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María de Tovar

Biografía

Tovar, María de. Señora de Berlanga. ?, c. 1463 – Berlanga de Duero (Soria), 30.XI.1527. Noble.

Fue señora principal de su tiempo, que “cantava razonablemente, tañía y dançava mui bien, hera ejemplo de toda onestidad y muy rrecojida, mui debota […] hablava razonablemente y escribía muy bien y entendía vien, allegava mucho los parientes de su marido […] savía muy bien entender en cosas de hacienda, hera muy amiga de edificar”. María de Tovar fue hija de Luis de Tovar e Isabel de Guzmán, señores de la villa y tierra de Berlanga de Duero, descendiente por línea paterna del almirante de Castilla Fernán Sánchez de Tovar, valedor de Enrique II, y nieta por su lado materno del contador Alonso Pérez de Vivero.

Con diecinueve años, en 1482, sucedió a sus padres como señora de Berlanga y de la villa de Gelves, en Sevilla, debiendo oponerse al intento de su tío Juan de Tovar, señor de Velamazán, de apoderarse de su estado. La joven señora hizo frente a la intentona por las armas y organizó un contraataque, llegando a apresar a su tío, ordenando luego los Reyes Católicos su liberación. Para afianzar el control de María de Tovar sobre su patrimonio señorial, fray Alonso de Burgos, obispo de Cuenca, negoció en noviembre de 1482 con el poderoso condestable de Castilla el matrimonio de María de Tovar con Íñigo Fernández de Velasco, hijo segundo del condestable. El matrimonio se efectuó en 1483. La alianza con el influyente linaje de los Velasco permitió afianzar la posición de María de Tovar y, en este sentido, en 1484 se consiguió la renuncia del señor de Cobeta a los derechos que pudiera tener al patrimonio de María de Tovar.

Durante los cuarenta y cuatro años que duró el matrimonio, truncado por la muerte de María de Tovar apenas un año antes que Íñigo Fernández de Velasco, la señora de Berlanga llevó a cabo una activa política de consolidación y acrecentamiento de su señorío. En los primeros años prestó apoyo a su marido en los conflictos patrimoniales que este mantuvo con su hermano el condestable y I duque de Frías, en concreto por las villas de Gandul y Marchenilla, en el reino de Sevilla. Así, en atención a las necesidades financieras de su marido María de Tovar consentiría, ya en 1527, en vender su villa de Gelves a Jorge de Portugal. Por otra parte, reclamó la herencia de Villalba de los Alcores, en tierras palentinas, como herencia de su abuela Inés de Guzmán, que a la postre se vendió al conde de Benavente para evitar disputas. Con el dinero de la venta se procedió a comprar al II marqués de Villena la ciudad de Osma y su tierra en 1507, adquisición que permitió a María de Tovar ampliar el núcleo de su estado señorial en tierras sorianas. Asimismo, fue responsable de las importantes obras arquitectónicas erigidas en la villa de Berlanga, erigida en capital señorial, como la reforma del castillo, el palacio y la colegiata de Nuestra Señora del Mercado.

En 1512, cuando su marido sucedió como condestable de Castilla y II duque de Frías, María de Tovar se convirtió en duquesa de Frías. En condición de tal se vería afectada directamente por el movimiento comunero burgalés, que llevó a su expulsión de la ciudad y por los sucesos posteriores en tanto que el condestable fue nombrado gobernador del reino por Carlos V.

En sus años de duquesa, con el fin de preservar la memoria del linaje Tovar y evitar su absorción por el linaje de los Velasco, María de Tovar fundó un mayorazgo para su segundo hijo, Juan de Tovar, que reunió la ciudad de Osma, la villa de Berlanga de Duero, el lugar de Tovar, Gandul y Marchenilla y los derechos pretendidos sobre Astudillo, además de otros bienes, rentas y juros. La pormenorizada relación de la línea de sucesión no evitó que, en la segunda mitad del siglo XVI, con su nieto Íñigo Fernández de Velasco, el mayorazgo de los Tovar quedase unido definitivamente a la casa de los condestables. María de Tovar falleció en Berlanga de Duero el 30 de noviembre de 1527, siendo sepultada en el panteón de los Velasco en Santa Clara de Medina de Pomar.

María de Tovar engendró, junto con el condestable Íñigo Fernández de Velasco, cinco hijos: Pedro Fernández de Velasco, sucesor en el mayorazgo de los Velasco como condestable y III duque de Frías; Juan de Tovar, heredero del mayorazgo de los Tovar y I marqués de Berlanga; el comendador Bernardino de Velasco; Mencía de Velasco, casada con Pedro Vélez de Guevara, conde de Oñate; María de Velasco, que fue abadesa de Santa Clara de Medina de Pomar; e Isabel de Velasco, casada con el II duque de Maqueda.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico de la Nobleza (AHNob), Frías, c. 308, doc. 8-11; AHNob, Frías, c. 309, doc. 28; AHNob, Frías, c. 441, doc. 16-23; AHNob, Frías, c. 601, doc. 3; AHNob, Frías, 1399, doc. 19; Biblioteca Nacional de España (BNE), Mss. 2018, Descendencia de la casa y linaje de Velasco.

J. Fernández de Velasco y Sforza, El condestable don Íñigo Fernández de Velasco, gobernador de los reinos, y su mujer doña María de Tovar, Madrid, Real Academia de la Historia, 1975; A. Franco Silva, “Aportación al estudio de los señoríos sorianos. El caso de Berlanga de Duero y los Tovar”, en Mayurqa, 22 (1989), págs. 255-268; A. Díaz Medina, Relación del discurso de las Comunidades, Valladolid, Junta de Castilla y León, 2003; Mª. J. Framiñán de Miguel, “Mecenazgo intelectual femenino en el Renacimiento español: a propósito de María de Tovar y el ‘Memorial de Pecados’ de Pedro de Covarrubias (1515)”, en Mª. del V. González de la Peña (coord.), Mujer y cultura escrita: del mito al siglo XXI, Gijón, Trea, 2005, págs. 147-166; E. Alegre Carvajal, “Prestigio, ciudad y territorio. El papel de Berlanga de Duero dentro de la estructura de poder de los Velasco, duques de Frías”, en Tiempos Modernos, 18 (2009), págs. 1-21; C. Santos Ozores, “Una mujer al frente de un linaje. El caso de María de Tovar”, en C. Rosa Cubo, I. Val Valdivieso, M.ª J. Dueñas Cepeda y M. Santo Tomás Pérez (coords.), Femina: mujeres en la historia, Valladolid, Universidad de Valladolid, 2015, págs. 149-171.

 

Diego Pacheco Landero