Durán, Joaquín Domingo. Palencia, 20.III.1868 – Chile, p. m. s. XX. Agustino (OSA), prisionero de la Revolución filipina.
Fue hijo de Elisa Durán Jato y Gonzalo Domingo Merino, de oficio vidriero y hojalatero. Nació en Palencia el día 20 de marzo de 1868. Huérfano de padre a temprana edad, se trasladó con su madre a Villabrágima (Valladolid), donde, bajo la tutela de su tío el párroco Juan Durán, recibió educación cristiana y estudió tres años de Latín, con los que adquirió la suficiente preparación para acceder a la vida claustral.
Su ingreso en el Noviciado agustiniano de Valladolid fue el 16 de octubre de 1883 y su profesión solemne tuvo lugar en el monasterio burgalés de Santa María de La Vid el día 20 de octubre de 1887 ante el prior fray Manuel Gutiérrez Ibeas.
En septiembre de 1891 pasó a Filipinas y al año siguiente fue destinado a la parroquia de Baliuag. Fue párroco interino de Barasoáin en 1893 y de Jaén en 1894. Su periplo apostólico finalizó en Peñaranda, parroquia que regentó en propiedad desde enero de 1898 hasta junio, en que cayó prisionero en manos de los insurrectos filipinos, que le hirieron en la pierna derecha, quedándole como secuela cierta cojera.
Fueron dieciocho meses de cautiverio en las provincias de Tagalos y de la Pampanga, viviendo a diario el drama de la incertidumbre, la falta de libertad y la escasez de medios de subsistencia. Año y medio que recogió en su libro Episodios de la Revolución filipina, escrito juzgado favorablemente por la prensa católica de Manila y que debe ser considerado como fuente de información histórica acerca de la insurrección katipunesca.
Difícil era mantener un juicio equilibrado e imparcial a raíz de los acontecimientos, dado que el impacto había sido en cierto modo convulsivo. El padre Durán, aun queriendo ser justo y agradecido, exagera el lado bueno de las atenciones que recibió de muchos filipinos durante la prisión, aunque tampoco puede disimular el lado que él creyó menos humano en algunos de los líderes locales de la revolución.
Al finalizar el año 1899 recobró la libertad en Manila y desde allí se embarcó para España a mediados de 1901. Se incorporó al campo de la docencia en el Colegio agustiniano de Llanes; luego pasó a la Residencia de Santander y de aquí a la de Bilbao.
De su pluma salieron diversos artículos publicados en periódicos como El Diario de Manila, donde firma con el seudónimo Aurelio Gálvez; también en La Propaganda Católica, de Palencia; en La Atalaya o el Diario Montañés, ambos de Santander. Fue además redactor de plantilla de la revista agustiniana España y América, en la que colaboró con algunos ensayos.
La última noticia que se tiene es que en 1908 cruzó el Atlántico con rumbo a Chile, donde se supone que murió a mediados del siglo pasado, posiblemente secularizado.
Obras de ~: Episodios de la Revolución Filipina, Manila, Tipografía Amigos del País, 1900.
Bibl.: E. Jorde, Catálogo bio-bibliográfico de los religiosos agustinos de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de las Islas Filipinas desde su fundación hasta nuestros días, Manila, Est. Tipográfico del Colegio de Santo Tomás, 1901, págs. 661-662; G. de Santiago Vela, Ensayo de una biblioteca Ibero-Americana de la Orden de San Agustín, II, Madrid, Imprenta Asilo de Huérfanos del Sagrado Corazón de Jesús, 1915, págs. 277- 278; A. Renedo, Escritores palentinos. Datos bio-bibliográficos, I, Madrid, Imprenta Helénica, 1919, págs. 204-205; I. Rodríguez, Historia de la Provincia Agustiniana del Smo. Nombre de Jesús de Filipinas, IV, Manila, Estudio Agustiniano, 1968, págs. 413-414.
Isacio Rodríguez Rodríguez, OSA
