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Joaquín Balcells y Pasqual

Biografía

Balcells y Pasqual, Joaquín. San Martí de Provençals (Barcelona), 1807 – Barcelona, 7.III.1879. Farmacéutico.

Se graduó de bachiller en Farmacia en 1822, en el Colegio de San Victoriano, de Barcelona. Cursó Física y Química en el Colegio de San Fernando de Madrid, donde obtuvo los títulos de licenciado y de doctor en Farmacia, en 1832. Regresó a Barcelona y estudió matemáticas, taquigrafía e italiano en las escuelas de que disponía la Junta de Comercio.

Fue catedrático de Física Experimental en la Universidad de Cervera por Real Orden de 26 de enero de 1830, previa oposición. Permaneció en su cátedra de Cervera hasta 1837, año en que se le trasladó a la Universidad de Barcelona, quedando en situación de cesante. En esa situación desempeñó la cátedra de Física Experimental Aplicada a las Artes, perteneciente a la Junta de Comercio. Por Real Orden de 8 de julio de 1851 fue nombrado catedrático de esa asignatura en la Escuela de Ingenieros Industriales de Barcelona. Cuando la Escuela se reorganizó, se encargó, en 1860, de los dos primeros cursos de Física.

Perteneció a la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, en la que ingresó como académico numerario en 1833. Allí presentó diversas memorias sobre temas de su especialidad, que tuvieron buena aceptación. Sus temas favoritos fueron la química, la vinicultura, los análisis de aguas, la agricultura y la microbiología. Hizo ensayos analíticos de las aguas minerales de la “Font Santa” de San Pedro de Torelló. Colaboró asiduamente en la revista El Restaurador Farmacéutico y en un periódico de divulgación, El Cultivador, que se publicó en Barcelona desde 1848 a 1851, en el que Balcells publicó artículos que mostraban la influencia de la física y la química en la agricultura. También escribió en El Cultivador sobre vinificación.

Su mayor aportación a la ciencia fueron sus estudios sobre el vibrión colérico, realizados a partir de la epidemia de cólera que azotó Europa desde 1854 hasta 1856. Tres investigadores europeos describieron de forma independiente el vibrión colérico responsable de la enfermedad: el italiano Filippo Pacini, los portugueses Costa Simoes y Macedo Pino y el catalán Balcells, que publicó sus observaciones en El Restaurador Farmacéutico y en El Porvenir Médico, en octubre de 1854. Balcells aportó en su trabajo unas explicaciones muy rigurosas, a partir de los datos observados en la sala de coléricos del barcelonés Hospital de Belén, donde estaban ingresados muchos enfermos y Balcells pudo observar la evolución de la enfermedad y describir el germen responsable del cólera. Balcells diferenció tres tipos de vibriones por su forma y motilidad. Recomendó diversas medidas preventivas y dio normas sobre inmunidad.

El descubrimiento efectuado por Balcells no tuvo relevancia, por falta de difusión del medio empleado para dar a conocer su hallazgo. Lo mismo les sucedió a los portugueses Costa Simoes y Macedo Pino y al italiano Filippo Paccini, de modo que sus aportaciones cayeron en el olvido y no tuvieron repercusión en la comunidad científica. Los estudios de Balcells, publicados en una revista profesional farmacéutica y en una revista profesional dedicada a los médicos, quedaron como una aportación aislada de ámbito local y no tuvieron resonancia internacional.

Otra de sus obras destacadas trata sobre los análisis de los meteoritos caídos en Tarragona efectuados por él en 1854.

La muerte de Balcells fue fortuita, como consecuencia de una caída sufrida en la escalera de su domicilio, accidente del que no se repuso y murió el 7 de marzo de 1879. Por aquel entonces, hacía años que Balcells había interrumpido su actividad científica. Su último trabajo data de 1867 y es un breve texto, de apenas una página, sobre la descripción físico-química de un criadero de sulfato de sosa situado cerca de Cervera, en el torrente Robinat, que fue publicado en el tomo XXIII de El Restaurador Farmacéutico.

 

Obras de ~: “Ciencias físico-químicas: su influencia en la agricultura”, en El Cultivador, 1 (1848), pág. 400; “Memoria de los terrenos salitrosos”, en El Restaurador Farmacéutico (ERF), 5 (1849), pág. 232; “Método de clarificar el enolaturo o como se dice comúnmente esencia de zarzaparrilla”, en ERF, 8 (1852), págs. 119; “Observaciones microscópicas sobre los miasmas coléricos”, “Intoxicación por el cianógeno en estado de vapor” y “Observaciones sobre el frío ocurrido en Cataluña en los últimos cuatro días de diciembre de 1853”, en ERF, 10 (1854), págs. 122-123, 6 y 14, respect.; Litología meteórica, Barcelona, Francisco Granells, 1854; “Descripción físico química de un criadero de sulfato de sosa situado dos leguas hacia el S. E. de Cervera (provincia de Lérida) en el torrente llamado Robinat”, en ERF, 13 (1867), pág. 20.

 

Bibl.: F. E. Maffei y R. Rúa Figueroa, Apuntes para una Biblioteca Española de libros, folletos y artículos impresos y manuscritos, relativos al conocimiento y explotación de las riquezas minerales y a las ciencias auxiliares, vol. II, Madrid, J. M. Lapuente, 1871-1872, pág. 551; R. Roldán Guerrero, Diccionario biográfico y bibliográfico de autores farmacéuticos españoles, vol. I, Madrid, Real Academia Nacional de Farmacia, 1958, págs. 265-267; Aguilar Bultó, “El descubrimiento del vibrión colérico por Joaquín Balcells y Pascual”, en VV. AA., Actas del I Congreso Español de Historia de la Medicina (Madrid-Toledo, 15-17 de abril de 1963), Zaragoza, Cometa, 1963, págs. 289- 292; J. M.ª López Piñero, Th. Glick, V. Navarro Brotons y E. Portela Marco, Diccionario histórico de la ciencia moderna en España, vol. I, Barcelona, Península, 1983, págs. 94-95; J. Puerto, El mito de Panacea, Madrid, Doce Calles, 1997.

 

Juan Esteva de Sagrera