Velázquez, Sancho. Olmedo (Valladolid), ú. t. s. XV – Puerto Rico, 17.V.1521. Fiscal de la Audiencia de Santo Domingo, juez de residencia y repartidor de Puerto Rico.
Era hijo de Diego Velázquez y de Beatriz de la Fuente. Ningún dato parece indicar que tuviera parentesco con el teniente de gobernador de la isla de Cuba, Diego Velázquez.
En 1510 se encontraba ya en La Española, ejerciendo como fiscal en la Audiencia, y allí permaneció hasta 1514.
El 23 de enero de 1513 se le encargó al tesorero de La Española, Miguel de Pasamonte, que procediese a hacer un nuevo repartimiento general en la isla de San Juan. Ante una repentina indisposición, él mismo sugirió que se nombrase en su lugar al licenciado Sancho Velázquez, un hombre de su entera confianza. No en vano Sancho Velázquez era un destacado miembro de la facción oficial, encabezada en La Española por Pasamonte y que se oponía abiertamente a los intereses de la familia Colón. Al Rey le pareció bien y efectivamente le expidió su nombramiento como juez de residencia y repartidor de Puerto Rico.
El 22 de septiembre de 1514 el olmedano arribó a Puerto Rico, ordenando de inmediato que todos los encomenderos dejasen ir a los indios a sus tierras y conucos, abandonando momentáneamente su trabajo en las minas.
A principios de 1515 procedió a realizar el nuevo repartimiento general. Éste guarda una clara similitud con el que había realizado por Alburquerque en La Española el año antes. No en vano, ambos estuvieron dirigidos, en última instancia, por la misma persona, es decir, por el tesorero Miguel de Pasamonte. El total de indios repartidos debió ascender a unos seis mil, de los cuales tan sólo se consiguieron reunir las tres cuartas partes, ya que muchos de ellos estaban huidos o alzados.
Al parecer, fueron claramente beneficiados los oficiales reales y los absentistas cortesanos que recibieron, cada uno, entre doscientos y doscientos cincuenta indios, en detrimento de los miembros del partido colombinista y de los antiguos pobladores y conquistadores.
La situación fue denunciada por muchos colonos que quedaron al margen del reparto. El cronista Gonzalo Fernández de Oviedo afirmó en este sentido la difícil situación en la que quedaron algunos antiguos conquistadores pese a que “a su propia costa e sin sueldo alguno habían ganado y conquistado la isla, con mucho derramamiento de su propia sangre”.
Tras realizar el repartimiento, vivió holgadamente en la isla, con el apoyo incondicional de los beneficiarios de su repartimiento. Durante este tiempo ostentó el cargo de alcalde mayor de la isla.
En 1519 fue depuesto y residenciado por el licenciado Antonio de la Gama. Fue alcanzado por fraude al erario público, saliendo también a relucir otras cuestiones personales, como su afición a los juegos de azar.
Poco después se las vio con el temible obispo e inquisidor de Puerto Rico, fray Alonso Manso, quien lo metió en la cárcel de la Inquisición. Allí falleció el 17 de mayo de 1521.
Bibl.: V. Murga Sanz, Cedulario puertorriqueño, Río Piedras, Ediciones de la Universidad de Puerto Rico, 1964; E. Fernández Méndez, Las encomiendas y la esclavitud de los indios de Puerto Rico, 1508-1550, Río Piedras, Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1984; G. Fernández de Oviedo, Historia general y natural de las Indias, Madrid, Atlas, 1992; E. Mira Caballos, El Indio antillano: repartimiento, encomienda y esclavitud (1492-1542), Sevilla, Muñoz Moya Editor, 1997; H. Thomas, Quién es quién de los conquistadores, Madrid, Salvat, 2001.
Esteban Mira Caballos
