Redempto de Sevilla. ?, p. s. VII – s. t. s. VII. Clérigo y escritor.
Con excepción de su nombre y su condición de clérigo de la Iglesia de Sevilla en 636, no se dispone de más datos sobre Redempto de Sevilla, autor de un importante relato, sin duda, auténtico, de los últimos días de la vida de Isidoro de Sevilla (c. 600-636), cuyo tema central es el modo en que el obispo hispalense recibió la penitencia in extremis en la Vigilia Pascual del Sábado Santo el 30 de marzo de 636. Esta obrita recibe el título de Obitus beatissimi Isidori Hispalensis episcopi en nuestros mejores manuscritos.
Aunque con frecuencia se atribuye a Redempto de Sevilla el grado de diácono, la tradición manuscrita que ha preservado su obra y su nombre es unánime al designarlo como clericus, término que en la época no es utilizado nunca con la acepción de “diácono”.
Ello es, con toda probabilidad, resultado de la confusión de Redempto de Sevilla con el diácono de la iglesia de Santa Eulalia de Mérida de nombre Redempto que vivió en tiempos de Masona de Mérida (c. 573- c. 600), y que es el supuesto destinatario de una de las epístolas pseudoisidorianas que han llegado hasta nosotros. El Redempto de Mérida, aunque realmente existente, no puede ser el autor del Obitus b. Isidori, pues resulta imposible que el diácono de Masona aparezca en Sevilla unos treinta y seis años después de la muerte del obispo emeritense, ejerciendo allí como simple clérigo.
Desde un punto de vista formal, el opúsculo de Redempto se presenta a modo de carta o informe que el autor, en su calidad de testigo ocular de los hechos narrados, envía a un obispo o abad ante el deseo de éste de conocer de qué modo Isidoro de Sevilla recibió la penitencia in extremis y se confesó ante Dios y los hombres antes de abandonar este mundo. El nombre del destinatario no se menciona en el texto. No obstante, una rama de la tradición manuscrita de esta obra identifica en su título a éste con Braulio de Zaragoza.
A esta identificación se oponen dos hechos: por un lado, la familia de códices que transmite este dato ha sufrido una profunda remodelación en torno a la segunda mitad del siglo xi, a la que se debe, verosímilmente, también su título; por otro lado, se piensa con razón que, de haber sido el Obitus b. Isidori una carta dirigida a Braulio, se habrían conservado en el Epistularium de este último tanto la epístola que contendría el ruego del obispo cesaraugustano a Redempto en relación con la escritura de su relato, como, probablemente, la respuesta del clérigo hispalense.
Según Céline Martin, el destinatario del Obitus habría sido el obispo Honorato (fallecido en 641), sucesor de Isidoro en la Cátedra episcopal de Sevilla, el cual habría deseado disponer de una especie de informe de los últimos momentos de la vida de su predecesor como pieza preparatoria para la redacción de una Vita Sant Isidori, que, de haber sido finalmente escrita, no ha llegado hasta nosotros. Esta tesis no se apoya, sin embargo, en ningún dato nuevo, y no pasa de ser una mera elucubración.
Obras de ~: [Obitus beatissimi Isidori Hispalensis episcopi, c. 636], en F. Arévalo (ed.), S. Isidori Hispalensis episcopi Hispaniarum doctoris opera omnia, vol. I, Romae, Typis Antonii Fulgonii, 1797 (Patrologia Latina, 81, cols. 30-32).
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José Carlos Martín Iglesias
