Cabañuelas, Pedro de las. Fray Pedro de Valladolid. Valladolid, f. s. xiv – Guadalupe (Cáceres), 20.III.1441. Siervo de Dios, jerónimo (OSH).
Natural de Valladolid —por eso llamado también fray Pedro de Valladolid—, ingresó en el monasterio jerónimo de Nuestra Señora de Guadalupe (Cáceres) a la edad de quince años, cuando aún vivía fray Fernando Yáñez, su fundador, muerto en 1412. Dadas sus buenas cualidades materiales y espirituales, estuvo empleado en casi todos los oficios de la casa, distinguiéndose especialmente en el de maestro de novicios. Más tarde fue elegido para prior, cargo que ocupó durante ocho años y medio (1432-1441) hasta su muerte. Fue persona austera, de gran caridad para con los pobres y mucha prudencia en el gobierno.
Su fama de santidad muy pronto se esparció por todos los reinos de España, encomendándose muchos en sus oraciones y refiriendo más tarde haber conseguido por ellas un sinnúmero de gracias y favores.
Los reyes Juan II y su esposa María de Aragón, con su hijo el príncipe Enrique, quisieron también visitarle y así lo hicieron en 1435; estuvieron muy de asiento en el monasterio, pasando en él, probablemente, la Semana Santa, y saliendo tan edificados de la santa y sencilla conversación del santo prelado que la Reina lo eligió desde aquellos días por su “padre de confesión” —como ella dejó escrito en su testamento—, compartiendo siempre con él todas sus cosas, cuando no personalmente, por carta, de las cuales quedaron numerosísimas después de la muerte de fray Pedro, según testifican todos los historiadores. Fue muy devoto del Santísimo Sacramento, en cuya contemplación hallaba sus mejores delicias, pero el enemigo le turbaba con dudas y vacilaciones, principalmente mientras celebraba el santo sacrificio de la misa, en que solía atacarle contra la presencia real del cuerpo y sangre de Jesucristo en la Eucaristía. Dios lo resolvió con uno de los prodigios eucarísticos de mayor resonancia en aquel siglo, y luego Zurbarán lo inmortalizó en uno de sus famosos cuadros de aquella sacristía.
Bibl.: P. de la Vega, Cronica de los frayles de la orden del bienauenturado sant Hieronymo, Alcalá de Henares, Juan de Brocar, 1539, fols. 49-53; G. Rubio, Historia de Ntra. Sra. de Guadalupe, Barcelona, Industrias Gráficas Thomas, 1626, págs. 119, 120, 127-131, 142, 146, 393, 502 y 641; F. de San José, Historia Universal [...] de Nuestra Señora de Guadalupe, Madrid, Antonio Marín, 1743, págs. 266-275; C. G. Villacampa, Grandezas de Guadalupe, Madrid, Imprenta de Cleto Vallinas, 1924, págs. 402-412; D. de Écija, Libro de la invención de esta Santa Imagen de Guadalupe [...], Cáceres, Publicaciones del Departamento Provincial de Seminarios de FET y de las JONS, 1953, págs. 211-225; I. de Madrid, “Valladolid, Pedro de”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia eclesiástica de España, vol. IV, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1975, págs. 2710; J. M. Palomero Páramo, Los zurbaranes de Guadalupe, Badajoz, Caja de Badajoz, 1990, págs. 73-79; J. de Sigüenza, Historia de la Orden de San Jerónimo, vol. I, Valladolid, Junta de Castilla y León, 2000, págs. 487-495; O. Delenda, Zurbarán en la sacristía de Guadalupe, Madrid, TF Editores, 2004, págs. 40-44 y 57-64.
Ignacio de Madrid, OSH
