Herranz, Francisco. ¿Segovia?, c. 1637 – Segovia, V.1699. Pintor.
Artista prolífico, de medianas dotes, probablemente de formación madrileña, Cubrió con su actividad todo el segundo tercio del siglo xvii en el ámbito segoviano, dando relevo o desplazando al conquense Cristóbal Pérez de Teruel. Centró principalmente su labor en la catedral, donde desde 1677 desempeñó el cargo de pertiguero, antes ostentado por el bordador Andrés Carrera, y tuvo a su cargo la creación de las vidrieras del transepto y de la girola.
En lo esencial, se sirvió para sus pinturas de diversas composiciones de temática religiosa de destacados artistas de la escuela madrileña, especialmente aquéllos con obra en Segovia (F. Rizi, J. Carreño de Miranda o F. Camilo), así como de conocidas creaciones de grandes maestros no españoles (Rubens, Crespi, o el Cavaliere d’Arpino).
De 1664 datan las tres deterioradas pinturas marianas del retablo del santuario de la Virgen de Hontanares, junto a Riaza (Segovia), donde están ya los rasgos de su estilo. Tres años después figura cobrando en la catedral un lienzo de San Frutos, que parece que pintó para la capilla del santo patrono local. A esto siguieron, antes de 1668, los lienzos del retablo mayor de San Martín, de los que sobresale el de San Martín partiendo la capa con el mendigo. En 1672 se ocupó de retocar los realizados por Alonso de Herrera en el retablo de la iglesia de San Andrés, pintando luego (1677- 1678) la mayor parte de los lienzos que adornan la capilla presbiterial —San Geroteo, San Frutos, San Pedro y San Pablo, y la Flagelación, la Oración en el Huerto y la Anunciación, así como la Resurrección de Cristo, según modelo de Rubens, en la bóveda—, y en la adaptación, y reforma acaso, de algunos otros, como el de la Inmaculada. También han de ser suyos la Subida al Calvario y Presentación de la Virgen en el templo. Posteriormente hizo los cuadros de los Santos Gervasio y Protasio y, desde luego, los cinco lienzos del retablo del lado del Evangelio, hasta ahora atribuidos a Francisco Camilo.
Por encargo del canónigo Plaza, realizó entre 1674 y 1686 las composiciones para cincuenta y cuatro vidrieras de la cabecera de la catedral, con milagros de Cristo, en la girola, temas marianos, en el transepto, y ángeles cantores, en los rosetones, gracias a la esencial recuperación de la antigua técnica de la fabricación de vidrio debida a Juan Danis y con la colaboración de los vidrieros Juan Bautista Lanas y Antonio Isla, amén de redactar una memoria de lo realizado, luego copiada junto al tratado de Danis.
Para el mismo canónigo Plaza hizo las pinturas de los padres de la Iglesia, firmadas y datadas (1674) —Bilbao, colección particular—, siguiendo un muy difundido modelo italiano. Tres años antes consta haber realizado una pintura de Cristo atado a la columna para el monumento de la iglesia de la Santísima Trinidad (1671).
Es autor, asimismo, de la pintura de San Juan y la Virgen, que sirve de respaldar a la talla de la imagen de Cristo en el retablo del Calvario de la parroquial de Carbonero el Mayor (1682), así como de las muy características del retablo mayor de Marazoleja (1685), entre ellas un San Carlos Borromeo junto al lecho de un moribundo, según composición de Crespi, y de los cinco lienzos del retablo mayor de la parroquial de Madrona (1691), en que sigue modelos F. Rizi, Carreño y Rubens, sobresaliendo por su vivacidad los pequeños cuadros del banco. De 1692 son los que adornan el retablo de San Gregorio de la catedral: Misa de San Gregorio, San Miguel, San Ildefonso, la Anunciación, copia de Rizi, y tres pequeños santos en el banco. De 1699 parece ser el lienzo de San Lorenzo que se aloja en el ático colateral del Evangelio en la iglesia de San Miguel, al parecer firmado, que ha de ser de sus últimas creaciones. Muy probablemente es autor también de la mayor parte de los lienzos del retablo mayor del templo, que estarían entre sus primeros trabajos (c. 1669).
Han de atribuírsele, además, una Adoración de los Reyes, en la catedral, y una Flagelación de Cristo de la iglesia de Carbonero el Mayor; y parecen igualmente suyas las pinturas de los retablos catedralicios de San Cosme y San Damián, cercanas a Camilo (San Pablo, San Pedro, San Jerónimo, San Geroteo y el tizianesco Entierro de Cristo) y de San Antón (Historia de San Frutos y San Antonio de Padua y la mula de Rímini), así como las del actual retablo de la Concepción Francisca (Peraltas), y varios otros lienzos existentes en las iglesias de San Martín, San Miguel, y en la misma catedral. Se le ha atribuido con pleno fundamento un cuadro de San Geroteo, en la misma catedral, y son varios los retablos existentes en la provincia que tienen lienzos próximos a su estilo, como el de la parroquial de Roda de Eresma o el de la capilla de los Junguito Astara en la iglesia segoviana de San Martín, de tema asuncionista.
Casó con Magdalena Maestre, con la que tuvo al menos una hija, quien a su vez contrajo matrimonio en los primeros meses de 1686. Hubo de morir hacia la primera semana de mayo de 1699, según los pagos como pertiguero a su viuda en la catedral.
Obras de ~: Pinturas de retablo, Santuario de la Virgen de Hontanares, Hontanares de Riofrío (Segovia), 1664; Pinturas del retablo mayor, San Martín, Segovia, 1668; Cuatro padres de la Iglesia Latina, colección particular, Bilbao, 1674; Vidrieras del transepto y la girola, catedral, Segovia, 1674-1686; Pinturas de la capilla mayor, iglesia de San Andrés, Segovia, 1677-1678; Pinturas del retablo mayor, Madrona (Segovia); San Lorenzo, San Miguel, Segovia, 1691; Pinturas del retablo de San Gregorio, catedral, Segovia, 1692; Pinturas del retablo de San Antón, catedral, Segovia, c. 1699 (atrib.); Pinturas del retablo de los santos Cosme y Damián, catedral, Segovia (atrib.).
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Fernando Collar de Cáceres