Maeztu y Whitney, Gustavo de. Vitoria (Álava), 30.VI.1887 – Estella (Navarra), 9.II.1947. Pintor, grabador y escritor.
Gustavo de Maeztu fue uno de los máximos protagonistas del panorama cultural español del primer tercio del siglo XX y del despertar del arte moderno vasco. Gran amigo de Tomás Meabe, defendió el anticlericalismo y el no nacionalismo, y promovió un deseo aperturista a través de su literatura y su pintura.
Considerado modernista por el simbolismo, la sensualidad, el idealismo y el gusto decorativo de su pintura, recorrió España en busca de tipos populares —sintiendo entre ellos especial predilección por la imagen femenina—, a los que dotó de una grandiosidad escénica, fruto de su cosmopolitismo, pero sin desmerecer su carácter patrio.
La formación artística de Gustavo de Maeztu se desarrolló en el taller del pintor Antonio María de Lecuona, que alternó con frecuentes visitas al estudio de Manuel Losada. Animado por este último se trasladó en 1907 a París, donde residió tres meses. Paradójicamente, a pesar de asistir al nacimiento del cubismo, Maeztu aprovechó su estancia en la capital francesa para recorrer los museos de la ciudad, especialmente, el Louvre. Allí admiró en profundidad la pintura clásica española. En Montmartre entabló una gran amistad con el escultor vasco Paco Durrio y el escritor Tomás Meabe, y recibió una gran influencia de otros dos artistas españoles afincados en la ciudad que gozaban de enorme éxito: Ignacio Zuloaga y Anglada Camarasa.
La experiencia parisina, además de proporcionarle los escenarios y personajes de muchas de sus novelas, le cargó de inquietudes que, a su regreso a Bilbao, le animaron a fundar, junto con Ramiro Arrúe, un periódico de opinión llamado El Coitao, cuyo primer número salió a la luz el 26 de enero de 1908. Esta aventura periodística, en la que sus escritos se escondían tras el seudónimo de Don Tejón, no duró más de ocho números, pero animó a toda una nueva generación de artistas vascos que, formados en su mayoría en París, buscaban para España aires nuevos. A lo largo de su vida, Maeztu colaboró también con obra gráfica en otras publicaciones como La Esfera, o el diario madrileño El Fígaro.
Durante 1909 y 1912 el artista residió entre Bilbao y el sur de Francia. Allí se inició en el arte de la litografía y escribió tres novelas: Andanzas y episodios del Señor Doro en 1910, El imperio del gato azul de 1911 y El vecino del tercero de 1912. Del mismo modo, participó activamente en diferentes acontecimientos culturales que trataron de vitalizar el contexto artístico vasco, como fue la creación en 1911 de la Asociación de Artistas Vascos, de la que formó parte de su junta directiva, que fue un catalizador de la vida cultural y artística en el País Vasco hasta el estallido de la Guerra Civil. Compaginó su actividad en la Asociación con exposiciones individuales, como la celebrada con gran éxito en mayo de 1914 en las Galerías Dalmau de Barcelona. Entre las obras presentadas, figuraron el retrato de su hermano Ramiro, El canto andaluz, La Remedios, La maja del mantón negro, Samaritana, La del mantón rojo, La mujer que sonríe, Los tres poderes, Paso de disciplinantes, La Encarna y Rafaela y, entre los dibujos, presentó El ahogado, La mujer que espera, Cuerda de presos en Monzón, El requiebro, Nocturno, El beso, Las tres amigas, Las artistas, Los versolaris, Castilla y La vuelta del marino. Con motivo de la exposición, muchos fueron los críticos que se lanzaron a proclamar que el renacimiento artístico en España estaba siendo protagonizado por los artistas vascos y catalanes.
Avalado por el éxito, comenzó un período frenético de exposiciones: en septiembre en los salones del diario El Pueblo Vasco de San Sebastián, en abril en el Hotel Palace de Madrid y, de nuevo, en Barcelona, en la sala Can Parés en junio de 1915. De esta época son las obras La maja galante y La sembradora, en las que Maeztu trató a las figuras femeninas como auténticas cariátides. A estas mujeres de gran corpulencia las dotó de fina sensualidad a través de formas sinuosas y las situó en unos escenarios cargados de atmósfera brumosa característica de la pintura simbolista.
Tras el verano, el artista no faltó a la segunda exposición que celebró la Asociación de Artistas Vascos durante el mes de noviembre en la sala de la Filarmónica de Bilbao. En ella presentó cuatro obras: Los novios de Vozmediano, Antonia, Flora y Eva, cuadro este último que recogía un desnudo frontal femenino que escandalizó la moral de la época. El controvertido cuadro fue, sin embargo, recibido con agrado en la exposición que Maeztu celebró durante la primavera siguiente en los salones del periódico La Tribuna de Madrid.
En septiembre su obra volvió a estar presente en Madrid al participar en la exposición de grupo que la Asociación de Artistas Vascos celebró en el Retiro y, en diciembre, en Barcelona, en las Galerías Laietanas.
Tras la experiencia colectiva, Maeztu inauguró en la misma sala catalana una exposición individual durante el mes de junio, que le introdujo definitivamente en el ambiente artístico de la ciudad.
Entre 1918 y 1922, Gustavo de Maeztu, disconforme con el panorama artístico nacional, se trasladó a Londres, donde cosechó grandes éxitos y quedó enormemente impactado con la pintura de Whistlery Turner. En la capital inglesa celebró dos grandes exposiciones, la primera en las Grafton Galleries en diciembre de 1919 con un total de ciento cuarenta y siete obras y, la segunda, un año más tarde, en la Walker’s Galleries, con cincuenta y siete obras. En ambas expuso un amplio recorrido por los paisajes y las gentes de la Península, con lienzos tan célebres como: Las Samaritanas, Los novios de Vozmediano, Sibila del amor y Eva, en la primera de las exposiciones, y otras que expuso por primera vez como Pierrot en la taberna y La musa nocturna, presentes en la segunda.
El éxito hizo que celebrase otras exposiciones en diferentes ciudades, como Sheffield o Leed. De Inglaterra viajó a París para celebrar una nueva exposición en mayo de 1922 en las Galerías Devambez, donde presentó, entre otros cuadros, Pierrot en la taberna, Evening party, Figuras de club, Mujer oriental, pintados en Inglaterra, y Andalucía y Los novios de Vozmediano, de temática española.
Los éxitos cosechados en el extranjero hicieron que el artista fuera recibido en España con todos los honores.
En septiembre de 1922 la crítica elogió encendidamente su tríptico Tierra vasca, presentado en la exposición celebrada con motivo del III Congreso de la Sociedad de Estudios Vascos celebrado en Guernica.
Ese mismo año, Estanislao María de Aguirre publicó un estudio monográfico sobre su arte. A partir de esta época la obra del pintor se centró principalmente en el paisaje, tal y como se apreció en las exposiciones celebradas en Madrid, en el Museo de Arte Moderno de Madrid en junio de 1923 y en el Salón Nancy en febrero de 1924, así como en la exposición que le dedicó la Asociación de Artistas Vascos en Bilbao en agosto de 1924. Entre sus paisajes cabría destacar Llanura de Castrojeriz, Anochecer en Labastida, Rincón de Oñate y Un desembarco en la niebla, paisaje este último pintado en Santander.
Apenas comenzado el año 1925, Gustavo de Maeztu fue invitado por el director del Museo Municipal de Ámsterdam, el señor Beard, para celebrar una exposición de sus cuadros, que se convirtió en otra invitación, la de exponer en el Museo Municipal de Arnhen, a su clausura. De regreso a España y tras una gran exposición celebrada en la ciudad de Salamanca en 1926 que supuso todo un acontecimiento artístico, pasó el verano en la ciudad francesa de Anglet, donde concluyó dos obras célebres: El cazador de Baigorri y Merienda de funeral. Además recorrió Galicia y viajó a Venecia.
Una vez en Bilbao, algunas de sus obras de nueva factura, entre ellas, Nocturno en el Miño o Anochecer en la catedral de Tuy, fueron expuestas en la Asociación de Artistas Vascos. Terminó el año de 1927 con la publicación en Madrid de su novela: La Camorra dormida.
En estos últimos años, Gustavo de Maeztu emprendió grandes investigaciones en torno al arte de la encáustica, realizando no sólo proyectos con esta técnica, sino también, impartiendo conferencias. De esta forma, el 14 de mayo de 1929 inauguró en el Ateneo de San Sebastián una exposición de acuarelas, dibujos y proyectos de encáusticas, a través de la cual explicó sus investigaciones en dos conferencias. Repitió la experiencia en junio de 1931 en una exposición en el palacio de los Tilos de Granada que, además, incluía, por primera vez, litografías. El artista retomó esta técnica en la que se había iniciado en 1911 y preparó nuevas exposiciones que le reportaron gran fama como grabador.
Entre ellas destacaron las celebradas en 1932, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y en la Asociación de Artistas Vascos de Bilbao. A la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid de 1934 concurrió sólo con una serie de litografías y a finales de ese año celebró una amplia exposición de éstas en Pamplona.
A partir de esta experiencia, la vinculación del artista con Navarra fue muy estrecha. Allí celebró grandes exposiciones y, lo que es más importante, recibió el encargo de llevar a cabo la decoración del nuevo Salón de Sesiones del Palacio Provincial, obra que concluyó en mayo de 1936. Al poco tiempo, presentó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid: Costas vascas, Pescadores y Jota Navarra, Roncal, cuadro este último fruto de su estancia en Navarra.
El 29 de octubre murió ejecutado Ramiro de Maeztu, hermano, gran amigo, escritor y referente de Gustavo. La situación en España tomó un giro dramático que desembocó en el estallido de la Guerra Civil.
Durante la contienda Gustavo residió entre Madrid y Estrella, desplazándose en el verano de 1937 al monasterio de Irache para pintar un retrato de grandes dimensiones del El general Zumalacárregui. Otras obras de esta época son: Puente de Estella, Noche en San Miguel. Estella, La cruz de los castillos desde el Ega, Fruteras valencianas en Estella que, junto con Los siete niños de Écija o Fantasía romántica, mostró el artista en una exposición de la Galería Singer de San Sebastián celebrada en el mes de septiembre. Al año siguiente participó en la Bienal de Venecia y en abril de 1939, una vez terminada la guerra, en la Exposición de Bellas Artes de Bilbao, donde figuró, entre otras, el Retrato del general Zumalacárregui y Los novios de Vozmediano.
En noviembre de 1941 regresó a Barcelona para inaugurar una nueva muestra en la Galería Pallarés, donde figuraron obras ya conocidas por el público, como Pierrot en la taberna, Don Juan, El canto andaluz, El cazador de Baigorri, Eva, y otras de factura reciente como: Vuelta de la Guerra, Zumalacárregui, estudio o Julio César en Tarragona. Una de sus últimas composiciones fue El toro Ibérico, obra que fue muy mal recibida por la prensa y el público en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid de 1945. La gran decepción tras el certamen nacional, se unió a la tristeza por el fallecimiento de su madre, muerte que Maeztu nunca llegó a superar. A partir de entonces la salud del artista se fue deteriorando y, desanimado con la pintura, retomó sus composiciones literarias. Instalado en Estella vivió sus últimos años gravemente enfermo hasta que el 9 de febrero, a los cincuenta y ocho años de edad, se apagó su vida en Estella, cinco días más tarde de haber sido nombrado Hijo Adoptivo de la localidad.
Obras de ~: Retrato de Ramiro; El canto andaluz; La Remedios; La maja del mantón negro; Samaritana; La del mantón rojo; La mujer que sonríe; Los tres poderes; Paso de disciplinantes; La Encarna y Rafaela; La maja galante; La sembradora; Los novios de Vozmediano; Antonia; Flora; Eva; El ciego de Calatañazor; Gitana bailando; Encarnación; La Serrana; Las mujeres del mar; La tierra española; Tríptico Iberia; Pierrot en la taberna; La musa nocturna; La fuerza; El orden; Evening party; Figuras de club; Mujer oriental; Andalucía; Pasión; Figuras de circo; Pareja de apaches; Tierra Vasca; Lírica y religión; Un desembarco en la niebla; Fantasía sobre mi gato; Llanura de Castrojeriz; Anochecer en Labastida; Rincón de Oñate; Un alto en Sierra Morena; Amor en la taberna; Figuras de circo; Cafetín nocturno; Caballos en el Mediterráneo; Niebla en la Barquera; Crepúsculo en la Escala; El molino de Harlem; Los dos amigos hacia el Strand; Los tres amigos; Remedios; Vicente; Elizabeth Queen; El hombre de Castilla; La del mantón blanco; Joshe Mari; Ciudad Rodrigo; Barrio de las tenerías; Parejas africanas; Juan Carlos; Viejo procurador; Retrato de don Juan García; Retrato de don Andrés García Angoso; El cazador de Baigorri; Merienda de funeral; Bizkaina de Zorrotza; La iglesia visigótica de San Millán de la Cogolla; Retrato de D. Tomás de Zumalacárregui; Don Juan, príncipe de Asturias; Cacería en los alrededores del castillo de Butrón; Lily; Mis amigas de 1910; Costas vascas; Pescadores; Jota Navarra; Roncal; Puente de Estella; Noche en San Miguel. Estella; La cruz de los castillos desde el Ega; Fruteras valencianas en Estella; Los siete niños de Écija; Fantasía romántica; Nocturno de Guipúzcoa; Beethoven y el poeta. Litografías: Monumento a los Escipiones; Estella; Frontón de Beotibar; Intimidad; Vuelta del marino. Dibujos: El ahogado; La mujer que espera; Cuerda de presos en Monzón; El requiebro; Nocturno; El beso; Las tres amigas; Las artistas; Los versolaris; Castilla; La vuelta del marino; Pierrot; Horror a la guerra; La mujer del mar; La dama de blanco; La maja y el deseo; Poetas; Musa nocturna; Don Juan; Potros.
Escritos: Andanzas y episodios del Señor Doro, 1908 (Valencia, Pre-textos, 2000); El imperio del gato azul, Madrid, 1911; Fantasías sobre los chinos, 1922 (Estella, Museo Gustavo de Maeztu, 1997); Cagliostro, teatro; La camorra dormida, Madrid, Calpe, 1927.
Bibl.: J. Francés, Gustavo de Maeztu, Madrid, Editorial Estrella, c. 1920; E. M. de Aguirre, Gustavo de Maeztu, Bilbao, Madrid, Miguel de Maeztu, 1922; M. Abril, De la naturaleza al espíritu: ensayo crítico de pintura contemporánea desde Sorolla a Picasso, Madrid, Espasa Calpe, 1935; R. Martínez de Lahidalga, Gustavo de Maeztu, Madrid, Servicio de Publicaciones del Ministerio de Educación y Ciencia, 1975; C. Areán, Gustavo de Maeztu y Whitney 1887-1947, Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca, 1983; P. Manterola, Gustavo de Maeztu, Navarra, Gobierno de Navarra. Departamento de Educación y Cultura, 1986; C. Paredes, Gustavo de Maeztu. Obra gráfica completa, Bilbao, Museo de Bellas Artes, 1997; VV. AA., Zuloaga, Maeztu: la mujer, dos visiones, catálogo de exposición, Estella, Museo Gustavo de Maeztu, 1998; B. Benito y C. Paredes, Ricardo Baroja, Gustavo de Maeztu: dos artistas gráficos del 98, catálogo de exposición, Estrella, Museo Gustavo de Maeztu, 1998.
Ana Berruguete del Ojo