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Manuel Cano y Ugarte

Biografía

Cano y Ugarte, Manuel. Madrid, 4.VI.1828 – Madrid, 4.I.1915. General de división de Ingenieros.

Ingresó en la Academia de Ingenieros del Ejército en Guadalajara a los diecisiete años de edad, el 1 de septiembre de 1845, saliendo de la misma como teniente, después de completar los estudios reglamentarios, el 17 de septiembre de 1850.

Prestó durante algunos meses el servicio de su clase en el entonces único Regimiento del Arma y estuvo encargado dos años de las Comandancias de Ingenieros de los presidios menores de Alhucemas y Peñón de la Gomera, con residencia en el primero, donde escribió una Memoria sobre la utilidad de los blindajes en las plazas sitiadas. Pasó después a la Subinspección de Granada y, posteriormente, estuvo tres años en la Dirección General del Cuerpo, habiéndose encontrado a las órdenes del ingeniero general en los sucesos que tuvieron lugar en Madrid los días 13, 14 y 15 de julio de 1856.

En julio de 1854 se le concedió el grado de capitán (los oficiales de los Cuerpos facultativos, Estado Mayor, Ingenieros y Artillería, podían ascender por méritos hasta en dos escalas distintas, grado en el Ejército y empleo en el mismo, y solo por antigüedad en el suyo), y en marzo del año 1857 fue promovido a capitán de Ingenieros.

A petición propia fue destinado en mayo de 1858 a la Dirección Subinspección de Filipinas, con ascenso a comandante del Cuerpo en Ultramar y antigüedad del día de su embarque, que verificó en Cádiz el 7 de agosto. Desembarcaba en Manila el 30 de octubre siguiente, encargándose acto seguido del detall de la Comandancia de esta plaza.

Durante los cuatro años siguientes continuó en dicho destino, habiendo desempeñado diversas comisiones en las provincias de Pampanga, Bulacán e Ilocos Sur. En junio de 1862 fue nombrado director de las obras públicas de Manila y, como tal, inspector de la construcción de la cárcel de Eilibid. En enero del año siguiente se encargó de la Dirección de las obras del Canal de Pasacao y Pamplona, en Camarines Sur, continuando en este cometido hasta diciembre de 1864, que embarcó para la Península, a donde llegó en febrero de 1865.

Una vez en la metrópoli se le confirió entonces el mando de una compañía del 2.° Regimiento del Arma, de guarnición en Madrid, y poco tiempo después fue trasladado a otra que se hallaba destacada en Mahón, ayudando en los trabajos de la Comandancia, unidad que se incorporó a fines de año al resto del Regimiento en Madrid.

El 3 de enero de 1866 salió con su batallón, formando parte de una columna mandada por el teniente general Juan Zabala, que persiguió a los Regimientos de Caballería de Bailén y Calatrava, sublevados, hasta que se internaron en Portugal. Cuatro meses después fue destinado a la Comandancia de Ingenieros de Cartagena, encargándose del detall y de la ejecución de numerosas obras, entre las que merecen citarse las del cuartel defensivo de la derecha del puerto y las baterías llamadas “Podaderas” y “Puerta de San José”.

El año 1863 so le concedió el grado de teniente coronel de Ejército y en marzo de 1870 ascendió por antigüedad a comandante del Cuerpo. Con este motivo cesó en su destino de Cartagena siendo nombrado para la Comandancia de Melilla y luego para la de Ciudad Rodrigo, donde actuó de primer jefe hasta abril de 1873, en que, a petición propia, fue nuevamente destinado a Filipinas con el empleo de teniente coronel de Ingenieros. En este mismo año y como recompensa a los servicios que prestó durante las insurrecciones carlista y republicana, obtuvo el grado de coronel de Ejército.

El 24 de mayo de 1873 embarcó en Marsella con rumbo al archipiélago filipino, llegando a Manila el 3 de julio siguiente. Pocos días después se hizo cargo de la Comandancia de Cavite, donde continuó hasta diciembre de 1874 en que, por haber ascendido a coronel del Cuerpo en Ultramar, se le nombró ingeniero comandante de Manila, en cuyo destino permaneció hasta abril de 1881 y en el que, además de las obligaciones propias de su cargo, desempeñó varias comisiones importantes, entre las que merecen mención especial: la de comandante de Ingenieros de las fuerzas expedicionarias a Joló el año 1876, acerca de las cuales escribió un diario; los estudios y mejoras defensivas de Manila en 1878 y, por último, en 1880 y a consecuencia de los terremotos ocurridos en esta plaza, se ocupó en el derribo de edificios del Estado y construcción de alojamientos provisionales para la guarnición, así como en redactar los proyectos de las obras que debían sustituir a las destruidas.

En uso de licencia por enfermo, concedida por el capitán general de Filipinas, desembarcó el coronel Cano en Barcelona el 6 de abril de 1881 y, en octubre del mismo año, se le concedió el regreso definitivo a la Península, habiendo cumplido el tiempo reglamentario de permanencia en Ultramar, disponiéndose que conservase las ventajas obtenidas durante su permanencia en el archipiélago y su ingreso en la escala de coroneles del Cuerpo con antigüedad de 10 de agosto de 1877.

A fines de 1881, fue nombrado jefe de la Comandancia de Ingenieros de Sevilla, en cuyo destino continuó hasta junio de 1883, en que hizo entrega de la Comandancia, por haber ascendido a brigadier del Cuerpo con destino a la Comandancia General Subinspección de Baleares.

Después de tomar posesión de su nuevo cargo en agosto de 1888 y, durante el ejercicio del mismo, pasó revista a las plazas de Mallorca, Menorca e Ibiza; estuvo encargado varias veces, por sucesión de mando del Gobierno militar de Palma y se le manifestó de real orden, el agrado y satisfacción con que se había leído la Memoria que escribió relativa a la isla y plaza de Ibiza.

En febrero de 1892 fue nombrado comandante general subinspector de Ingenieros de Castilla la Vieja y, con motivo de la nueva organización dada al Ejército el año 1893, se le nombró comandante general de Ingenieros del 7.° Cuerpo de Ejército.

Por Real decreto de 6 de junio de 1894 pasó a la Sección de Reserva del Estado Mayor General como comprendido en el artículo 4.° de la ley de 14 mayo de 1883, al tiempo que se le concedía el empleo de general de división. Se le autorizó para fijar su residencia en Madrid y continuó en dicha situación hasta el 4 de enero de 1915 que falleció en Madrid cuando contaba setenta y dos años de servicios.

Estaba en posesión de las condecoraciones siguientes: Cruces de 2.ª y 3.ª clase del Mérito Militar con distintivo blanco, Encomienda de la Real Orden de Carlos III, y Cruz, Placa y Gran Cruz, pensionada de la Orden de San Hermenegildo.

 

Obras de: “Utilidad de los blindajes en las plazas sitiadas, diferente modo de construirlos y expresión de los materiales de los que puede hacerse uso”, en Memorial de Ingenieros, 18 (1863).

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. Personales. Biblioteca Virtual de Defensa.

Estados del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1851-1916; J. Almirante, Bibliografía Militar de España, Madrid, 1876; “Necrología”, en Revista del Memorial de Ingenieros del Ejército (mayo de 1915); W. E. Retana, Breve Diccionario Biográfico de los Ingenieros Militares que han estado en las Islas Filipinas, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1923; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993, 2 ts.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño