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Juan Gil de Hontañón

Biografía

Gil de Hontañón, Juan. Rasines (Cantabria), c. 1470 – ?, 4.IV.1526 ant. Maestro de cantería (arquitecto).

Originario de una zona de Cantabria de gran tradición artística, ocupa un puesto de gran relevancia en la arquitectura española tardogótica del primer tercio del siglo xvi, dentro de la generación de canteros hispanos surgida tras la llegada de maestros noreuropeos, especialmente flamencos, alemanes y borgoñones.

Estuvo casado con María Gil con la que tuvo dos hijos, María y Juan, y otro más ilegítimo, Rodrigo, al que reconoció y formó a ambos en su mismo oficio.

Sus comienzos profesionales hay que situarlos en la última década del siglo xv. A juzgar por las afinidades estilísticas y las coincidencias geográficas pudo adquirir sus primeros conocimientos técnicos con el arquitecto real Juan Guas, el más significativo del denominado “estilo hispanoflamenco”. En sus primeras intervenciones documentadas, Juan Gil aparece vinculado a Segovia y a su área de influencia. En 1499 reside en Rascafría, localidad cercana al monasterio de El Paular (Segovia), obra de Guas en la que Gil debía estar trabajando; se le atribuye también la conclusión de la portada del monasterio de El Parral (Segovia) tras la muerte de aquel maestro (1496). El 12 de agosto de 1500 contrata con el Ayuntamiento de Segovia la obra del puente de Ocina y el camino y puente de Santa María de las Nieves, por una cantidad considerable. En el mismo año se señala su estancia en la catedral de Sigüenza (Guadalajara) en relación con la portada de los Perdones. Otra de sus obras más tempranas atribuidas es el convento franciscano de Medina de Rioseco (Valladolid), financiado por Fadrique Enríquez, sobrino del primer condestable de Castilla, entre 1491 y 1520, donde emplea una cabecera centralizada integrada por tres ábsides poligonales como la de El Parral y un diseño de bóvedas similar al utilizado por Guas en El Paular.

A comienzos del siglo xvi debía ser ya un maestro conocido y considerado. En 1502 labró la escalera del zaguán del colegio de San Ildefonso de Alcalá de Henares, fundado por Cisneros. Posiblemente en torno a 1503 diseñó la colegiata de San Antolín en Medina del Campo (Valladolid), con tres naves de igual altura, según el modelo de las hallenkirchen alemanas, que tendría gran repercusión y enorme éxito hasta avanzado el siglo. El 15 de octubre de 1505 contrató en Coca la construcción de la sala capitular y el claustro de la catedral de Palencia, cuyas bóvedas se cerraron en 1509. Aquí Juan Gil vuelve a decantarse por la huella de Juan Guas, al utilizar en unas crujías bóvedas de terceletes con juego de cuadrados en torno a la clave, y en otras nervios curvos en forma de cuatro círculos encajados entre las claves secundarias y la principal, dando lugar a una figura tetralobular, según el esquema que emplea aquél por primera vez en el claustro de la catedral de Segovia El cuadrifolio con conopios o “patas de gallo” aplicado a una bóveda de terceletes de nervios rectos se convirtió en el modelo favorito de Juan Gil, adquiriendo posteriormente formas más complejas. En esta evolución sin duda fue decisivo el influjo de Simón de Colonia, artífice de la primera bóveda española que explota a gran escala las posibilidades de los combados, realizada precisamente en el crucero de la catedral de Palencia. El estilo personal de Juan Gil se enriquece con estas nuevas experiencias, realizando una simbiosis entre la tradición estilística de Guas y el novedoso arte del taller burgalés de los Colonia, en una versión más austera.

Durante esta primera década del siglo xvi interviene también en los castillos de Turégano (Segovia) y Belmonte de Campos (Palencia), es requerido para algunas tasaciones y contrata obras en varias iglesias parroquiales, relativamente distantes. En 1505 tasa los retablos del colegio de Santa Cruz de Valladolid y de la catedral de Palencia. En 1506 realiza la capilla funeraria del canónigo Fernando de Castro, en el lado de la epístola de la iglesia de Baquerín (Palencia). En 1507 comienza la reconstrucción de las naves de la iglesia de Santa María de Fuentepelayo (Segovia), con García de Cubillas como aparejador. El 16 de febrero de 1509 se obliga, a través de su hijo Juan Gil el Mozo a edificar la iglesia parroquial de Almorox (Toledo), que dejaría sin terminar. En este mismo año da trazas y contrata la construcción, en la antigua catedral románica de Segovia, de la capilla de San Frutos y una librería, que se destruyó con la nueva catedral. Se sabe, sin embargo, que era de planta cuadrada a ras del suelo y ochavada en lo alto, con trompas nervadas en los ángulos para establecer el paso. Se le atribuye también el proyecto y edificación entre 1505 y 1520 de la iglesia de Santa María de Coca (Segovia), patrocinada por los Fonseca, donde se encontraría trabajando cuando firmó el contrato del claustro palentino.

La atribución viene avalada por la similitud de rasgos con obras bien documentadas de Juan Gil: la base geométrica hexagonal en el trazado de la planta, la cabecera centralizada triconque con función funeraria, ya usada en Medina de Rioseco, el empleo de pilares circulares con baquetones apeando en basecillas góticas o el mismo tipo de bóvedas ya señalado de terceletes con combados en “patas de gallo” o con el motivo de un cuadrado inserto en un rombo, que constituyen el principal motivo decorativo de unos interiores severos. Al exterior valora especialmente el efecto plástico de los contrafuertes coronados por pináculos con cresterías.

A partir de la segunda década del siglo xvi Juan Gil es nombrado maestro de las últimas catedrales góticas españolas, encargos de gran relevancia que manifiestan la fama de solvencia arquitectónica que gozaba.

En 1512 participó en Salamanca en la junta de nueve maestros reunidos para decidir la definitiva ubicación de la nueva catedral y determinar la forma de la cabecera, y el 6 se septiembre de ese año le dieron el cargo de maestro mayor de esta fábrica por su especial habilidad, con Juan Campero como aparejador.

La primera piedra se puso el 12 de mayo de 1513 iniciándose la construcción por los pies. Debía seguir las trazas de Antón Egas y Alonso Rodríguez quienes proyectaron un edificio gótico de tres naves escalonadas con capillas hornacinas, optándose en la junta por la cabecera ochavada, con girola y capillas. En 1515 visitaron la fábrica Martín de Solórzano, maestro mayor de Palencia, y Francisco de Colonia, maestro mayor de la de Burgos, y encontraron algunos fallos que Juan Gil se comprometió a enmendar, aunque no lo hizo del todo. Aunque este cargo le obligaba a residir en Salamanca, desde 1513 sus estancias en la meseta castellana se espaciaron por los compromisos adquiridos en Sevilla.

Estando en Briviesca, en 1512 le llamaron para inspeccionar la obra de la Capilla Real de Granada que realizaba Enrique Egas, lo que llevó a cabo a mediados de 1513, junto con Juan de Álava y Juan de Badajoz.

Pasaron después a Sevilla, donde dieron un informe sobre la reconstrucción del cimborrio de la catedral, que se había venido abajo en 1511 provocando la ruina de gran parte del crucero y daños en la capilla mayor y el coro. El 12 de septiembre de 1513 el Cabildo nombró oficialmente a Juan Gil maestro mayor de la catedral hispalense, ya que la dificultad que entrañaba levantar un nuevo cimborrio requería un maestro solvente. El 20 de marzo de 1514 dio trazas para cerrar la bóveda central y las laterales, pero no logró imponer su criterio hasta 1516. Debido a sus prolongadas ausencias, tuvo que confiar el trabajo a sus ayudantes y finalmente dejó el cargo en enero de 1519, ante la dificultad de compaginar esta función de “arquitecto restaurador” con la construcción de la catedral salmantina. Durante su maestría se finalizaron las obras en torno al crucero: bóveda, coro, capillas, altares, etc. Son propios de su lenguaje los pilares recambiados que abundan en el exterior de esta zona.

En su taller sevillano se formó Diego de Riaño.

En 1520 se adoptó el sistema de destajos en la catedral de Salamanca. Juan Gil se obligó a construir las primeras capillas del lado del Evangelio y Juan de Álava de las de la Epístola. A partir de entonces mantuvo un enfrentamiento abierto con este maestro, que heredarán sus hijos, debido en el fondo a los diferentes planteamientos técnicos y estéticos que mantenía cada uno. En 1522 las acusaciones mutuas provocaron la interrupción de las obras y la visita de otros maestros para dictaminar sobre los supuestos errores.

Las capillas de Gil muestran una mayor vinculación de este maestro a las formas góticas: las ventanas son de perfil apuntado, llevan tracería y presentan una decoración vegetal ajena a los grutescos renacentistas.

En 1522 Juan Gil viajó a Segovia para tratar con el Cabildo sobre la construcción de una nueva catedral y el 7 de mayo de 1524 fue nombrado maestro mayor de la misma. Su labor se redujo a realizar la planimetría y a sacar los cimientos perimetrales. Optó por un trazado tardogótico similar al de la catedral salmantina, con tres naves escalonadas más otras dos de capillas hornacinas. Tuvo como aparejador a García de Cubillas, hombre de su confianza al que nombró su testamentario.

Sus importantes cargos catedralicios debieron influir en la poderosa familia de los Velasco, condestables de Castilla, para confiar a Juan Gil la construcción de sus fundaciones religiosas. En estas obras experimenta con estructuras centralizadas ya conocidas, apropiadas para la función funeraria, a las que añade la influencia de la capilla del Condestable erigida por Simón de Colonia en la catedral de Burgos. Está documentada su intervención en la iglesia del convento franciscano de Santa Clara de Briviesca (Burgos), erigido por Mencía Velasco. Debió de hacerse cargo de la construcción desde su comienzo, en 1512, hasta 1523, en que surgieron desavenencias con el promotor pasando la dirección a Juan de Rasines. Lo más destacado es la iglesia, y en especial su cabecera adecuada a su doble función litúrgica y funeraria: un octógono al que se le añaden un presbiterio ochavado y dos capillas laterales a modo de transepto, convirtiéndose en una cabecera trilobulada. Como cubierta Juan Gil diseñó una bóveda de nervios rectos con una estrella inserta dentro de otra siguiendo el modelo de capilla del “Condestable”.

De esta obra deriva tipológicamente la capilla de la Concepción del monasterio de Santa Clara de Medina de Pomar (Burgos), construida entre 1512 y 1524 como capilla funeraria del conde de Haro y segundo condestable de Castilla, Bernardino Fernández de Velasco: es un cuadrado que se transforma en altura en octógono por medio de trompas aveneradas y se cierra con una espectacular bóveda estrellada de ocho puntas con nervios curvos, decorada con tracería en su interior. Se considera obra de Juan Gil, que está documentado como tracista del Ayuntamiento de Medina de Pomar, derruido en el siglo xviii. Estilísticamente se ha relacionado también con este maestro una galería del monasterio, constituida por arcos de medio punto sin moldurar con el intradós cilíndrico, como en la arquería que emplea en el claustro de San Francisco de Medina de Rioseco. Asimismo se le atribuyen las trazas del convento dominico de la Piedad en Casalarreina (La Rioja), iniciado en 1514 y costeado por un hermanastro de los condestables, el obispo de Palencia Juan de Velasco. La iglesia es de nave única con capillas hornacinas y cabecera trebolada según el modelo de Santa Clara de Briviesca.

Está atestiguada su presencia en este lugar en 1516 con su hijo Rodrigo. Más discutida es la participación de Juan Gil en el diseño de la iglesia del monasterio de La Vid (Burgos), en torno a 1522, pese a las indudables semejanzas tipológicas y formales con las obras construidas para los Velasco. Mantuvo además relación con un sobrino del condestable, el tercer duque del Infantado Diego Hurtado de Mendoza, para quien trabajó en su palacio de Buitrago de Lozoya antes de 1512.

En sus últimos años, además de ser maestro de las catedrales de Salamanca, de Segovia y, quizá, de Astorga, contrató otras obras que la muerte le impidió finalizar. El 15 de mayo de 1523 se obligó a construir una capilla para Diego Vázquez de Cepeda, deán de la catedral, adosada al testero de la capilla mayor del convento de San Francisco de Zamora, que tras su muerte se comprometió a continuarla su hijo Rodrigo.

El 29 de septiembre de 1524 contrató la construcción de la cabecera y crucero de la iglesia de Villamor de los Escuderos (Zamora) según sus condiciones.

Proyectó asimismo la capilla mayor de Venialbo (Zamora). Antes del 4 de abril de 1526, en que ya había muerto, participó junto con Juan de Álava, Francisco de Colonia, Diego de Riaño y su hijo Rodrigo en las trazas para la nueva colegiata de Valladolid.

Además de sus hijos Juan y Rodrigo, con Juan Gil trabajaron habitualmente canteros cántabros: Juan de Rasines, Juan de Cajigas, sus yernos Juan Helguera y Juan de la Montaña, entre otros.

Fue un arquitecto que mantuvo todavía una concepción medieval de la arquitectura como “ciencia”, basada en el empleo de fórmulas geométricas y aritméticas que requieren un cierto conocimiento teórico.

Las reglas de la arquitectura aprendidas en su taller con arreglo a estas ideas y sus diseños fueron utilizados por su hijo Rodrigo en el manuscrito que incluyó Simón García en el Compendio de Architectura y Simetría de los Templos escrito entre 1681 y 1683.

 

Obras de ~: Convento franciscano, Medina de Rioseco (Valladolid), 1491-1520 (atrib.); Puente de Ocina y camino y puente de Santa María de las Nieves, Segovia, 1500; Escalera del zaguán del colegio de San Ildefonso, Alcalá de Henares, 1502; Trazas de la colegiata de San Antolín, Medina del Campo, 1503; Sala capitular y claustro de la catedral, Palencia, 1505-1509; Tasación del retablo de la catedral, Palencia, 1505; Tasación del retablo del colegio de Santa Cruz, Valladolid, 1505; Capilla funeraria de don Fernando de Castro en la Iglesia de Baquerín (Palencia), 1506; Reconstrucción de las naves de la iglesia de Santa María la Mayor, Fuentepelayo (Segovia), 1507; Inicios de la edificación de la iglesia, Almorox (Toledo), 1509; Intervención en los castillos de Turégano (Segovia) y Belmonte de Campos (Palencia), primera década del siglo xvi; Capilla de la Concepción del monasterio de Santa Clara y traza del Ayuntamiento, Medina de Pomar (Burgos), 1512 (atrib.); Proyecto y edificación de la iglesia de Santa María, Coca, 1505-1520 (atrib.); Iglesia de Santa Clara, Briviesta (Burgos), 1512-1523; Maestría de la catedral de Salamanca (portadas del hastial y de Ramos y primeras capillas hornacinas del evangelio), 1513-1526; Maestría de la catedral de Sevilla (crucero y entorno), 1513-1519; Convento de la Piedad, Casalarreina (La Rioja), 1514 (atrib.); Capilla del Deán en el convento de San Francisco, Zamora, 1523; Cabecera y crucero de la iglesia parroquial, Villamor de los Escuderos (Zamora), 1524; Capilla mayor de la iglesia, Venialbo (Zamora), 1524; Traza y maestría de la catedral, Segovia, 1524-1526.

 

Bibl.: E. Ortiz de la Torre, “Arquitectos montañeses: Juan y Rodrigo Gil de Hontañón”, en Boletín Biblioteca Menéndez Pelayo, t. V (1923), págs. 215-240; “Sobre los arquitectos Juan y Rodrigo Gil de Hontañón y Juan de Rasines”, en Archivo Español de Arte, XIV (1940-1941), págs. 315-317. F. Chueca Goitia, La catedral nueva de Salamanca: historia documental de su construcción, Salamanca, Universidad, 1951; M. Pereda de la Reguera, Rodrigo Gil de Hontañón, Santander, Librería Moderna, 1951; F. Chueca Goitia, Historia de la arquitectura española. Edad Antigua. Edad Media, Madrid, Editorial Dossat, 1965, págs. 576-581; J. Hoag, Rodrigo Gil de Hontañón.

Gótico y Renacimiento en la arquitectura española del siglo xvi, Madrid, Xarait, 1985; A. Casaseca Casaseca, Rodrigo Gil de Hontañón. (Rascafría 1500-Segovia 1577), Salamanca, Junta de Castilla y León, 1988; R. Martínez, La catedral de Palencia.

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María Nieves Rupérez Almajano

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