Alonso, Pedro. España, p. t. s. xviii – La Habana (Cuba), c. 1770. Coronel, luego brigadier, gobernador y capitán general interino de la isla de Cuba, entre los años 1760 a 1761.
Solamente se sabe de su vida que militó en el Ejército español desde joven, haciendo diversas campañas en Europa. El historiador cubano Pezuela lo encuentra como coronel en La Habana haciéndose cargo del gobierno interino de la isla en 1760. Pero en la documentación del Archivo General de Simancas se dice que Pedro Alonso fue destinado a Cuba como comandante del Batallón Fijo de La Habana el 25 de julio de 1736, y que, bastantes años después, continuando en La Habana, ascendió a coronel jefe de dicho Regimiento Fijo (creado el Regimiento en 1753) el 31 de diciembre de 1754, y lo seguía siendo cuando fue nombrado gobernador y capitán general interino de la isla de Cuba el 18 de mayo de 1760, por una serie de circunstancias.
En efecto, fallecido en México su virrey, el marqués de las Amarillas, el 5 de febrero de 1760, en el pliego que se llamaba “de providencia” y, vulgarmente, “de mortaja”, resultó elegido para sucederle interinamente el capitán general de Cuba Francisco de Cajigal de la Vega, el cual no pudo entregar el mando a quien reglamentariamente debería suplirle, el brigadier teniente rey de La Habana, Antonio Guazo Calderón, por haber ascendido éste escasos días antes a capitán general de Puerto Rico. En este caso, el reglamento militar de la isla prescribía que, en vacante del teniente rey recayera el mando supremo de la isla en el coronel del Regimiento Fijo de La Habana. Y así sucedió. Aunque dice el historiador Pezuela que el verdadero jefe en la sombra, durante el interinato de Alonso, fue el teniente general de la marina Blas de Barreda, quien llevaba tres años dirigiendo el arsenal de La Habana y que en 1760 fue nombrado jefe de todas las fuerzas navales de España en América, con residencia en La Habana. Sea cual fuere lo cierto, durante la interinidad de Alonso no hubo problemas en la gobernación de la isla, encontrando en el gobernador de Santiago, Lorenzo de Madariaga (véase) la máxima colaboración. Y aún recibió Alonso el ascenso a brigadier. Con ese grado dejó su gobierno interino, cuando se posesionó del cargo de gobernador y capitán general de la isla de Cuba Juan de Prado Portocarrero (véase), el 7 de febrero de 1761, quien pasaría a la historia por recibir el golpe inglés del asedio y posterior ocupación de La Habana.
Pedro Alonso recibió el retiro de brigadier el 8 de octubre de 1761 y, enfermo e inhábil para el servicio de las armas, fue sorprendido por el citado asedio de La Habana, en el que no pudo colaborar en nada. Por el contrario, en el terrible bombardeo final del 12 de agosto de 1762, Alonso vio cómo una bomba inglesa destruyó su casa.
Dice Pezuela que Alonso “murió algunos años después en la misma Habana” (1863: 12).
Bibl.: J. de la Pezuela, “Introducción” y “Alonso (Don Pedro”, en Diccionario Geográfico, Estadístico, Histórico, de la Isla de Cuba, vol. I, Madrid, Imprenta del Establecimiento de Mellado, 1863, pág. 194 y 12 respect.; J. de la Pezuela, Historia de la Isla de Cuba, vol. II, Madrid, C. Bailly-Bailliere, 1868, págs. 445-447; F. Calcagno, Diccionario Biográfico Cubano, New York, Imprenta y Librería de N. Ponce de León, 1878, pág. 31; Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana [...], vol. XVI, Madrid, Espasa Calpe, 1913, pág. 832; Historia de la Nación Cubana, vol. II, La Habana, Ed. Historia de la Nación Cubana, 1952, pág. 37; Títulos de Indias, Valladolid, Archivo General de Simancas, 1954, págs. 306 y 317; Index Bio-Bibliographicus Notorum Hominum, vol. 4, Osnabrück, Biblio Verlag, 1975, pág. 3023.
Fernando Rodríguez de la Torre