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Joan d' Aymerich Saplana

Biografía

Aymerich Saplana, Joan d’. Cataluña, ¿1455? – 1519. Virrey de Mallorca.

Hijo y sucesor de Joan Berenguer d’Aymerich, segundo barón de Rubinat y San Antolín, era uno de los hombres de confianza de Fernando el Católico en Cataluña. Su nombre fue uno de los recomendados por el Rey para que fuera incluido entre los insaculados en Barcelona. Sirvió al Monarca en primer lugar en Sicilia. El 8 de diciembre de 1492 fue nombrado lugarteniente general de Mallorca, a la que no arribó hasta el 15 de junio de 1493, para poner remedio a la crisis política que padecía la isla a causa de las pugnas entre bandos nobiliarios. Con intermitencias, permaneció en el cargo dieciséis años y fue uno de los lugartenientes con un mandato más prolongado. Ningún otro lugarteniente en la época de Fernando el Católico y de los Austrias gobernó Mallorca durante tanto tiempo. Promulgó edictos en diciembre de 1493 que tuvieron trascendencia posterior. Topó desde sus comienzos con la oposición de los jurados temerosos de ver disminuidos sus privilegios, que le acusaron de extralimitarse en sus funciones. Recién llegado, la isla fue atacada por un brote de peste que le forzó a abandonar temporalmente la ciudad. Intentó acabar con la concesión de franquicias tributarias y con la deuda pública. En 1495 creó una comisión de redreç (reforma). En 1496, 1499 y 1501, el Rey Católico le renovó como lugarteniente general de Mallorca para un segundo, tercer y cuarto cuatrieno, a pesar de que en 1499 el Gran i General Consell había pedido su destitución.

Ausente del reino entre fines de 1498 y comienzos de 1499, ejerció interinamente la lugartenencia en su nombre el caballero mallorquín Alvaro Uniç. En 1499 recibió el encargo de ejecutar la real pragmática de Granada, destinada a la amortización de la deuda pública. En enero de 1501, ante una nueva ausencia, le reemplazó su hermano Jordi Miquel. A pesar de contar con apoyos entre menestrales y foráneos, en el verano de 1502 recibió la orden de trasladarse a la Corte para responder ante ésta de las acusaciones formuladas contra él, enfrentado como estaba a un sector de la oligarquía política malloquina que encabezaba el influyente procurador real Gregori Burgues, y reanudadas las muestras de insatisfacción hacia él por parte del Gran i General Consell a causa de su supuesto proceder parcial y restrictivo en el número de personas habilitadas para poder ser insaculadas. Suspendido del oficio, delegó su cargo en su hermano Jordi Miquel, que juró el oficio el 13 de agosto, el mismo día en que Joan abandonaba la isla. Después pasó una temporada en sus posesiones de la Segarra.

Cuando en la sesión del Gran i General Consell de 9 de enero de 1505 un propietario rural presentó una moción encaminada a su rehabilitación, tuvo lugar un alboroto. El jurado militar y otros seis consejeros se ausentaron de la sala para impedir la existencia del quórum imprescindible para poder tomar decisiones y bloquear la propuesta, mientras otros consejeros solicitaban que se cerrasen las puertas. Los jurados instaron al Rey el día 12 para que favoreciera su retorno. Fernando el Católico le rehabilitó y el 5 de junio le nombró nuevamente lugarteniente general de Mallorca por un quinto trienio. Volvió a la isla el 13 de octubre. Consciente de quién era uno de sus principales enemigos en Mallorca, Gregori Burgues —que falleció pocos días después de su llegada—, hizo cuanto pudo para evitar que su hijo Francesc pudiera sucederle en el cargo de procurador real, en el que intentó colocar infructuosamente a su hermano Jordi Miquel. En 1507 recibió una nueva confirmación real para renovar su cargo por un sexto trienio. A mediados de 1509, se ausentó de la isla, a la que no retornó hasta febrero de 1510. Le sustituyó como lugarteniente en este caso su sobrino y yerno Jordi Joan. En mayo volvió a tomar posesión del reino, en el que permaneció hasta principios de 1512, cuando lo dejó de manera definitiva. Se trasladó a Cataluña, donde murió en 1519.

 

Bibl.: A. Campaner, Cronicón Mayoricense, Palma, Juan Colomar y Salas, 1881; A. Santamaría Arández, “Pragmática de Granada. Una década de la Historia de Mallorca (1495- 1504)”, en Boletín de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación, 670-671 (1971), págs. 3-73; “Coyuntura política de Mallorca al morir Isabel la Católica”, en Bolletí de la Societat Arqueològica Lul·liana, 49 (1993), págs. 141-168; J. Juan Vidal, “Fernando el Católico y Mallorca”, en VV. AA., Fernando II de Aragón, el Rey Católico, pról. de E. Sarasa Sánchez, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1996, págs. 477-496; “Injerencias del poder real en el poder territorial y municipal en Mallorca durante la época de Fernando el Católico”, en VV. AA., Actas del XV Congreso de Historia de la Corona de Aragón, I. El Poder Real en la Corona de Aragón, vol. II, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 1996, págs. 239-254; El Sistema de Gobierno en el Reino de Mallorca (Siglos XV-XVII), Palma, El Tall, 1996.

 

Josep Juan Vidal

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