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Joaquim Vancells Vieta

Biografía

Vancells Vieta, Joaquim. Barcelona, 22.VI.1866 – 26.XII.1942. Pintor paisajista e impulsor del modernismo.

Joaquim Vancells fue uno de los pintores paisajistas más significativos del modernismo del cambio de siglo.

Se le considera el creador de la escuela pictórica de Tarrasa y uno de los principales dinamizadores del arte y de la cultura de la ciudad. Fue un personaje de amplios intereses culturales y un intelectual polifacético.

Además de ser un notable paisajista de caballete, ejerció de pintor decorador, de diseñador de interiores, de restaurador y fue un luchador incansable por la conservación del patrimonio histórico-artístico. Esporádicamente organizó manifestaciones culturales, fue profesor de pintura, incansable excursionista, consumado melómano e incluso, alguna vez, poeta. Vancells nació en Barcelona el 28 de junio de 1866 en el seno de una familia de la burguesía industrial. Durante la adolescencia, se trasladó con sus padres a la ciudad de Tarrasa, donde vivió hasta después de la Guerra Civil. Desde su infancia, manifestó unas dotes extraordinarias para el dibujo, pero tuvo una formación prácticamente autodidacta.

El primer hecho significativo de su trayectoria se concreta en su participación en la exposición colectiva que organizó el Reial Col·legi de Tarrassa, en el mes de julio de 1883, con tres dibujos de paisaje hechos del natural. Pocos años más tarde, en 1888, encontramos a Joaquim Vancells en las clases del recién creado Centre Artístich de Terrassa y sus obras primerizas están presentes en la primera muestra colectiva organizada por dicha entidad. Los profesores de pintura y dibujo eran el pintor de marinas y de temas orientalistas Emili Sivillà Torres y el postfortunyano Gabriel Martínez Altés (1858-1940). Cuando Vancells terminó los estudios de bachiller se trasladó a Barcelona y se matriculó en la escuela de Llotja, donde chocó con la disciplina académica de Antonio Caba, que le recomendó abandonar los estudios artísticos y dedicarse al negocio familiar. Durante su estancia en la Ciudad Condal, cultivó la amistad de Alexandre de Riquer, que le orientaría hacia las tendencias modernistas. En esos años, Vancells pintó numerosos paisajes de las cercanías de Tarrasa, así como de Llavaneras, donde la familia poseía una casa y algunas fincas. En Llavaneras coincidía con el prestigioso paisajista Josep Masriera i Manovents, que influyó en algunas de las producciones de nuestro artista. Simultáneamente, durante este periodo finisecular se convirtió en uno de los principales dinamizadores de la cultura de Tarrasa. Fue uno de los principales fundadores de la Agrupació Regionalista, que se convirtió en la plataforma de actuación pública en el campo intelectual y artístico de Vancells y de sus amigos.

La nueva entidad impulsó iniciativas importantes, como la creación de una escuela de dibujo donde nuestro artista y el pintor Tomás Viver ejercieron la docencia.

También organizó un coro que sería el embrión de la Escola Choral. Asimismo, crearon el semanario La Sembra, desde donde difundieron su ideario estético modernista. En otro ámbito, en el año 1882, Vancells, el historiador Josep Soler Palet, el doctor Casadevall y Víctor Iranzo fundaron la Comisión Municipal de Monumentos, encargada de la preservación del patrimonio arquitectónico de la ciudad.

El verdadero debut pictórico de Vancells se produjo en el año 1891, cuando expuso sus paisajes en la Sala Parés de la mano de su amigo Alexandre de Riquer.

Su pintura fue elogiada por el público y por la crítica barcelonesa. Al año siguiente, ganó una medalla de tercera clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes con su paisaje La Mata. La buena acogida pública de sus producciones le impulsó a participar frecuentemente en las colectivas semanales de la Sala Parés y así como en las exposiciones oficiales de la Ciudad Condal y de la Villa y Corte. Por otra parte, cabe señalar que durante la última década del siglo XIX y los primeros años del nuevo siglo pintó ocasionalmente fondos paisajísticos para las escenas castrenses del pintor Josep Cusachs. Vancells adaptó en su pintura el naturalismo gris de los modernistas, de carácter urbano, al paisajismo catalán de raíz vayrediana y, en definitiva, barbizoniana. Sus cuadros describían el mundo rural y la montaña con un espíritu de fiel realismo, pero a la vez expresando una sugerente poética, manifestada sobre todo mediante el aspecto atmosférico del paisaje. La presencia casi constante de la niebla en sus composiciones de estos años dota de misterio y ensoñación a sus visiones pictóricas de las montañas cercanas a su ciudad. Vancells colaboró activamente en la fundación de la entidad artística confesional llamada Círcol Artístich de Sant Lluch. Durante años participó de forma significativa en sus exposiciones y en sus iniciativas culturales. Finalmente, en la última exposición oficial barcelonesa del siglo XIX obtuvo un galardón especial de primera clase. Por lo demás, cabe señalar que durante esos años de fin de siglo el estudio de Vancells se convirtió en el centro de reunión de los intelectuales y artistas más innovadores de Tarrasa.

De ese cenáculo modernista salieron algunos de los proyectos culturales más interesantes del período.

Durante los primeros años del siglo XX el pintor culminó su etapa de consolidación profesional. En 1906, ganó una segunda medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes y en la misma temporada expuso sus obras con gran éxito en la Sala Parés. Al año siguiente formaba parte del jurado de adquisiciones y recompensas de la V Exposició de Belles Arts i Industries Artístiques de Barcelona. Simultáneamente, por desgracia, aparecieron sus primeras dificultades económicas, que le obligaron en ciertas ocasiones a pintar a destajo para algunos marchantes con pocos escrúpulos o a confeccionar fondos paisajísticos para las obras de otros artistas, como el mencionado Josep Cusachs. Igualmente realizó algunos trabajos de pintura decorativa, como el que ejecutó en la Maison Dorée de Barcelona junto con su admirado amigo Alexandre de Riquer, y el que hizo en el salón de actos del Instituto Industrial de Tarrasa.

Diseño del mismo modo mobiliario para diversas instituciones, establecimientos comerciales y para algunas casas de particulares. Destaca significativamente el realizado para el Salón principal de la Agrupació Regionalista y el trabajo de forja de los balcones de la sede del Círculo Egarense. Todos los estudiosos coinciden en considerar que Vancells fue uno de los principales impulsores de las artes decorativas en su ciudad.

En otro ámbito de la variada actividad de Vancells es necesario recordar su efímera faceta de empresario escénico. En el año 1906 creó junto con los hermanos Viver y Joan Llongueras “Ars Lucis”, que en cierto modo emulaba el “Teatre Íntim” de Adrià Gual.

Como era previsible, la iniciativa se convirtió a medio plazo en un fracaso económico. En las primeras décadas del nuevo siglo continuó siendo un activo dinamizador cultural y artístico. Organizó concentraciones excursionistas, conciertos de música y perseveró en la organización de iniciativas artísticas, de entre las que destaca su papel fundamental en la creación del Gremi d’Artistes, que renovó el panorama artístico terrasense. Al mismo tiempo desde la Junta de Museos de la ciudad luchó, durante años, por la preservación y restauración del patrimonio arquitectónico y artístico egarense.

En los primeros años de la nueva centuria, su pintura evolucionó desde las poéticas indefiniciones atmosféricas del Modernismo finisecular hacia una mayor luminosidad y concreción. Los paisajes de Vancells fueron ganando en vivacidad cromática y en luminosidad. No obstante, el público seguía pidiéndole las visiones grises y neblinosas de su período modernista, puesto que su nuevo estilo no obtuvo su comprensión. A pesar de todo, el artista continuó exponiendo periódicamente su nueva pintura en la Sala Parés y en otras galerías de Barcelona y de Tarrasa. Asimismo enviaba sus paisajes a las exposiciones oficiales de Barcelona y a las de ámbito estatal. Durante la Guerra Civil su casa fue destruida, cosa que le obligó a instalarse en Barcelona tras el trágico conflicto. Fue precisamente entonces cuando sus obras recibieron un rotundo éxito de público y de crítica, al ser expuestas en la Sala Biosca de la capital de España, en el mes de octubre de 1940. Dos años después, la madrugada del día de san Esteban de 1942, el artista moría en su domicilio de Barcelona.

 

Obras de ~: Riera de Llavaneres, 1890; Vivero de plátanos, 1891; Febrero: paisaje, 1891; Patio con gallinas, 1892; Riera de la Barata, 1896; Crepúsculo, 1900; Escena familiar en el jardín de Can Amat, 1905; El jardín del pintor, 1910; Bosque de la Barata, 1912; Interior de bosque, 1935; Alrededores de San Sebastián, 1938.

 

Bibl.: R. Benet, Joaquín Vancells. El hombre y el Artista, Barcelona, Ediciones Figuras y Paisajes, 1955; B. Rangon, El arte y los artistas en Tarrasa, Tarrasa, Imprenta Joan Morral, 1950; R. Benet, Nueva biografía del Eximio Terrasense el artista pintor Don Joaquín Vancells y Vieta, Tarrasa, Ayuntamiento, 1962; P. Pi de la Serra, L’ambient cultural a Terrassa, 1877-1977, Tarrasa, Caixa d’Estalvis de Terrassa, 1979; M. Molins, Joaquim Vancells. El paisatge i la ciutat, Tarrassa, Comissió organitzadora de l’exposició retrospectiva Joaquim Vancells, 1987; J. À. Carbonell, Joaquim Vancells, Barcelona, Lunwerg, 2002; VV. AA., El Modernisme a Terrassa, Barcelona, Fundació Caixa de Catalunya, 2003.

 

Jordi À. Carbonell