Herruzo Martos, María Jesús. Villanueva de Córdoba (Córdoba), 19.I.1896 – 23.III.1965. Fundadora de las Obreras del Corazón de Jesús (OCJ).
Sus padres, Matías y Carmen, eran fervientes cristianos.
De su matrimonio nacieron cuatro hijos, siendo la primera María Jesús. En 1912 murió su madre y a sus dieciséis años la mayor de las hijas asumió responsabilidades en las tareas de la casa y organización del personal que trabajaba al servicio de su familia. Siguió madurando como persona y también perseverando en su vida de fe y en sus obras de piedad y apostolado, preocupándose de forma constante por los pobres y necesitados.
Colaboraba con frecuencia en misiones populares que se daban en su pueblo o en los que estaban alrededor. Por estos años María Jesús se preguntaba si tendría vocación para la vida religiosa. A los dieciocho años decidió hacer ejercicios espirituales para encontrar la respuesta. Fue en estos ejercicios donde decidió escoger el camino del matrimonio. Varios años después, ella describió esa experiencia: “Vino a mi memoria la otra tanda de Ejercicios durante los cuales, y en esta misma capilla, hube de sostener una gran lucha para escoger entre lo que yo veía ser más perfecto y lo que Dios quería de mí. Y con gran pena de mi alma tuve que cambiar la azucena por las rosas, a condición de que las rosas fueran para Nuestro Señor y las espinas para mí”.
Dos años después de tomar esa determinación, en 1918 María Jesús contrajo matrimonio con Antonio Cañuelo Ayllón. De su matrimonio nacieron cuatro hijas: María Josefa, Carmen, que falleció con sólo trece meses de edad, Carmen, en recuerdo de la anterior, y Pilar. Sobrellevó con entereza la muerte de una de sus hijas y la larga enfermedad de su marido, que falleció en Villanueva de Córdoba, en agosto de 1927.
María Jesús se volcó en el cuidado de sus tres hijas, todas pequeñas, y tuvo que hacer frente a la administración de sus bienes. A medida que sus hijas fueron creciendo y necesitando menos de su atención, María Jesús fue abriéndose de nuevo a la realización de tareas de apostolado: organización de novenas, retiros, misiones populares, etc.
El padre Castro (SJ), en agosto de 1939, le propuso la posibilidad de iniciar una obra que diera respuesta a esos anhelos de dar a conocer a Jesús.
El 15 de noviembre de 1940, después de unos días de ejercicios espirituales guiados por el padre Castro, María Jesús, junto con otras jóvenes, dio comienzo a una nueva congregación religiosa que llevaría el nombre de Obreras del Corazón de Jesús. Desde los comienzos, María Jesús no sólo sirvió de guía a las que formaban parte de la Congregación, sino que también se implicaba de lleno en las actividades, que desde el principio las identificaba: catequesis de niños, adultos y ancianos, participación en misiones populares, organización de tandas de ejercicios espirituales, reparto de alimentos, etc. Poco a poco se fueron extendiendo en número, en presencias y trabajos, siempre bajo la tutela de los fundadores.
La vida de María Jesús ya estuvo totalmente ligada a la de su obra y a ella dedicó todas sus energías. Su salud se fue deteriorando y poco a poco tuvo que ir dejando responsabilidades. En 1965, el 23 de marzo, falleció en el mismo pueblo que la vio nacer. Sus restos descansan en la iglesia que hizo construir, la iglesia del Dulce Nombre de Jesús.
Fuentes y bibl.: Testimonio de la Congregación Obreras del Corazón de Jesús, octubre de 2007.
Obreras del Corazón de Jesús, Constituciones, Córdoba, Obreras del Corazón de Jesús, 1969 (Córdoba, Tipografía Católica, 1994); Obreras del Corazón de Jesús, Método completo de corte y confección. Sistema propio hispano-americano, Córdoba, Obreras del Corazón de Jesús, 1981; Obreras del Corazón de Jesús, Antorcha vocacional, Villanueva de Córdoba, Congregación de Obreras del Corazón de Jesús, 1983-1985; Obreras del Corazón de Jesús, Directorio, Córdoba, Obreras del Corazón de Jesús, 1994; M. D. Bózquez Rodríguez (OC), Amar, servir, glorificar. Espiritualidad de M. M.ª Jesús Herruzo, Fundadora de las Obreras del Corazón de Jesús, Granada, Obreras de Jesús, 1995; C. Muñiz, Un apóstol sin tapujos y con sentido común. Semblanza del P. Pedro Castro Quero, SJ, Granada, Gráficas del Sur, 1996.
José Martín Brocos Fernández
