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Juan José Godoy del Pozo

Biografía

Godoy del Pozo, Juan José. Don Juan, Anger. Mendoza (Argentina), 12.VII.1728 – Cádiz, 17.II.1788. Jesuita (SI) expulso e independentista.

Junto con el ex jesuita peruano Juan Pablo Viscardo, es uno de los dos jesuitas, en cuanto muestran los hechos, que puede calificarse con razón como precursor de la independencia de la América española. Ingresó en la Compañía de Jesús el 10 de enero de 1743 en el noviciado de Santiago de Chile, donde fue ordenado de sacerdote en 1752 y emitió los últimos votos, el 2 de febrero de 1762, en Angol (IX Región de Chile).

Destinado al colegio de Mendoza (entonces en Chile) en 1767, al tener noticia de la expulsión de la compañía de los dominios españoles, huyó a Charcas (Sucre, Bolivia) para evitarla, aunque en vano. Detenido por las autoridades, fue enviado a Callao (Perú) para aguardar su deportación a Cádiz, con los demás jesuitas de Chile. Tras su llegada a España en 1768, fue conducido a los Estados Pontificios en Italia, asignándosele residencia en Imola, con otros jesuitas, donde le sorprendió la supresión de la compañía (agosto de 1773) habitando con otros doce jesuitas en la casa de un tal Juan Augusto dal Monte Casoni. Poco después pasó a Bolonia, aunque por poco tiempo. Espíritu inquieto, viajó por Italia central y norteña y se estableció en Florencia en 1777. A los dos años, pasó a Livorno y, movido por la noticia de la revuelta de Tupac Amaru en Perú (1780-1783), viajó (1781) en secreto a Londres, para interesar al Gobierno británico, entonces en guerra con España (1779-1783), en un plan revolucionario que había concebido. En Londres, Godoy cuidaba de los católicos y tuvo ocasión de trabar amistad (para su propio mal) con un revolucionario catalán, Luis Vidal, llegado a la capital a poco de firmarse la paz entre Inglaterra y España, y que había estado aliado con un grupo de criollos rebeldes del virreinato de Nueva Granada (Venezuela y Colombia).

Aunque no hay pruebas concluyentes, parece que Godoy, conocido en Londres como Don Juan, presentó al primer ministro, Charles Fox, un plan para crear un estado hispanoamericano independiente, que incluiría Chile, Perú, Tucumán y La Patagonia, con beneficios comerciales para Inglaterra. Por desgracia, cometió el error de revelar sus planes al citado Vidal, por cuyo medio el Gobierno español supo de las aspiraciones revolucionarias de Godoy. Vidal, en su intento por recuperar su buen nombre ante Madrid, donde había caído en desgracia, y probar su patriotismo, acusó a Godoy y a dos jesuitas chilenos de conspirar con el Gobierno inglés en la preparación de una revolución en Chile, Paraguay y Perú. Quiénes fuesen exactamente los otros dos jesuitas, si es que alguna vez existieron, todavía no está claro.

Mientras tanto, Godoy, ahora muy vigilado por la embajada española en Londres, desanimado por las tácticas dilatorias del Gobierno inglés, que no tenía intención de atacar a España en América en aquel preciso momento, decidió marcharse a América, como había estado pensando desde 1784. Pero al serle imposible dirigirse al continente americano, zarpó para Norteamérica, con el deseo de interesar al Gobierno de Estados Unidos en su proyecto revolucionario. A comienzos 1785 desapareció de Londres, y el Gobierno español descubrió pronto que no se había asentado en Canadá o en Jamaica, como se creyó al principio, sino en Charleston (Carolina del Sur), donde estaba al servicio de la comunidad católica. Con la aprobación de Madrid se tomaron prontas medidas para su captura: se planeó que dos españoles residentes en Jamaica irían a Charleston bajo pretexto de comprar enseres navales, trabarían amistad con Godoy, y tratarían de convencerle de que se le necesitaba en Jamaica para atender a los católicos en la isla, muy escasa de sacerdotes. Con poco o casi ningún trabajo, el inadvertido Godoy cayó en la trampa y se embarcó, con gran tristeza de los católicos de Charleston, hacia su nuevo destino y, mientras navegaban, sus amigos españoles le informaron que, dado el mal tiempo, la nave tendría que refugiarse en Cartagena antes de continuar para Jamaica. Se le aseguró, con todo, que no se descubriría su identidad, pero apenas atracó el barco, los funcionarios de la Inquisición lo encarcelaron el 14 julio 1785. En el juicio que siguió fue acusado por sus dos fingidos amigos españoles de proferir afirmaciones subversivas en su presencia e intentar promover la revolución en Hispanoamérica, lo que el ex jesuita negó. Tras dos años de prisión, fue enviado a España, y confinado en un convento de Cádiz (28 de septiembre de 1787) y luego encarcelado en la fortaleza Santa Catalina de la misma ciudad hasta su muerte.

Así acabaron los esfuerzos revolucionarios del primer ex jesuita que promovió abiertamente la independencia de la América española. Aunque sus intentos no fueron de importancia crucial, no han sido reconocidos suficientemente por los historiadores, que por desgracia lo despachan con una nota al pie de página. Aunque, sin duda, Godoy habló con los hermanos Viscardo en Londres, no hay pruebas de que se viera alguna vez con el revolucionario venezolano, Francisco de Miranda, con quien coincidió allí por las mismas fechas.

 

Bibl.: “Cathálogo de los Padres y Hermanos de la Compañía de Jesús arrestados en el Chile el día 26 Agosto 1767”, en Archives des Jésuites de France, Vanves (Jersey 732/2 f. 3); J. T. Medina, “Un precursor chileno de la revolución de la independencia americana”, en Anales de la Universidad de Chile (1911), págs. 5-22; M. Batllori, “Maquinaciones del Abate Godoy en Londres en favor de la independencia hispanoamericana”, en Archivum Romanum Societatis Jésus 21 (1952), págs. 84-107; J. Craviotto, “Sobre el origen del ideario independentista de Viscardo y de Godoy”, en Anuario del Instituto de Investigaciones Históricas 4 (1960), págs. 423-442; G. Furlong, “El argentino Juan José Godoy, precursor de precursores de la emancipación hispanoamericana”, en Historia 19 (marzomayo de 1960), págs. 69-86; “Juan J. Godoy el precursor de la emancipación hispanoamericana”, en Los jesuitas y la escisión del Reino de Indias, Buenos Aires, 1960, págs. 79-96; “¿Quién es el ‘precursor’ de la emancipación americana? ¿El venezolano Miranda o el argentino Godoy?”, en Archivum 4 (1960), págs. 7-25; R. Donoso, “Persecución, proceso y muerte de Juan José Godoy, reo de estado”, en Tercer Congreso Internacional de Historia de América, vol. II, Buenos Aires, 1961, págs. 431-444; M. Batllori, La Cultura hispano-italiana de los jesuitas expulsos, Madrid, Gredos, 1966, págs. 591-619; E. Maurín Navarro, Precursores cuyanos de la independencia de América y patriotas sanjuaninos de la hora inicial, San Juan, 1968; Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. II, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1972, pág. 1024; A. Ferri y M. Giberti, I gesuiti a Imola e le scuole cittadine nel complesso di Sant’Agata, Bologna, Universiti Press, 1997, 2 vols.; C. E. Ronan, “Godoy del Pozo, Juan José”, en Ch. E. O’neill y J. M.ª Domínguez (dirs.), Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús, Madrid, Universidad Pontificia de Comillas, 2001, págs. 1764 y 1765.

 

Antonio Astorgano Abajo