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Ildefonso Sierra y Orantes

Biografía

Sierra y Orantes, Ildefonso. Granada, 13.XII.1821 – Madrid, 1.V.1883. Coronel de Ingenieros, doctor en Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

Hijo del coronel de Ingenieros D. Ildefonso Sierra, ingresó en la Academia de Ingenieros del Ejército de Guadalajara el 10 de septiembre de 1839, saliendo de la misma como teniente, con el número uno de su promoción, el 18 de mayo de 1843. Destinado al entonces único Regimiento de Ingenieros, el Regimiento de Zapadores Minadores, sufrió el bombardeo artillero de Sevilla ordenado por el general Baldomero Espartero, desde el 16 de julio al 23 del mismo mes, como consecuencia de la rebelión de la ciudad contra el gobierno durante su regencia.

Pasó posteriormente (1845) destinado como profesor en la Academia del Cuerpo, dedicándose por orden del general Zarco del Valle a perfeccionarse en las ciencias físico-naturales, para lo cual viajaba París en 1846. En efecto, nombrado en 1844 el teniente general D. Antonio Remón y Zarco del Valle ingeniero general, bajo su dirección la Academia viviría un periodo de mejorías, entre las que destacó el envío de profesores de la citada Academia en comisión al extranjero, para el estudio del funcionamiento y enseñanzas de otras escuelas militares. El aún teniente de Ingenieros, Ildefonso Sierra, antes de su marcha a París, se examinaba en la Universidad Central de Madrid, obteniendo los grados de licenciado y de doctor en Ciencias Físico-Matemáticas.

Regresaba a la Academia del Cuerpo en 1846, encargándose de la clase de física y química, que desempeñó hasta 1853, demostrando la profundidad y solidez de sus conocimientos, al tiempo que daba un nuevo y necesario giro a la enseñanza de aquellas ciencias. También formaba el gabinete de modelos e instrumentos de experimentación, dirigiendo en las escuelas prácticas nuevas aplicaciones de la electricidad a las minas militares. Había ascendido a capitán de Ingenieros el 7 de diciembre de 1846. Al crearse en ese mismo año la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, fue nombrado académico correspondiente y, más tarde, de número, para sustituir a Zarco del Valle (fallecido el 20 de abril de 1866) en 1869.

En 1853 era destinado a la Dirección Subinspección de Ingenieros de Andalucía y el 8 de abril del mismo año, se le otorgaba el grado de teniente coronel del Ejército (los oficiales de Ingenieros podían ascender en dos escalas distintas: una, la del Ejército, por elección, y otra, en el Cuerpo, por antigüedad) y en 1854 el grado de coronel, igualmente del Ejército. En Cádiz lograba un nuevo sistema, después de meditados estudios, para el recalzo y reparaciones de las murallas de aquella plaza con el empleo de cales hidráulicas. Posteriormente, tuvo a su cargo la prolongación del segundo dique de carena de la Carraca, obra importantísima por las dificultades especiales que se presentaron en la cimentación, obras en las que se ocupó desde 1856 a 1861 como ingeniero director, habiendo, también en dicha época, proyectado y ejecutado en gran parte la reforma del edificio observatorio astronómico de San Fernando.

En 1857, promovido a comandante de Ingenieros, seguía destinado en Andalucía y en comisión en el Arsenal de la Carraca. El observatorio de San Fernando necesitaba una total remodelación de las instalaciones y para las obras consiguientes era designado ingeniero director de las obras Ildefonso Sierra. En su proyecto se proponían unas reformas destinadas a modificar apreciablemente la estructura y el aspecto externo del edificio principal, además de disponer la desaparición de la Casa de Astrónomos. Las reformas estudiadas por Sierra y descritas en su proyecto podían ser agrupadas en los siguientes puntos: demolición de la Casa de Astrónomos para dejar libre por el sur el campo de observación del salón occidental de observaciones que estaba previsto construir; edificación de dos salones de observaciones meridianas a ambos lados del edificio principal (oriental y occidental); preparación del edificio principal, demoliendo el tercer piso, para sostener en su centro una torre circular en la que habría de ser instalado el gran anteojo ecuatorial; y, por último, reforma del interior del antiguo edificio para que pudiese acoger las dependencias compatibles con la cercanía de tan delicados instrumentos (biblioteca, archivos, salas de calculadores y de estudio).

Ascendía a teniente coronel de Ingenieros el 7 de febrero de 1862, siendo destinado a la Dirección Subinspección del Cuerpo en Castilla la Nueva. El 6 de marzo de 1862 se producía un fatal incendio que redujo a cenizas los interiores del alcázar de Segovia, donde estaba instalada la Academia de Artillería. El 25 de marzo de 1862, se dictó una Real Orden para la restauración del alcázar, por lo que se comisionaba a los ingenieros militares, teniente coronel Ildefonso Sierra y Orantes y capitán Andrés Cayuela y Cánovas, para que formaran un proyecto y presupuesto. El 5 de julio, estos oficiales entregaban el proyecto y los planos de restauración del alcázar, en el que se encuentran numerosísimas noticias sobre su estado inmediatamente antes del incendio.

En los años de 1866 y 1867 Sierra estuvo destinado en la Dirección General de Ingenieros, desempeñando siempre, además de sus destinos, importantes y difíciles comisiones. Era promovido a coronel de Ingenieros el 21 de abril de 1868 y al siguiente año formaba parte como vocal de la Junta Superior Facultativa.

En mayo de 1870 el claustro de la facultad de ciencias de la Universidad Central nombró al coronel Sierra para formar parte del tribunal de exámenes de aquel año, pero al negársele el permiso, pedía su retiro, concedido con fecha de 15 de septiembre de ese año.

Era comendador de número de la Real Orden de Carlos III y Caballero de las de San Hermenegildo, Isabel la Católica y Mérito Militar, además de autor de numerosas memorias científicas.

 

Obras de ~: Informe sobre la aplicación de la electricidad a la voladura de los hornillos de mina, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1850; Proyecto de las obras de ampliación que conviene ejecutar en el Observatorio de Marina de San Fernando con motivo de la colocación de los nuevos instrumentos que actualmente se construyen en Londres con destino a este establecimiento, formado en cumplimiento de la Real Orden de 29 de junio de 1857; Descripción de los trabajos de escuela practica ejecutados en Aranjuez por el Cuerpo de Ingenieros en el año de 1857, 1857; Examen de los diferentes sistemas de cimentación empleados en las construcciones hidráulicas, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1857; Proyecto de ensanche del segundo dique de carenas del arsenal de la Carraca, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1865; ¿Debe esperarse que con la aplicación del análisis matemático á las teorías fundadas en meras hipótesis, adquiera la Física el carácter de realidad que imprime aquel poderoso instrumento a las cuestiones que se someten a su acción filosófica y trascendente?. La explicación de los fenómenos generales de la Física por la existencia de los fluidos impoderados, discurso leído ante la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales en la recepción pública del señor D. Ildefonso Sierra y Orantes, Madrid, Imprenta de la viuda de Aguado e hijo, 1869.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. Personales.

Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1844-1884; “Necrología”, en Memorial de Ingenieros del Ejército, 38, 10 (15 de mayo de 1883), pág. 80; J. Almirante, Bibliografía Militar de España, Madrid, 1876; Índice Analítico de las Memorias, Artículos y Noticias del Memorial de Ingenieros, desde el año 1846 al 1920, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros del Ejército, 1925; decretos de la real y muy distinguida Orden de Carlos III, vol. V, Madrid, Hidalguía, 1996; J. M. Sánchez Ron, Ciencia y sociedad en España: de la Ilustración a la Guerra Civil, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1988; E. Ausejo Martínez y Mª. A. Velamazán Gimeno, “Los planes de estudio en la Academia de Ingenieros del Ejército de España en el siglo XIX”, en Llull: Revista de la Sociedad Española de Historia de las Ciencias y de las Técnicas, 12 (1989), págs. 415-454; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; E. de Cárdenas Piera, Propuestas, solicitudes y Rafael Palacio, “Las infraestructuras portuarias en Santoña: de interés militar al despegue económico (1800-1950)”, en Estudios trasmeranos, 3 (2006), págs. 91-108; F. J. González González, “Un edificio neoclásico para la astronomía de la Ilustración; El Real Observatorio de la Armada”, en Revista General de Marina, 253, 8-9 (2007), págs. 231-250; U. Martínez-Falero del Pozo, El Alcázar de Segovia en la época de los colegios (1764-1862). Distribución, usos, nomenclatura y obras, vol. I, Segovia, Asociación Cultural “Biblioteca de Ciencia y Artillería”, 2011; “Excelentísimo Señor Don Ildefonso Sierra y Orantes”, en Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, [en línea], disponible en http://www.rac.es/sobre-nosotros/miembros/academicos-historicos/numerarios/439/.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño