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Edmundo Carralcázar

Biografía

Carralcázar, Edmundo. Vellisca (Cuenca), c. 1650 – San Miguel de las Dueñas (León), 1730. Monje cis­terciense (OCist.), abad, canonista, teólogo y escritor.

Fue uno de los muchos hijos ilustres del monaste­rio de Sobrado de los Monjes, en La Coruña, donde tomó el hábito de novicio el 25 de octubre de 1669.

La Congregación Cisterciense de Castilla recibía por aquel entonces numerosas vocaciones a la vida monástica, especialmente niños adolescentes y jóve­nes cuyos padres deseaban fuesen formados en los prestigiosos colegios monásticos que poblaban Gali­cia. Muchas inteligencias sanas, despiertas y privile­giadas fueron a parar a manos de excelente maestros, que harían despertar en ellas, mediante disciplina y buenas enseñanzas, la pasión por los estudios y la vir­tud. Éste es el caso de Edmundo Carralcázar, de cuya vida no se sabe mucho, pero sí de su currículo y sus trabajos dentro de la propia Congregación. De sus es­critos y obras se desprende la gran erudición que ad­quirió a lo largo de su vida, y de su vida se desprende que fue un hombre apreciado y considerado grande­mente dentro de la Congregación.

Según Carbajo, “fue abad de Sobrado desde el año 1707 hasta 1710, trienio en el que se acabó de fa­bricar la iglesia de Sobrado. Fue elegido también abad del Monasterio de Bujedo, Definidor General y Ge­neral honorario, además de Calificador del Supremo Consejo de la Inquisición. Rígido observador de la disciplina monástica, fue uno de los Canonistas mas afamados de su tiempo, y, según dice el P. Muñiz, “llegando a tanto numero las Consultas que de todas partes se le hacían, que no pudiendo por sí solo dar vado a todas, le permitió la Religión dos amanuenses, con cuyo auxilio fue mucho lo que escribió e impri­mió: siendo digno de llorarse el que de pocos años a esta parte hayan desaparecido muchos, y los más aventajados de sus escritos”.

Se sabe de él por multitud de asuntos en los que intervino dentro de la propia Congregación de Cas­tilla, y porque en las definiciones de dicha Congre­gación se menciona su nombre, se le encargan di­versos menesteres y se le considera como hombre excepcionalmente versado en Derecho y ciencias re­ligiosas. Lo manifiesta así una obra escrita por él a lo largo de varios años —De Jure Abbatum— y que se conservaba manuscrita en el monasterio de Sobrado cuando el padre Muñiz trabajaba para su Biblioteca Cisterciense y que hoy se conserva en el monasterio de Oseira.

El padre Muñiz dice de algunas de sus obras que están “impresas”, y habla de la “librería del Sr. Flora­nes, en Valladolid, donde se conserva uno muy eru­dito”; de otros papeles y dice que se hayan “dispersos” y “sin nota de año y lugar”. Parece ser, pues, que fray Edmundo fue muy descuidado en cuanto a dar a los tórculos sus obras, y ello es sin duda debido a las mu­chas ocupaciones administrativas y burocráticas que ocuparon su tiempo.

Es extraño que no se le haya prestado mayor aten­ción, dada su personalidad y ciencia; pero bien pu­diera ser debido a su carácter radical y sus tenden­cias un tanto dogmáticas en sus exposiciones y modo de afrontar los asuntos. E. Martín, en su conocida y reconocida obra Los Bernardos españoles (Palencia, 1953), ni siquiera lo cita entre los cultivadores del Derecho, y eso que hace mención de eminentes fi­guras dentro de la Congregación: “Tampoco falta­ron entre los monjes castellanos quienes cultivasen la ciencia jurídica, incluso civil, si bien casi la tota­lidad de éstos se ciñen al derecho cisterciense y más explícitamente al derecho de Congregación. He aquí algunos autores y sus obras: Marcos de Villalba, Fr. Francisco Portes, Fr. Juan Lope, Ilmo Fr. Miguel de Fuentes, Fr. Agustín López, Fr. Nicolás Bravo [...]”, y nada más.

Falleció mientras se dirigía al Capítulo General de la Congregación, y parece ser que se pensaba en él como general. El Capítulo se iba a celebrar en el mo­nasterio de Palazuelos (Valladolid), pero su cuerpo había de quedar en el monasterio de monjas cister­cienses de San Miguel de las Dueñas (León), donde aún hoy se conserva su sepultura.

 

Obras de ~: Papel en derecho à favor del Monasterio de San Prudencio y su Dignidad Abacial, y de las prerrogativas que goza de vere nullius, s. f.; De jure Benefficiorum proesentado­rum à regularibus, s. f.; Papel en derecho sobre el que tiene el Monasterio de Sobrado en el Curato de Gomariz; [...] curato de Olveyra; [...] curato de Moldes; Presentación pleno jure que tiene Sobrado sobre el curato de Banga y [...] pertenencia del curato de la Ogreda, s. f.; Defensa en derecho sobre una nota con que se pretenciò vulnerar la fama de cierto sujeto de honor, s. f.; De Jure Abbatum, s. f. (en fol.); Consultas Canónicas y Morales, ms., s. f., 2 ts. (en fol.).

 

Bibl.: M. Carbajo, Historia del Monasterio de Sobrado, ms., s. f., fol. 393v.; R. Muñiz, Biblioteca Cisterciense Española, Burgos, Joseph de Navas, 1793, págs. 83-84; E. Martín, Los Bernardos españoles, Palencia, Gráficas Aguado, 1953, pág. 86; E. Manning, Dictionnaire des auteurs cisterciennes, Rochefort, Abbaye Notre-Dame de St. Rémy, 1975, pág. 163.

 

Francisco Rafael de Pascual, OCist.

 

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