernán Pérez del Pulgar. Desde la década de 1490 Antonio aparece como capitán de lanzas, sirviendo varios años una capitanía de lanzas en la costa de Granada.
Tras la salida de Fernando el Católico de Castilla en 1506 Antonio de la Cueva sirvió a Felipe el Hermoso, quien le despachó el 7 julio de 1506 para dar instrucciones a los oidores de la Chancillería de Valladolid en vísperas de la celebración de las cortes del reino en esa ciudad.
Este apoyo no fue obstáculo para que con el regreso del rey Católico el cursus honorum de Antonio siguiera progresando. Así, el 16 de septiembre de 1508 fue nombrado corregidor de Guadix, Vera, Mojácar, Purchena y Baza, el más extenso de los cinco corregimientos del reino de Granada. Entonces participó en la expedición contra Orán organizada por el cardenal Cisneros. Con diversas prórrogas anuales, Antonio de la Cueva permaneció en su oficio de corregidor hasta 1515, hecho que atestiguaría tanto su buen desempeño como su integración en la redes clientelares del conde de Tendilla, gobernador y capitán general del reino, de lo que es muestra su fluida correspondencia.
De este corregimiento promocionó al de Córdoba por nombramiento de 30 de marzo de 1515, cargo en el que le sorprendió la muerte del rey Fernando. A raíz de la misma, Antonio hubo de afrontar los movimientos y conflictos ocasionados por la nobleza en la baja Andalucía, de modo particular aquellos protagonizados por Pedro Girón, hijo del II conde de Urueña, a tenor de sus reivindicaciones sobre el ducado de Medina Sidonia. Durante tales alteraciones Antonio de la Cueva se mostró como un personaje próximo al círculo del cardenal Cisneros, a la sazón gobernador de Castilla en ausencia de Carlos. La confianza que Antonio merecía al cardenal fue causa de que en junio de 1516 se le prorrogase el corregimiento de Córdoba por un año más.
Sin embargo, no lo llegó a servir completo. En octubre de 1516, estando Antonio en la corte de Madrid, el cardenal Cisneros le envió con oficio de capitán general (nombramiento visto con suspicacia por el marqués de Mondéjar) a sofocar la rebelión de Málaga. Antonio aprovecharía su intervención en Málaga para influir en el nombramiento como corregidor de la ciudad de su primo Luis de la Cueva, señor de Solera.
A su vez, él mismo fue beneficiado con el nombramiento como corregidor de Granada. No obstante, no permaneció ininterrumpidamente en esta ciudad. Así, en junio de 1517 Antonio estaba de nuevo en Madrid, donde firmaba un memorial a Cisneros sobre el servicio que debían prestar las guardas de la costa del reino de Granada. El 26 de febrero de 1518 presentó ante el cabildo de Granada su prórroga como corregidor hasta 1519, aunque su estancia en la ciudad se prolongaría por todo 1520, asistiendo desde allí al desarrollo del conflicto comunero en Castilla.
Tras las Comunidades y sin que Carlos V hubiera vuelto a España, Antonio de la Cueva promocionó nuevamente de cargo, revelándose como un personaje útil y cotizado por sus dotes dentro de la estructura político-militar de la monarquía. Quizás se benefició para ello de sus buenas relaciones con el influyente secretario imperial Francisco de los Cobos. En este sentido, en marzo de 1522 pasó de ser corregidor de Granada a convertirse en gobernador y capitán general del reino de Galicia, cargo en el que relevó al conde de Fuensalida. Este sería el último oficio que ostentaría al servicio de la Corona. Desde su cargo de gobernador, Antonio de la Cueva desarrolló importantes cometidos, como la supervisión de la reforma de la Audiencia de Galicia, el seguimiento de la preparación de una segunda armada a las Molucas después de la de Magallanes y la fundación de la Casa de la Especiería en La Coruña, la fortificación de algunas de las ciudades costeras o la persecución de los enfrentamientos banderizos del reino.
Antonio no permaneció todo el tiempo de su gobierno residiendo en Galicia. Así, en enero de 1523 estaba en su señorío gestionando el matrimonio de su primogénito. En 1526 tuvo que ir a la Corte. En febrero de 1528 aparece nuevamente en sus estados firmando una fe para acreditar el servicio de su primogénito en Galicia, mientras que en marzo de 1529 hacía lo propio desde Toledo. Es posible que a partir de 1528 no regresara más a Galicia, pues a su muerte en La Adrada en marzo de 1530 era su hijo quien ejercía la gobernación del reino gallego. Dejó tres hijos de su matrimonio en 1494 con Elvira de Ayala, hija de los señores de Cebolla: el primogénito y sucesor, Francisco, Jerónimo y Ana de la Cueva, casada con Honorato de Carvajal.
Fuentes: Archivo General de Simancas (AGS), Cámara de Castilla, leg. 159, doc. 32; AGS, Escribanía Mayor de Rentas, Continos, leg. 3, docs. 71 y 76; AGS, Estado, leg. 3, docs. 229 y 350; AGS, Registro General del Sello, leg. 1508-9, docs. 33, 38 y 39; AGS, Registro General del Sello, leg. 1515-3, doc. 206; AGS, Registro General del Sello, leg. 1509-10, doc. 28; AGS, Registro General del Sello, leg. 1511-4, docs. 34, 33, 35 y 105; AGS, Registro General del Sello, leg. 1512–4, docs. 51-55; AGS, Registro General del Sello, leg. 1513-5, doc. 127; AGS, Registro General del Sello, leg. 1516-6, doc. 108; Archivo de la Real Chancillería de Valladolid (ARChV), Cédulas y pragmáticas, c. 1, doc. 3, f. 2r.
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Diego Pacheco Landero