Galán Barrena, Leocadio Primitivo. Calamonte (Badajoz), 24.II.1910 – Alcuéscar (Cáceres), 27.I.1990. Fundador del Instituto Religioso de los Esclavos de María y de los Pobres. Fundador de la Congregación Hijas de la Virgen para la Formación Cristiana.
A los cinco años empezó a asistir a la escuela de la maestra Andrea, y a los siete, a la Escuela Parroquial del Ave María, de inspiración manjoniana.
Ingresó a los nueve años en el seminario diocesano de Badajoz, cursando estudios con algún intervalo obligado de descanso, a causa de su delicada salud.
Su devoción a la vida eucarística se va acrecentando; consta su título de Adorador Nocturno de Jesús Sacramentado fechado en 15 de noviembre de 1926.
Tras finalizar los estudios teológicos el 12 de marzo de 1932 recibió el subdiaconado, el 26 de marzo de 1932 el diaconado, y las sagradas órdenes tuvieron lugar el 29 de junio de 1932 en la capilla del palacio episcopal de Badajoz y celebró su primera misa el 16 de julio, fiesta de la Virgen del Carmen.
Fue nombrado coadjutor de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en Alcuéscar, donde llegó el 3 de septiembre. Como era claro y valiente en su predicación empezó a desagradar a algunos de los ricos, pero como no era condescendiente con el socialismo revolucionario, resultaba también incómodo para otros. Pero, poco a poco, desde una exigente vida de oración y mortificación, y gracias a su celo apostólico, ora incentivando devociones como las Horas Santas o los Jueves Eucarísticos, ora promoviendo e implicando a la juventud en la Acción Católica, las diferentes almas de la parroquia fueron acercándose más a los sacramentos.
A comienzos de 1936 y por enfermedad del párroco, se hizo cargo de la parroquia. Durante la guerra civil, fue capellán de un batallón de ametralladoras que se encontraba cerca de Alcuéscar, a la par que seguía con infatigable celo apostólico con la Acción Católica y formando a la juventud.
Terminada la guerra, alude a una inspiración divina la noche del 31 de julio al 1 de agosto de 1939 y que tuvo por escenario su vivienda situada frente a la iglesia. Él mismo reconoce que al principio no pensó en nada parecido a una fundación religiosa y que fue la marcha de los acontecimientos la que le llevaría en esa dirección: “Al principio, agosto de 1939... no era Obra. Fue simplemente un deseo. [...] Deseo y entrega total de su vida para darla gota a gota, o a torrentes si Dios se la pidiera, para redimir con ella, si fuera posible a la masa trabajadora del pueblo, y conquistárselo a Dios y a la Iglesia, que lloraba ‘la tremenda apostasía de esas masas’. Dio comienzo a su labor con los niños, hijos de aquellos obreros, muertos unos en la guerra como héroes de la Patria; encerrados otros en la cárcel. Y se entregó a esos niños por entero, gastando con ellos su vida, y dándoles con entusiasmo lo único que tenía: pan y educación. Mas, sobre todo, cariño ¡mucho cariño! Jamás pasó por su mente la idea de que tal deseo y actividad pudiesen cuajar algún día en una Obra que tuviera jerarquía de Instituto Religioso”.
A mediados de agosto de 1939 decide abrir una escuela de formación cristiana, con miras a la educación de los niños, en especial los más necesitados, pero pronto esta modesta escuela parroquial tomó también el cariz de seminario, y el 1 de enero de 1940 las tres primeras vocaciones pasaron a vivir en la misma casa parroquial. El 11 de septiembre de 1940 se acogió en la obra al primer anciano desvalido.
A principios de 1941 comenzó su labor con la rama femenina de la Familia Formacionista, por medio de una inquieta joven, María José Galán Cáceres, a la que llevaba años dirigiendo espiritualmente. Así escribe en su libro En la entraña del mundo peor: “La Segunda Orden, o la Orden Femenina, nació aproximadamente a los dos años de haber nacido la primera. Cuando una joven piadosa, con inquietudes vocacionales, y probada su vocación en varios Institutos, como Salesianas, Hermanas de la Cruz, sin cuajar en ninguna, un día su director espiritual y párroco de su parroquia de Alcuéscar, en un último intento por dirigir aquella alma por el camino de la entrega a Dios, le preguntó si estaría dispuesta a hacer con las niñas lo que él estaba haciendo con los niños. Y fue cuando ella, al igual que los primeros niños, o muchachos ‘fundadores’, vio clara y cierta la voluntad de Dios. Y se entregó, sólo Dios sabe con las dificultades y problemas que tuvo que afrontar, a trabajar en sentido paralelo con las niñas al que con los niños aquel sacerdote trabajaba. Y así nació la Orden Femenina de lo que entonces se llamó la ‘Formación Cristiana’ con cuyo nombre entonces se llamaban ambas iniciativas”.
Junto a su labor de atender el desarrollo de las nacientes fundaciones, abriendo en 1949 lo que se llamaría la Casa de la Misericordia, no descuidó su tarea pastoral como párroco de Alcuéscar, construyendo también, de 1950 a 1952, una ermita en la cima del Calvario de Alcuéscar dedicada a la Virgen de Fátima.
Fue por esa fecha, a mediados de la década de los cincuenta, cuando comenzó una serie de diferencias con María José Galán, que alejarán a las religiosas concepcionistas —ya aprobadas el 8 de diciembre de 1954 como Congregación de Derecho Diocesano con el nombre de Formacionistas Esclavas de María, la rama femenina del instituto religioso de los Esclavos de María y de los Pobres— de su fundador. La rama masculina fue aprobada el 2 de febrero de 1955 como Pía Unión de Esclavos de María y de los Pobres.
Tras el Vaticano II sus hijas adoptarán el nombre de Hijas de la Virgen para la Formación Cristiana, y en 1994, la rama masculina, tras la aprobación de sus constituciones, pasó a denominarse Instituto Religioso de los Esclavos de María y de los Pobres.
Obras de ~: Alcuéscar, ésta es tu historia (inéd.), original en Archivo General de la Santa Esclavitud (AGSE-CA), Alcuéscar, Cáceres, 15 de agosto de 1947; Descubriendo una estrella, Badajoz, Tipografía Española, 1951; El monago enciendevelas, Alcuéscar, tríptico impreso, 16 de julio de 1958; En la entraña del mundo peor, Madrid, Euramérica, 1959 (Madrid, Unión Gráfica, 1981); Verdadera y sencilla reseña histórico-doctrinal de la Pía Unión “Santa Esclavitud de María y de los pobres”, Alcuéscar, Cáceres, 1964 (inéd.), original en Archivo General de la Santa Esclavitud (AGSE-CA, carp. 7); ¿Esclavos en el siglo XX? Cómo son, cómo viven, cómo trabajan, Cáceres, 1965; Dirsos [...] ¡Tengo Madre! Cosas de un recluta, Cáceres, 1972; Cien razones, entre otras, para no cambiar ni el espíritu ni la línea de la Santa Esclavitud de María y de los Pobres, Cáceres, 1977; ¡Cásate, Paco! Historia amorosa de un joven castúo extremeño, Madrid, 1981; Soliloquios Espirituales con Jesús y María, Alcuéscar, Cáceres, 1 de enero de 1983 (inéd.), original en Archivo General de la Santa Esclavitud (AGSE-CA, carp. 1C); I Semana Esclavista, Cáceres, Esclavos de María y de los Pobres, 2000; El chatarrero de Dios, Alcuéscar, Cáceres, Esclavos de María y de los Pobres, 2003; Hijuelas, Alcuéscar, Cáceres, Esclavos de María y de los Pobres, 2005.
Bibl.: P. García Barriuso, La razón de una vida. Apuntes biográficos sobre el Siervo de Dios Leocadio Galán Barrena, párroco de Alcuéscar y fundador de la Institución “Esclavos de María y de los Pobres”, Cáceres, Gradex, 1991; J. Tovar Patrón, Los curas de la última Cruzada, Madrid, FN Editorial, 2001, pág. 604; L. Martínez Núñez, El sacerdote que se hizo esclavo. Biografía del P. Leocadio Galán Barrena, Badajoz, Instituto Esclavos de María y de los Pobres, 2003; R. Martín Ribas et al., Sublime itinerario. Guía inédita religiosa, hagiográfica, histórica, artística de España, Madrid, Ramiro Martín Ribas, 2004 (2.ª ed. act.); F. Suárez Salguero, Un gran corazón. Esclavos de María y de los Pobres. Biografía de nuestro Padre Fundador Leocadio Galán Barrena en el siglo XX, 598 págs. (inéd.); F. Suárez Salguero y Á. D. Martín Rubio, Padre Leocadio Galán. Un Esclavo del siglo XX, 163 págs. (inéd.).
José Martín Brocos Fernández