Láinez Alcalá, Rafael. Peal de Becerro (Jaén), 22.IX.1899 – Madrid, 14.IV.1982. Catedrático de universidad, poeta.
Tras el aprendizaje de las primeras letras en la escuela pública de Peal de Becerro, inició los estudios de bachillerato en un colegio de Úbeda y los continuó en el Instituto General y Técnico de Baeza, donde tuvo como profesor de Francés a Antonio Machado, a quien había de rendir siempre homenaje y profesaría honda admiración (“Yo he leído varias veces sus poesías, que son mi único breviario —guardado por mí como el mejor de los tesoros— y su lectura me ha dejado en el alma románticos sedimentos”). En 1918 comenzó, en Madrid, sus estudios universarios, en la Facultad de Filosofía y Letras, donde se doctoró en 1928, en Ciencias Históricas, con una tesis sobre el cardenal Sandoval y Rojas.
Paralelamente desarrolló su vocación literaria y publicó asiduamente poemas sueltos y crónicas en las que abundan las descripciones de rutas y paisajes, en periódicos y revistas, publicaciones que le fueron otorgando una creciente notoriedad, en especial en su ámbito provinciano. Y, en 1920, apareció, impreso en Madrid, su primer libro de versos: El peregrino de Tíscar, donde desahoga un juvenil desengaño sentimental.
Una vez concluidos sus estudios inició sus tareas docentes, que llevó a cabo siempre con vocacional entrega, como profesor de Historia del Arte. Estas tareas las desempeñó sucesivamente, en Madrid, como profesor ayudante, como encargado de cátedra, en la Universidad denominada entonces Central, en la Escuela Superior de Magisterio, en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, hasta que, en 1945, obtuvo por oposición la cátedra de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna, y en 1949, por concurso de traslado, la de Historia del Arte de la Universidad de Salamanca, donde permaneció hasta su jubilación, en 1969.
Al propio tiempo y a lo largo de esos años de intenso trabajo publicó libros, monografías y artículos unidos a su quehacer como historiador del arte: Pedro Berruguete, pintor de Castilla, obra por la que obtuvo el Premio Nacional de Literatura; Biografía de don Bernardo Sandoval y Rojas, protector de Cervantes, Premio Larragoiti de la Sociedad Cervantina de Madrid; Breve guía de Úbeda y Baeza, Antigua orfebrería española, y otros numerosos artículos. Y mantuvo su vocación poética, de la que fue fruto una copiosa producción poética, a menudo dispersa en publicaciones fugaces, así, por ejemplo, Los poemas de Candelario (1952) y Tiempo de amor (1953), y ocasión también para algunos pequeños volúmenes de escasa difusión, como Unicornio salmantino y Cancionero del Alto Guadalquivir (1958). Uno de sus poemas, el titulado “Cugüeñas del Paular” (¿1930?), incluido en varias antologías, alcanzó estimación y difusión amplias.
Sobre esta creación poética César González Ruano escribió: “La gravedad de Antonio Machado y la seca nostalgia de Enrique de Mesa, a quien dedica una de sus mejores composiciones, se advierte en Rafael Láinez Alcalá, poeta intermedio, a caballo entre los dos sistemas de dos generaciones”.
En la personalidad intelectual y laboriosa de Láinez Alcalá destacaron también sus cualidades como conferenciante, “gran orador y extraordinario conferenciante”, a juicio de Federico Carlos Sáinz de Robles.
Algunos reconocimientos a sus méritos supusieron los nombramientos de cronista de Úbeda, de miembro del Instituto de Estudios Giennenses, del Centro de Estudios Salmantinos, de académico correspondiente de la Real de Bellas Artes de San Fernando, y de las Academias de Nobles Artes y Bellas Letras de Toledo, y de Santa Isabel de Hungría de Sevilla. Y muy especial satisfacción le proporcionó a Láinez Alcalá el nombramiento de Hijo Adoptivo de Salamanca, la ciudad donde había residido desde 1949 hasta 1969. La muerte le llegó, en Madrid, el 14 de abril de 1982. Quienes le conocieron y fueron amigos suyos recuerdan y elogian su bondad y su permanente y acogedora cordialidad personal. Su nombre aparece hoy en una calle y en la Biblioteca Municipal de Peal de Becerro, su pueblo natal, y en una calle de la ciudad de Salamanca.
Obras de ~: “Del Nido Real de Gavilanes: El maestro de poetas D. Antonio Machado”, en Don Lope de Sosa (Jaén), 78 (1919), págs. 163 y ss.; El peregrino de Tíscar (versos), pról. del marqués de Dosfuentes, Madrid, 1920; Pedro Berruguete, pintor de Castilla: ensayo crítico biográfico, Madrid, Espasa Calpe, 1935; Antología laudatoria de un mecenas español, Santa Cruz de Tenerife, Imprenta Católica, 1945; Los poemas de Candelario, Salamanca, Gráficas Arte, 1952; Tiempo de Amor, Salamanca, Artes Gráficas Vítor, 1953; Unicornio salmantino: poemas, Salamanca, Gráficas Vítor, 1956; Biografía de don Bernardo Sandoval y Rojas, protector de Cervantes, Salamanca, Anaya, 1958; Cancionero del Alto Guadalquivir, Sevilla, Tipografía Cervantes, 1958; “Recuerdos de Antonio Machado en Baeza (1914-1918)”, en Acta Salmanticensia. Serie de Filosofía y Letras, t. XVI (homenaje a M. García Blanco) (1962); Del Guadalquivir al Tormes. Antología poética de Rafael Láinez Alcalá, ed. de M. U. Pérez Ortega, Jaén, Instituto de Estudios Giennenses, 1999.
Bibl.: C. González Ruano, Antología de poetas españoles contemporáneos en lengua castellana, Barcelona, Gustavo Gili, 1946, pág. 351; N. Aguirre Ibáñez, Salamanca en las letras contemporáneas (Antología), Salamanca, Diputación Provincial, 1954, págs. 109-111; F. C. Sáinz de Robles, Historia y Antología de la poesía española, t. II, Madrid, Aguilar, 1967 (5.ª ed.), pág. 1740; M. U. Pérez Ortega, [“Estudio”], en R. Laínez Alcalá, Del Guadalquivir al Tormes. Antología poética de Rafael Láinez Alcalá, op. cit.
José Montero Padilla