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José Torrubia

Biografía

Torrubia, José. Granada, 1698 – Roma (Italia), 17.IV.1761. Clérigo naturalista.

Torrubia profesó en la orden franciscana muy joven, en 1713, partiendo como misionero hacia Filipinas siete años después. En estas islas permaneció entre 1721 y 1733, como predicador y comisario-visitador. Sus recorridos por las islas Luzón y Mindanao a lo largo de estos años le permitieron observar muchos fenómenos naturales que luego recogería en su obra paleontológica. Tras ser nombrado custodio y procurador general para las Cortes franciscanas de Roma y Madrid, se embarcó en Manila de vuelta a España en el verano de 1733, para asistir a la reunión del capítulo general de su orden y reunir en la Península un grupo de misioneros con destino a Filipinas.

La primera etapa de su viaje de regreso a la metrópoli terminó en febrero de 1734 con su llegada a Acapulco, desde donde se dirigió hacia la capital mexicana y posteriormente Veracruz, en donde se embarcó a mediados de diciembre en el San Prudencio. Por una carta que le dirigió a su provincial, sabemos que durante el viaje un temporal hizo naufragar el barco. Tras llegar a Campeche, a comienzos de enero de 1735, partió rumbo a La Habana, a donde llegó a comienzos de mayo. Unos días después salió de la capital hacia Cádiz, arribando en julio a la Península. Durante los años en que permaneció en la Península, Torrubia mantuvo contenciosos con algunos de sus compañeros, siendo acusado de malgastar los fondos comunes en viajes, en imprimir libros y en dotar a sus hermanas para que se casaran.

Torrubia volvió a Nueva España en 1745, recorriendo el año siguiente Guatemala, Yucatán, Honduras... Mientras tanto, en la Península se fraguaban nuevas intrigas en su contra. Fue acusado por un compañero de desfalco, de derrochador, de abandono de sus obligaciones y de otros hechos. A Torrubia se le ordenó entonces que pasara a Filipinas para que respondiera de acusaciones tan graves. Pero en lugar de obedecer a sus superiores, se embarcó en Veracruz a comienzos de 1748, con el fin de dirigirse a España para aclarar personalmente todo el asunto. Al llegar a La Habana fue capturado por orden del virrey, acusado de haberse opuesto a las instrucciones de pasar a Filipinas. Torrubia permaneció preso unos meses en la fortaleza del Morro.

En 1749, Torrubia partió para la Península, y desde allí continuó hacia Roma, Rímini, Padua y posteriormente a París, regresando a Madrid en torno a 1750. Su estancia durante algunos años en la capital española le sirvió como base para sus viajes y salidas al campo en busca de los ejemplares fósiles comentados en la que iba a ser la primera obra de paleontología española. Torrubia también aprovechó para recolectar materiales paleontológicos los meses en que permaneció en Molina de Aragón y en sus viajes por las islas de Filipinas, Cuba y el continente americano. Resultado de su actividad como naturalista fue la publicación en Madrid, en 1754, del Aparato para la Historia Natural Española, obra reseñada en revistas de crítica literaria europeas y que sería traducida al alemán y una parte al italiano.

A comienzos de la década de los cincuenta, Torrubia fue nombrado cronista y archivero general de la orden franciscana. Contribuyó al conocimiento de la historia de su orden publicando el volumen IX de la Chronica de la Seraphica Religion del Glorioso Patriarcha San Francisco de Assis, editado en Roma en 1756, ciudad a la que había vuelto en ese año. En Italia, Torrubia también publicó un par de trabajos científicos.

El primero de ellos fue la disertación “I Moscoviti nella California...”, publicada en 1759. El segundo, última obra de Torrubia, fue La Gigantologia Spagnola vendicata (Napoli, 1760). Al año siguiente, 1761, Torrubia moría en Roma.

Miembro numerario de la Academia de la Historia de Madrid desde sus primeros años de su fundación, Torrubia fue autor de numerosos memoriales, informes, dictámenes y de cerca de una docena de libros religiosos: ceremoniales, sermones, oraciones fúnebres..., algunos de los cuales fueron editados en Filipinas y México. Además, en sus libros se atribuye la redacción de otras varias obras, perdidas en la actualidad, entre ellas el segundo tomo del Aparato...

 

Obras de ~: Centinela contra Francs-Masones, Madrid, 1752; Aparato para la Historia Natural Española. Tomo Primero, Contiene muchas disertaciones physicas especialmente sobre el Diluvio. Resuelve el gran problema de la Transmigración de Cuerpos Marinos, y su Petrificación en los mas altos Montes de España, donde recientemente se han descubierto, Madrid, 1754; Chronica de la Seraphica Religion del Glorioso Patriarcha San Francisco de Assis, vol. IX, Roma 1756; “I Moscoviti nella California, o Sia Dimostrazione della Veritá del Passo all’America Settentrionale Nuovamente scoperto dai Russi, e di quello anticamente praticato dalli Popolatori, che vi trasmigrarono dall’Asia. Dissertazione Storico-Geografica”, Nuova Raccolta d’Opusculi scientifici e filologici, vol. VII, Venezia 1760, págs. 472-536; La Gigantologia Spagnola vendicata, Napoli, 1760.

 

Bibl.: E. Maffei y R. Rua Figueroa, Apuntes para una biblioteca española de libros, folletos y artículos, impresos y manuscritos, relativos al conocimiento y explotación de las riquezas minerales[...], t. II, Madrid, 1872, págs. 207-208; L. Pérez, “Fr. José Torrubia, procurador de la Provincia de San Gregorio de Filipinas”, en Archivo Ibero Americano, XXXVI (1933), págs. 321-364; O. Gomez Parente, “Vida y escritos del Padre José Torrubia”, en Padre José Torrubia, OFM. Crónica de la provincia franciscana de Santa Cruz de La Española y Caracas, Caracas, 1972, págs. 9-173; J. M. López Piñero et al., Diccionario histórico de la ciencia moderna en España, vol. II, Barcelona, Península, 1983, págs. 367-368; H. Capel, La física sagrada, Barcelona, Serbal, 1985, págs. 136-146; F. Pelayo, “El Aparato para la Historia Natural Española de José Torrubia (1698-1761): Diluvismo, gigantes y la naturaleza de los fósiles, en el pensamiento español del siglo xviii”, en Aparato para la Historia Natural Español,Madrid, Instituto de Geología Económica (CSIC-Universidad Complutense), 1994, págs. 3-44 y F. Pelayo, “El orden natural y los gigantes: La Gigantología Spagnola vendicata (1760) de José Torrubia”, en Temas Geológico- Mineros ITGE, vol. 26, 1999, págs. 685-716.

 

Francisco Pelayo López

Relación con otros personajes del DBE

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